Seleccionar en la ventana de arriba a la izquierda la opción de visualización: porcentaje de la población de cada provincia alcanzada por el IFE; monto total en pesos por distrito y gasto por habitante que insumió el IFE. Al pararse sobre la provincia, se despliega la información.
Chaco y Santiago del Estero fueron las provincias con mayor porcentaje poblacional beneficiado con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el pago extraordinario que dispuso el Gobierno al dictar la cuarentena estricta a fines de marzo, y que replicó en otras dos oportunidades en los últimos seis meses. El pago de los $10.000 alcanzó al 29% del total de habitantes de esos dos distritos. Con porcentajes ligeramente inferiores, le siguen el resto de las provincias del Noreste (NEA) y el Noroeste (NOA).
En el otro extremo, la Ciudad de Buenos Aires fue la que tuvo menor cantidad de habitantes beneficiados con esta asistencia de emergencia: solo el 11% de los habitantes del distrito porteño. En tanto en Chubut, lo recibió el 12% y en Santa Cruz y Tierra del Fuego, el 13% de la población local.
El total de beneficiarios del IFE ascendió a 8.839.044 personas, el 20% de los argentinos, de acuerdo a los números oficiales de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) analizados por la Unidad de Datos de Infobae. Según el organismo conducido hoy por Fernanda Raverta, la cobertura sería aún mayor si se considera que “la prestación es por hogar, es decir, cubre a más de una persona en promedio”. Destinada a los sectores más vulnerables, “es la prestación económica de mayor alcance de la historia argentina”, afirman en la ANSES.
El IFE -que iba a ser en principio un único pago de $10.000- terminó abonándose en tres oportunidades. Si bien fueron anunciados como pagos mensuales, los desembolsos no tuvieron esa regularidad, y las fechas de cobros tuvieron retrasos. El primer pago fue abonado entre abril y mayo; el segundo pago se concretó entre junio y julio; y el tercero debía abonarse en agosto, pero terminó de pagarse en septiembre.
Según datos de la ANSES, las tres etapas del IFE implicaron una erogación total de $265.171 millones, casi un punto del del PBI. Según el informe del mes pasado de la Oficina Nacional de Presupuesto del Congreso sobre el impacto financiero del COVID-19, al 5 de octubre, se habían ejecutado $257.901 millones, cifra que representa el 28% del total de $941.328 millones destinados por el Ejecutivo a medidas económicas para enfrentar la crisis sanitaria.
El IFE fue dispuesto por un decreto del presidente Alberto Fernández y estuvo destinado a trabajadores informales y monotributistas afectados por la cuarentena, personal de casas particulares, desempleados, así como a los padres o madres beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y a las mujeres que perciben la Asignación Universal por Embarazo (AUE). Solo podía solicitarlo un integrante por familia y no podían recibirlo quienes ya cobraban otro plan social o subsidio por desempleo.
Las cifras según el distrito
En montos absolutos de dinero y beneficiarios, la provincia cuya población recibió más IFE fue Buenos Aires: $96.620 millones que fueron cobrados por 3.220.662 personas. Le sigue Córdoba con $22.162 millones percibidos por 738.729 beneficiarios, y Santa Fe, con $20.463 millones destinados a 682.098 ciudadanos con domicilio en ese distrito.
A continuación, aparecen según el análisis de Infobae, Tucumán (393.135 beneficiarios), Salta (362.988), Mendoza (356.646), CABA (348.598) y Chaco (347.639), con montos totales entre los $12.000 y los 10.000 millones. El resto estuvieron por debajo de los $10.000 millones.
Si se tiene en cuenta el gasto por habitante de este pago excepcional por la pandemia con relación a la población total de cada provincia, el ranking lo lidera Chaco: $8.658 per cápita. Le sigue Santiago del Estero, con $8.577; Formosa, con $8.132; y Corrientes, con $8.014. En el otro extremo, CABA figura con el menor gasto por el IFE por habitante,$3.400, seguida de Chubut ($3.750), Santa Cruz ($3.795) y Tierra del Fuego ($3.910).
Además de Chaco y Santiago del Estero, las otras provincias que tuvieron más de 25.000 beneficiarios por cada 100.000 habitantes fueron Formosa, Corrientes y Salta.
El IFE y el COVID
A finales de junio, una treintena de diputados de Juntos por el Cambio presentaron un proyecto para pedirle al Gobierno que no se excluyera a ninguna provincia del tercer pago del Ingreso Familiar de Emergencia. Fue luego de que se anunciara que se mantendría el beneficio sólo en las zonas más afectadas por el coronavirus y que se encuentren en la primera fase de aislamiento, como CABA, Provincia de Buenos Aires y Chaco. “El Gobierno debe considerar que, si bien hay provincias que han pasado a la fase de distanciamiento social tras el aislamiento, no significa que de la noche a la mañana se reactiven sus comercios y su industria, sigue habiendo enormes dificultades para las familias”, argumentó el diputado nacional de San Luis, Alejandro Cacace, en ese momento en declaraciones radiales.
Pero finalmente, el Ejecutivo nacional no avanzó en ese sentido, y la pandemia se expandiría con muchas más fuerza desde el AMBA hacia el interior a partir de agosto.
De hecho, si se cruzan los datos del IFE con la tasa incidencia de COVID-19, que refleja la cantidad de casos de coronavirus detectados cada 100.000 habitantes, no surge una correlación visible. Chaco, Santiago del Estero y Salta, tienen incidencias cercanas a los 1.400 casos para ese indicador, un valor que es casi la mitad del que muestran Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.
Desde la ANSES le confirmaron a Infobae que la situación de la pandemia en las distintas provincias no fue un elemento tenido en cuenta a la hora de la distribución del IFE, sino que “lo que se consideró fue la situación socio-económica de la población beneficiaria”. De hecho, las provincias con mayor cobertura del IFE son las de mayores índices de pobreza e indigencia.
