Se conocen desde que compartieron la cátedra de Esteban Righi en la Facultad de Derecho de la UBA. Hablaron después en infinitas oportunidades, sobre todo cuando Alberto Fernández se distanció del kirchnerismo, siempre compartiendo opiniones sobre asuntos jurídicos y bastante menos de política. Es que Guillermo Montenegro abandonó la carrera judicial en el 2007, a donde había llegado a ser designado Juez Federal en el Juzgado Nº7 de la Capital en octubre de 2004, cuando Mauricio Macri le ofreció hacerse cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.
Nacido en Mar del Plata, Montenegro compitió y ganó la intendencia de General Pueyrredón en el 2019, una elección que le resultó más difícil de lo que esperaba, ya que no solo perdió Macri, sino también María Eugenia Vidal, su madrina en la candidatura local. Su principal contrincante fue Fernanda Raverta, actual titular de la ANSES, una de las dirigentes más influyentes y respetadas en el Gobierno. Tanto que Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof eligieron Mar del Plata como cierre de campaña, buscando una victoria que finalmente no se alcanzó.
Por su lado, el Presidente no fue en todo el año a Mar del Plata. Estuvo un fin de semana a pocos días de asumir, reconociendo la residencia presidencial de verano y aprovechando para reunirse con los productores teatrales, que venían muy preocupados por la crítica situación económica. Después vino la pandemia, y las zonas turísticas de la provincia de Buenos Aires se cerraron.
En Chapadmalal contaron que fue Montenegro el que escribió, dándole la bienvenida al Presidente y ofreciéndose a mantener un encuentro. Alberto Fernández reaccionó inmediatamente, organizó su agenda y lo invitó a desayunar hoy lunes.
La reunión duró una hora y media, entre las 10 y las 11.30. Y salvo unos minutos al comienzo, donde también estuvo presente la Primera Dama, se trató de un encuentro a solas. El Presidente estaba al tanto de la crítica situación de Mar del Plata, con un desempleo que en el segundo trimestre superó el 26% de la población, un número que supera el momento más dramático de la economía como fue el 2002, cuando llegó a 24.2%. También sabía de las reuniones de trabajo que Montenegro realizó con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y el de Turismo, Matías Lammens. “Seguí los problemas de producción y empleo con Santiago”, le recomendó.
Pero lo más interesante es que le agradeció haber realizado declaraciones respaldando la designación de Daniel Rafecas a la Procuración General de la Nación, las primeras que hizo un dirigente opositor en ese sentido. No debería ser sorpresa. Rafecas y Montenegro, más Ariel Lijo y Julián Ercolini, asumieron como jueces federales en lo que fue la mayor renovación del fuero desde la ampliación que se había realizado en tiempos de Carlos Menem.
Se puede decir, entonces, que el Presidente y el intendente abrevaron en una misma visión de la Justicia, que siguen compartiendo, aunque los caminos políticos se hayan bifurcado. Y aunque nadie quiso revelar detalles, Infobae pudo confirmar que “el asunto Rafecas fue el principal tema de conversación”.
Fernández reafirmó anoche, en un reportaje que dio al programa Corea del Centro que conducen los periodistas María O’Donnell y Ernesto Tenembaum, que “nadie ha planteado cambiar a Rafecas como candidato a la Procuración”, a quien definió como “un hombre de una integridad moral absoluta, lo conozco técnicamente, es preparado y moralmente intachable”.
El Presidente espera reunirse en la semana con Rafecas para dar un nuevo gesto público en favor de su postulación que, por cierto, plantea desafíos complejos en su relación con la vicepresidenta, que primero congeló el pliego enviado por el Ejecutivo y luego impulsó una ley para cambiar las condiciones de su designación y su remoción.
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