La Corte Suprema de Justicia de la Nación emplazó al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, a dar ingreso a 8321 formoseños varados fuera de la provincia en el lapso de quince días. A su vez el alto tribunal pateó para delante la decisión sobre la competencia de la provincia para delinear políticas sanitarias en un contexto de pandemia y de esta manera sigue vigente el ingreso ordenado y administrado cuyo resultado ha sido una provincia blindada a los contagios comunitarios descontrolados por un lado pero también con daños colaterales por el otro, al violar la libertad ambulatoria de todas estas personas e inclusive causar emergencias humanitarias como el caso de los varados en las rutas.
El día de pronunciamiento, la provincia se paralizó y todos los ministros del Poder Ejecutivo provincial pasaron la madrugada con interminables reuniones con el fin de tener a primeras horas del día viernes, todas las estrategias en la mesa oval del quinto piso de la casa de gobierno. La orden era tajante, salir de la manera más elegante posible del papelón nacional. Resultaba insostenible el avanzar mucho más allá en la postura intransigente respecto del bloqueo y a su vez aceptar el guiño de la Corte en cuanto a no incluir otros pronunciamientos que no fueran específicos para avanzar en una solución más que en una condena, evitando de esta manera a su vez, favorecer políticamente a otros actores que no fueran los damnificados. Los llamados telefónicos con la casa rosada también ayudaron.
Esto fue interpretado, al fin, por los asesores de gobierno y el propio Insfrán, que de todas maneras tenía en su morral, las mejores cifras de la pandemia de todo el país en más de ocho meses de cuarentena. A la fecha, Formosa posee 207 casos diagnosticados, 160 recuperados, 26 activos y un fallecimiento por coronavirus.
En primera persona y como suele hacer cuando la situación no es la mejor o tiene a sus capitanes haciendo agua, el mandatario usó su herramienta preferida, la red provincial de medios (no es adepto a las conferencias de prensa o a las entrevistas) para transformar un duro golpe, aún con buenos resultados, en una nueva batalla simbólica. Esta vez llamó a enfrentar “unidos, un desafío descomunal”.
Hábilmente en el lapso de un discurso de cuarenta minutos, el formoseño readaptó la frase “En Formosa no se rinde nadie” y la salvó del desastre que causó la crisis de los varados para insertarla en la nueva gesta de hacer ingresar a los 8321 formoseños en quince días. Borrón y cuenta nueva, aquí no ha pasado nada. El efecto fue inmediato, las redes y los trolls oficialistas hicieron lo suyo, impulsando una campaña para sumar voluntarios para lo que se venía y con el transcurrir de las horas, malvinizar el planteo motivó la fibra más autóctona del formoseño, la solidaridad. La estrategia de cabotaje resultó un éxito y no solo se sumaron los ciudadanos sino también asociaciones civiles, dirigentes de la oposición, no hubo quien no quisiera participar de la campaña.
Pero ¿Cuál es la estrategia? Por el momento siguen ingresando a la provincia las personas que están dentro del sistema de ingreso administrado y organizado, los que en promedio suman 150 por día.
La provincia tenía hasta antes de la decisión de la Corte, 13.317 solicitudes de ingreso, se habían efectivizado un total de 5795 ingresos y restaban 7522 personas que todavía no habían ingresado a la provincia. La capacidad de alojamiento era hasta antes del fallo de 45 centros de aislamiento con 1455 plazas. Ahora esa cifra es de 8.321 personas que esperan entrar en 15 días y para lo cual el gobierno puso a trabajar al Consejo de Atención a la Emergencia COVID 19 de la provincia para tener al próximo miércoles de la semana que viene, día que se inician los ingresos, los lugares necesarios para permitir el ingreso diario de por lo menos 400 personas por día. Haciendo números la provincia debe incrementar en 6 veces la capacidad de alojamiento y dentro de los próximos 15 días.
Las condiciones de ingreso no han cambiado para nada y se pide un PCR negativo con un lapso no mayor a 72 horas, primero confeccionarán listas con fecha de ingreso a partir del miércoles tomando en consideración el domicilio registrado en el DNI y finalmente se le comunicará fehacientemente que día les toca.
