El presidente Alberto Fernández dijo este jueves que con el proyecto enviado al Congreso sobre legalización del aborto no se está haciendo obligatoria esa práctica “sino garantizando la vida de la mujer que enfrenta un embarazo”, y se manifestó confiado en que en esta oportunidad la iniciativa será sancionada por el Congreso.
”Creo que estamos en condiciones de que esta vez el aborto se convierta en ley”, dijo el mandatario esa mañana en declaraciones a radio Futurock. Y agregó: “Frente a la mejora de la situación sanitaria entendí que era el momento de enviar el proyecto y cumplir con mi palabra”.
Asimismo, afirmó: “Me siento el abanderado de este reclamo. Esta vez no habrá un presidente llamando a un gobernador para que sus senadores voten en contra. Haré todos mis esfuerzos para que el proyecto de aborto salga y se convierta en ley”.
A principio de semana, Fernández anunció el envío al Congreso del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. Lo hizo a través de un video que publicó en su cuenta personal de Twitter.
“Tengo la convicción de que es necesario para la Argentina. Entiendo que estamos en condiciones de que se convierta en ley. Creo que la diferencia con otros tiempos es que, más allá de la enorme lucha del movimiento feminista, me siento el abanderado de este reclamo”.
Fernández afirmó “que el Presidente reclame el tratamiento y aprobación y que diga que es necesario, me parece que genera un escenario un poco distinto”, explicó.
“Esta vez no es un presidente que cumplió mandando una ley para que no digan ‘no cumplió’. Sino que activamente se preocupa por el tema”, agregó.
Fernández reiteró que el Estado no debe desentenderse de la problemática de salud pública que implican los abortos clandestinos y contó que planteó su posición a las autoridades de la iglesia católica durante su última visita al Vaticano.
“El aborto no es un problema de dogmas religiosos sino más bien de decisiones personales. Yo soy católico pero tengo que resolver un tema de salud pública”, enfatizó el mandatario en este sentido.
Finalmente, el Presidente aseguró que la intención no es hacer obligatorio el aborto, “es más, queremos garantizar la vida de la mujer que enfrenta un embarazo”, y explicó que por eso mandó “la ley del aborto y el proyecto de los 1000 días para terminar con la hipocresía”.
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