Fue una cena cordial, hubo coincidencias en profundizar la integración regional y no hubo lugar para recordar las recientes tensiones políticas. En este clima se desarrolló anoche una reunión del embajador argentino, Daniel Scioli, con el hijo del presidente de Brasil, Jair Bolsonario, el diputado Eduardo Bolsonaro, y el canciller Ernesto Araujo.
“Hablamos de todo y coincidimos en la vocación de ambos gobiernos en reforzar las relaciones bilaterales de Brasil y la Argentina”, expresó Scioli a Infobae al mencionar su encuentro con Eduardo Bolsonaro.
Nada dijo Scioli de los cuestionamientos del diputado Bolsonaro hacia la Argentina, quien hace menos de dos meses había cuestionado duramente al gobierno de Alberto Fernández por imponer una extensa cuarentena y lo culpó de convertir a la Argentina en “una calamidad” económico-social.
No fueron las únicas expresiones contra la Argentina. El presidente Jair Bolsonaro luego sostuvo que la economía de Argentina “está pésimamente mal”, lo cual atribuyó a que los ciudadanos eligieron al “comunismo”. Y antes había dicho que por causa de la pandemia de coronavirus, Argentina tuvo “el confinamiento más agudo del mundo”, y apuntó que, por esa razón, “la economía argentina está yendo muy mal, pésimamente mal”.
Sin embargo, en la cena de anoche en Brasilia, en la residencia del secretario de Asuntos Estratégicos de Brasil, el almirante Viana Rocha, no se habló ni una palabra de los cuestionamientos del Presidente brasilero a la Argentina. Al menos Scioli y las fuentes diplomáticas de Brasil consultadas por Infobae negaron que se haya hablado anoche de tensiones bilaterales recientes.
Por el contrario, el embajador argentino expresó que con Bolsonaro junior, Araujo y Rocha se habló de la necesidad de apuntalar la integración regional. Es que en la cena de anoche también había embajadores de Paraguay y Uruguay.
En ese contexto, Scioli destacó los acuerdos militares recientes sellados entre ambos países para avanzar en operativos conjuntos, de la agenda energética y de los acuerdos comerciales recientes para equilibrar la balanza comercial.
“Hemos superado los desencuentros pasados”, se limitó a decir Scioli en referencia a las permanentes críticas que hubo del presidente de Brasil y su hijo hacia la Argentina. Así, el embajador argentino prefirió evitar el tema y hablar de “la agenda positiva” entre ambos países.
No obstante, en la reunión de anoche nada se habló de un eventual encuentro de presidentes que Scioli quería cerrar antes de fin de año. Nada de esto será posible. Los ánimos en la Casa Rosada no están tan flexibles con Brasil como para que Alberto Fernández se siente a dialogar personalmente con Jair Bolsonaro en estos momentos. Se sabe que el presidente argentino está muy molesto con su par de Brasil por las reiteradas críticas que recibe y prefiere no contestar. Tampoco tiene en mente un encuentro bilateral por el momento.
En el encuentro que Scioli había mantenido en Planalto con el presidente Bolsonaro hubo buena predisposición del mandatario de Brasil para un encuentro con Alberto Fernández. Pero luego llegaron reiteradas críticas del jefe de Estado brasilero y la posibilidad de una reunión bilateral de jefes de Estado quedó archivada.
Hay, por cierto, un tema pendiente que le interesa a la Argentina y es la incorporación de Bolivia como miembro pleno del Mercosur. Se trata de un reclamo de la nueva administración socialista de Luis Arce pero que choca con una decisión de Brasil: el Parlamento brasilero es el único del bloque que aún debe aprobar la incorporación de Bolivia como miembro pleno del Mercosur.
Al parecer, nada de esto se habló en la cena de anoche en la residencia del almirante Rocha, un hombre de plena confianza de Bolsonaro que ocupa una oficina pegada al despacho presidencial.
Seguramente la aparición de un nuevo mapa regional y la necesidad de sumar a Bolivia al Mercosur quedará expuesta por la Argentina el 16 de diciembre cuando Alberto Fernández asuma la presidencia pro témpore del Mercosur. Se espera que allí haya un planteo formal de la Argentina para ampliar el bloque.
También queda otro tema espinoso en el Mercosur y es el de la suspensión de Venezuela como miembro pleno por no cumplir las normativas del bloque. Esto se dio durante el gobierno de Mauricio Macri aunque por el momento en el gobierno argentino no hay indicio alguno de que vayan a hacer de ello un planteo formal.
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