“No tiene ninguna experiencia, es una vergüenza que el Estado le permita a un joven que no tiene relación con el Estado que vaya y ocupe, porque cuando aparece él, el que está ocupando es el Estado. Tal vez tenga buenas intenciones, pero las cosas tienen que hacerse bien, los derechos no se defienden contra los derechos de otros ciudadanos”, dijo Eduardo Duhalde desde Uruguay, al presentar su libro América Latina. Una tierra para todos, en el que cuenta su experiencia cuando fue gobernador de la provincia de Buenos Aires en materia de vivienda y consejos para implementar en este momento.
Las tomas de tierras, las políticas de estado para garantizar el derecho constitución a una vivienda digna, el crédito para acceder al financiamiento, el rol de la política para lograr los consensos que no generen violencia ni protestas sociales, fueron los temas que se abordaron en la hora de una charla que presentó el director del Movimiento Productivo Argentino (MPA), Carlos Brown, que tuvo a la es secretaria de vivienda de Duhalde, Marcela Bianchi, como primera oradora.
Ante una consulta, el ex presidente dijo que “el impuesto a la riqueza nace con muchas prevenciones, se lo dije a Sergio Massa, así que el que avisa no es traidor: si ustedes antes no hacen esfuerzo de la política lo mínimo que se les puede decir es que son unos caraduras". “No lo estudié, pero no está mal que los que tienen dinero hagan un aporte extraordinaria, aunque a mí (Massa) me prometió que primero iba a haber un recorte de la política”, aseguró.
Anticipó, por otro lado, que “por lo que veo y hablo con los empresarios conocidos, va a haber muchos problemas para cobrarlo, habrá más juicios que ingresos. En momentos críticos como el que está pasando el país, no puede darse el lujo de plantear algo que podría fracasar”.
Duhalde, por otro lado, destacó que “junto a Bolivia, los argentinos tenemos 15 habitantes por kilómetro cuadrado, o sea que hay gran cantidad de tierras que podrían distribuirse con una política adecuada.” Y recordó la tarea realizada por Domingo Faustino Sarmiento, que sabía que la Constitución garantiza el derecho a la vivienda, cuando repartió tierras en Chivilcoy, tomando el ejemplo que vio en los Estados Unidos en 1850.
“Quedó sorprendido por cómo se repartía la tierra y él hizo lo mismo en Chivilcoy, donde cada familia tenía que pagar una cuota razonable de acuerdo a su capacidad de ingresos, era el 10% del salario mínimo, pero tenía que pagar, como un gesto de compromiso”, contó. Y se lamentó que “el éxito de Chivilcoy lo entusiasmó con hacer 100 Chivilcoy en todo el país, pero no fue comprendido por los políticos del momento, no lo respaldaron lamentablemente”.
De su experiencia como gobernador, relató que “en la provincia nunca tuvimos que expropiar un pedazo de tierra. Hay personas a las que les fuimos hablando. Le pedimos 20 hectáreas y no pagar impuestos por cinco años. La gente quiere colaborar. Pero hay que hablarle. Tenemos que buscar soluciones, siempre hay soluciones.”
Y destacó que “cada familia tiene el derecho constitucional a tener una vivienda. Por su lado, el propietario también tiene un derecho constitucional, que es a la propiedad privada. Todos los derechos son iguales. Es el Estado el que tiene que encontrar las soluciones, sin generar conflictos”.
Consultado sobre el último cambio que hubo en el área, el ex presidente dijo que “yo tuve mucho contacto con María Eugenia Bielsa y la vi muy sola. Se lo dije, le anticipé que así no va a poder trabajar. Me consta que se esforzaba y mucha gente amiga quería colaborar, pero realmente no pudo avanzar”. Sobre Jorge Ferraresi, quien la reemplazó, comentó que “yo no lo conozco, sé que es un hombre de Cristina Kirchner, y sé que tiene el concepto de ser un buen intendente. Más de eso no puedo decir”.
También destacó la experiencia de Singapur, “un país que tiene una experiencia brillante en el tema vivienda”, cuyo primer ministro, Lee Hsein Loong, al llegar al poder declaró que su país era un “pozo negro de miseria y de degradación”, al poco tiempo implementó dos grandes programas, uno de vivienda y otro de empleo. “Hoy es uno de los países que más crecieron en el mundo”, puntualizó.
Finalmente, Duhalde reconoció que “el acceso al crédito es parte del problema a resolver. Cuando nos casamos con Chiche ella era maestra y yo era empleado de primera categoría en el municipio. Compramos nuestra primera vivienda con un crédito del Banco Hipotecario. Era la década del 70. Hoy esto sería imposible”.
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