La localidad de General Mansilla, en el límite con el Chaco, será el punto donde la policía de Formosa controlará con una base de datos, los ingresos autorizados, luego esas personas serán trasladadas en un capsula sanitaria (custodiada por patrulleros) hasta el UPAC (Unidad de Pronta Atención a la Contingencia) en la ciudad capital donde se realizará el primer hisopado local.
Una vez y ya con el resultado, si este es negativo, se destinará a cada una de las personas a los centros de cuarentena y si resulta positivo será internado en el Hospital Interdistrital Evita. Todas estas personas estarán a cargo del gobierno de la provincia hasta la alta médica previo hisopado, después de la cual podrán circular libremente por la provincia. Absolutamente todos los edificios públicos de la provincia que estén en condiciones, recibirán a quienes deban realizar el aislamiento de catorce días. Entre ellos escuelas de la capital y del interior, clubes, organismos, etc.
En un evidente giro de las circunstancias, Insfrán sumó a todos los intendentes, a quienes no consideró en absoluto para las decisiones dentro de la mesa del COVID 19 en los meses anteriores. Precisamente en una reunión llevada a cabo el día viernes, todos ellos llegaron con una lista de lugares que pueden funcionar como centros de cuarentena en sus municipios. Pero ahora tendrá que resetear el ánimo de la militancia a la que durante todos estos meses arengó para rechazar todo tipo de ingreso a la provincia que no fuera el administrado por el gobierno. De hecho la estigmatización y el trato de varados que ingresaban por la vía judicial fue una preocupación por la condiciones que empezaban a asemejarse a los de personas en situación de cárcel más que de aislamiento.
Pero si bien, la actitud épica que no solo sirve para salir del mal momento ante la decisión de la Corte sino también para tratar de tapar lo que no se hizo en ocho meses, hay números que preocupan respecto de la suficiencia en cuanto a recursos humanos. Los test realizados a la fecha suman 23.193, es decir representan el total de más de ocho meses de cuarentena y tomando en cuenta que ingresarán en quince días la cantidad de 8.321 personas con dos hisopados cada uno, en este período de tiempo se deberían realizar 16.642 test para coronavirus.
Esto representa el 70% de los testeos totales lo que repercutirá directamente en el personal de la salud, aunque las autoridades anticiparon que realizarán hisopados masivos. Con toda la buena voluntad de los trabajadores, solo hay un laboratorio en la provincia que realiza los PCR y es el laboratorio microbiología molecular del Hospital de Alta Complejidad lo cual complica más el panorama. El fantasma de los contagios dentro de los centros de cuarentena preocupa al gobierno porque ya ha sucedido al principio del aislamiento al estallar en un día mas de 30 casos por contactos estrechos entre quienes estaban alojados.
De todas maneras, el primer filtro para ingresar a la provincia lo impondrá el propio sistema administrado. El análisis de PCR tarda horas en realizarse pero exigen certificación SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino) que es el Instituto que certifica la autenticidad del PCR y que tiene un día de espera como mínimo. Por eso aquellas personas que viajen a la provincia por vía terrestre (única habilitada) y estén a poco más de mil kilómetros o menos de distancia, podrán ingresar en el tiempo exigido de validez del PCR pero no lo podrán hacer aquellos que están a tres mil kilómetros por la limitación de tiempo para realizarse los análisis más el viaje.
La otra manera de entrar a la provincia es siempre con PCR negativo pero haciéndose cargo de los gastos que comprenden 14 mil pesos ( dos PCR, seguridad y control sanitario) y aproximadamente 80 mil pesos, depositados previamente, para alojarse en hoteles designados para realizar el aislamiento y también completando la solicitud de ingreso en la página oficial o enviando un mail para consultas a covid19formosa.gob.ar
Desde el otro lado de la frontera, en la república del Paraguay también hay formoseños que esperan poder entrar pero que han planteado que debido a la cotización del peso, un hisopado en la capital de ese país tiene un costo de 17 mil pesos por persona, otro filtro que funciona a manera de barrera.
Habrá que esperar el día miércoles pero todo hace presuponer que aprovechando la exposición nacional en los medios, el gobernador Gildo Insfrán, exigirá al máximo el aparato estatal para evitar un contagio comunitario, mantener el estatus sanitario y de paso realizar una campaña anticipada para otra reelección, tranqueras adentro.
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