Dentro de la Casa Rosada se vivieron momentos de mucha tensión durante el velorio de Diego Maradona. Unos minutos después de las 14 la gente rompió la barrera policial que había en la puerta de Balcarce 50 y forzó la reja que está en el ingreso al Salón de los Patriotas, donde se encontraba el féretro del futbolista. Los incidentes duraron cerca de 20 minutos y paralizaron a la familia, que atinó, en primera instancia, a tratar de frenar a la gente y después a refugiarse en el Salón de los Pueblos Originarios.
Durante esos minutos de caos, en que la seguridad de la Casa de Gobierno se vio sobrepasada, cientos de personas se agolparon frente al cajón de Maradona y luego pasaron al Patio de las Palmeras. Durante ese corto pero caótico tiempo, los empujones y las corridas generaron que el busto del ex presidente Hipólito Yrigoyen se cayera al piso y sufriera algunos daños.
Frente a esa situación, el presidente Alberto Fernández pidió que se retiren los otros tres bustos que estaban en la galería: las figuras de Juan Domingo Perón, Néstor Kirchner y Raúl Alfonsín. El busto de Yrigoyen fue guardado en la oficina del secretario de Comunicación de la Presidencia, Juan Pablo Biondi.
Fuentes del Gobierno aseguraron que los daños se pueden arreglar y que se salieron dos barras de la base, pero que pueden ser renovadas sin inconvenientes.
Las personas que ingresaron tirando abajo todas las vallas y pasando a la fuerza los controles, fueron evacuadas por personal de la Casa Militar al Patio de las Palmeras, donde se quedaron algunos minutos cantando y saltando. Luego, lentamente, fueron corridos hacia la salida.
Con el pasar de los minutos, la situación comenzó a tranquilizarse y la familia se reunió para determinar si seguía o no con el velorio. En tanto, funcionarios del Gobierno recorrían la zona donde estaba el féretro discutiendo sobre las fallas en el sistema de seguridad que se plantó en la Casa Rosada para realizar el velorio.
Finalmente, la familia decidió no continuar con el velatorio. Tenían la intención de que durara lo menos posible y los incidentes terminaron por convencerlos de que lo mejor era culminar con la dolorosa jornada. Claudia Villafañe, la ex esposa de Maradona, quería que el final no fuera más allá de las 15. Se pospuso hasta las 16 y, después de un último pedido del Gobierno, se estiró hasta las 19.
La afluencia de gente se cortó cuando ingresó al salón donde estaba el féretro la vicepresidenta Cristina Kirchner. Eso hizo que se amontonara más gente afuera que, minutos antes, había comenzado a agolparse en las cercanías de la Casa Rosada sabiendo que el horario de finalización se aproximaba.
La jornada en Casa Rosada concluyó cuando se preparó el cortejo fúnebre en pocos minutos y la familia de Maradona decidió que el cuerpo del futbolista sea trasladado a Bella Vista para que se le dé sepultura.
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