El presidente Alberto Fernández se refirió hoy a los personalismos como una de las cosas que busca cambiar “dentro de la coalición y dentro del peronismo mismo”, aunque reconoció que es algo que a muchos “les cuesta entender”. “Yo no creo en los personalismos; yo descreo de los personalismos”, aseveró.
El Presidente hizo estas declaraciones en una entrevista con los periodistas María O’Donnell y Ernesto Tenembaum para el programa Corea del Centro, que se emitió por el canal NET TV. En la charla, Alberto Fernández reveló que muchas veces en su entorno le dicen “plantate, hacé el albertismo”, algo a lo cual él se niega porque en su opinión “uno de los problemas de la política argentina han sido los personalismos y lo que la política argentina necesita es que uno vaya detrás de un proyecto y no de una persona”.
“No voy a hacer albertismo -sentenció el Presidente-. Ni me voy a plantar delante de nadie.” “Yo voy a hacer lo que debo hacer de acuerdo a mis convicciones y voy a tratar de que esta fuerza política siga funcionando más allá de Cristina, de Alberto y de Massa”, continuó, mencionando a tres referentes de la coalición de gobierno que en sus trayectorias han tenido tanto coincidencias como diferencias, y hasta han competido entre sí.
En esta línea de erradicar personalismos, Fernández también dijo que tratará de “generar la cantidad de dirigentes que sean necesarios para tenerlos de reemplazo”.
Se adelantó entonces a una posible reacción de sus interlocutores: “Está claro que con esto que les estoy diciendo, ustedes van a decir ‘este tipo no es peronista’, porque así no funciona el peronismo”, señaló, asumiendo como propia una crítica que los opositores suelen hacerle a ese movimiento.
“Pero es que yo creo que es uno de los problemas que tuvimos los peronistas que, desde que murió Perón, estamos buscando el reemplazo-explicó Fernández-. No hay otro Perón, hay uno solo. Nace una vez al siglo y no va a ocurrir más. Entonces Perón que era mucho más inteligente que nosotros ¿qué dijo? La organización vence al tiempo. Organizarse. Organizarse en un proyecto político donde los personalismos no existan”.
— Salvo el mío, decía Perón — acotó en ese momento Ernesto Tenembaum.
— No, pero Perón era Perón. Por eso, repito, personajes así nacen una vez en la historia — replicó el Presidente.
— ¿Cristina no (fue Perón)? — preguntó María O’Donnell.
— Cristina es una gran dirigente, pero no fue Perón, claramente, con todo el respeto que.... Si hay alguien que quiero entrañablemente y de quien me considero discípulo es Néstor Kirchner, pero no fue Perón — concluyó Alberto Fernández.
El dilema de construir o no el albertismo, atribuido a referentes de segunda línea que forman parte del entorno del actual Presidente, fue una de las especulaciones reiteradas entre los analistas políticos desde el inicio de esta gestión presidencial. Fernández confirma en cierto modo la existencia de esa intención en algunos de sus colaboradores, pero asegura no compartirla. Es la primera vez que el mandatario se refiere al tema de un modo tan explícito.
La otra especulación que rodea la gestión del Presidente desde el primer día es acerca del carácter del liderazgo que sigue ejerciendo Cristina Kirchner. La vicepresidente terció recientemente en ese debate a través de una carta pública en la cual aclaró que Alberto Fernández “toma todas las decisiones de gobierno”.
En el momento de la publicación de aquella carta, tanto el Presidente como sus colaboradores más cercanos buscaron interpretarla como un respaldo, pese a las criticas que contenía por ejemplo “a funcionarios que no funcionan”. Sin embargo ahora, luego de una segunda carta -ésta dirigida al Fondo Monetario Internacional por el bloque de senadores oficialistas, es decir, una nueva iniciativa de la vicepresidente, aunque no llevase su firma-, desde el entorno presidencial trasciende cierta fatiga o hartazgo con iniciativas que parecen confirmar las especulaciones sobre un doble comando o, más aun, socavar la autoridad del Presidente.
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