Según los datos del INDEC del primer semestre, la pobreza rozó el 43% en las provincias del Noreste (Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa), en tanto el Noroeste, (Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero), tiene un 40,7% de su población bajo la línea de pobreza.
Sin cuarta etapa
El Gobierno ya anunció a través del ministro de Economía, Martín Guzmán, que no habrá un cuarto pago del IFE, lo que le permitirá al fisco ahorrar en diciembre unos $90.000 millones.
“El IFE sirvió muchísimo. Protegió a gente que estaba en una situación muy dura. Generó un efecto real en la economía. Implicó un esfuerzo importantísimo. Las medidas de protección social van evolucionando. Hoy no es el momento de un IFE 4 porque hay que mantener ciertos equilibrios para también proteger a la actividad, proteger a la gente, a todo el país”, advirtió Guzmán la semana pasada.
“Por ahora no va a haber más. En diciembre, enero y febrero se va a empezar a vacunar. Fue una asistencia de emergencia en la pandemia. No nació como un plan social, que requiere una contraprestación”, confirmaron desde la ANSES a Infobae.
“A los programas sociales ya anunciados -como el Potenciar Joven y el Potenciar Trabajo- se les van a sumar otros anuncios para cubrir a otros sectores”, aseguraron. Raverta había dicho dijo días atrás que se estaba evaluando cómo iba a reemplazarse, y se analizaba si sería “una nueva prestación” o “un nuevo derecho”. Guzmán aseguró que se buscaba “focalizar la ayuda en los sectores que más lo necesitan”.
La decisión generó críticas internas dentro del propio oficialismo, aunque se buscó que no se amplificaran públicamente. Sin embargo, en medio del debate sobre el impuesto a la riqueza, el diputado nacional del Frente de Todos, Juan Carlos Alderete, cuestionó a Fernández por finalizarlo. “El gobierno se equivocó al sacar el cuarto IFE porque vienen las fiestas”, afirmó el dirigente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) en declaraciones radiales.
Quiénes fueron los beneficiarios
En cuanto a su situación laboral o social de los que lo cobraron, el 61,7% (5,6 millones) de los que recibieron el IFE son trabajadores informales o desocupados sin seguro por desempleo. El 27% (2,4 millones) perciben la AUH o la AUE; y el 7,8% (689.445) son monotributistas categorías A, B o tienen monotributo social. Solo el 2,1% (185.620) son personal de casas particulares, en tanto apenas el 1,4% (123.747) son beneficiarios del programa Progresar destinados a los jóvenes.
“La mayoría de la población beneficiaria alcanzada por el IFE no tiene la posibilidad de acceder a un empleo formal como consecuencia de una problemática estructural”, se advierte en un informe del Observatorio de la ANSES. Para llegar a esta conclusión, tuvo en cuenta la inserción laboral en relación de dependencia de los beneficiarios del IFE en el año inmediato anterior. “Sólo 826.195 beneficiarios -el 9,3%- tuvieron al menos un mes de trabajo en relación de dependencia formal en el período febrero 2019 a enero 2020. En promedio percibieron una remuneración de $13.046 durante cuatro meses”, precisa el documento elaborado por el organismo.
Las mujeres (55,7%) son ligeramente más que los hombres (44,3%) entre los que cobraron el IFE. “Esto podría ser explicado principalmente por tres fenómenos: por un lado, la desigualdad de género se siente más en los estratos más vulnerables de la población; por el otro, en caso de haber más de un/a solicitante por hogar se le dará prioridad a la mujer y, finalmente, alrededor del 27% de los beneficios de IFE se otorgaron a titulares de AUH donde la proporción de mujeres supera al 90%”, se explica en el informe de la ANSES de julio pasado. Desde el organismo le confirmaron a este medio que los datos no variaron sustancialmente en el pago del IFE posterior.
En cuanto a las franjas etarias, el pago de emergencia es decreciente a mayor edad: la cobertura entre los 18 y 24 años es del 52%; entre 25 y 34 años, del 44%; entre 35 y 44 años, del 28%; entre 45-54 años es del 21%; y en el grupo de entre 55-65 años es del 14%.
Esta distribución de mayores beneficiarios entre los jóvenes y adultos sub-50 se vincula -según el análisis de la ANSES- con el hecho de que “son el sector de la población más castigado por el desempleo, la desigualdad y la informalidad e inestabilidad laboral”.
Los rechazados
Según los datos oficiales del organismo, la cantidad de solicitantes del IFE superó los 13,4 millones de personas, de las cuales 4,6 millones, por diversos motivos, no fueron seleccionadas.
Las principales causas de rechazo fueron tener alguna persona de su grupo familiar con empleo en relación de dependencia, o ingresos por jubilación o pensión; o ser titulares - o alguien de su grupo familiar- de algún plan social incompatible; no haber superado el control socioeconómico o de gastos; ser monotributistas categoría C o superior; otro beneficiario en el grupo familiar que percibía la AUH y se le asignó el IFE a esa persona; o extranjeros con datos insuficientes.
Cómo se procesó la información
La Unidad de Datos de Infobae descargó los datos de pagos del IFE del repositorio de datos abiertos del gobierno nacional.
La información se procesó en formato abierto y se calcularon varios indicadores como gasto per cápita, beneficiarios por 100.000 habitantes y porcentaje de población alcanzada. También se llevó a datos abiertos información contenida en este documento de ANSES, que estaba en formato cerrado, para graficar el perfil de los beneficiarios.
Para consultar y descargar la hoja de cálculo, siga este enlace.
Visualizaciones: Daniela Czibener
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