El Interbloque de senadores de Juntos por el Cambio defendió la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que encaró el gobierno de Mauricio Macri, al sostener que “lo hizo para enfrentar el alto déficit fiscal que había dejado la administración de Cristina Kirchner y para atender el endeudamiento que también se heredó de esa gestión”. Y advirtió que la carta de los senadores del Frente de Todos a la misión del FMI en la Argentina “sorprendentemente cuestiona el camino de negociación con el FMI que transita su propio gobierno" y “no ayuda a encontrar coincidencias necesarias para superar décadas de retroceso en materia económica y social”.
En otro de sus párrafos, el comunicado de los legisladores consideró que “el gobierno del presidente Alberto Fernández está llevando adelante un fuerte ajuste que impacta sobre los sectores más vulnerables y afecta gravemente las perspectivas del sector productivo en la Argentina”.
“Creemos en los consensos sobre políticas de Estado, pero consideramos que debe haber una voluntad real para buscar coincidencias. Por el contrario, la exacerbación de antagonismos y la búsqueda de divisiones para sustentar un relato anacrónico sólo provocan crispación en los argentinos y retrasan el esfuerzo necesario para la reconstrucción”, sostuvieron los senadores.
La postura de los legisladores opositores fue resuelta esta mañana durante el Zoom de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, durante el cual Macri planteó que “no hay que dejarle pasar al Gobierno algunos relatos que quieren instalar, como en el de la negociación con el Fondo”.
Los senadores del Frente de Todos entregaron una carta a los integrantes de la misión del Fondo que visitan la Argentina, que fue redactada por Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina Kirchner, junto con el jefe del bloque, José Mayans: consideraron “irresponsable” la entrega de fondos por parte del organismo internacional en el marco del stand by concedido dos años atrás y piden que el FMI “se abstenga de exigir o condicionar las políticas económicas de la Argentina para los próximos años”, al tiempo que proponen reconsiderar los intereses, un período de espera para el inicio de los pagos hasta el 2025 y un plazo de amortización en “varias décadas”.
Esta mañana, el presidente Alberto Fernández elogió el mensaje de los senadores oficialistas porque, según destacó, “dejaron muy en claro lo que le pasó a la Argentina con un cuidado y un nivel de detalles que permite ver lo que le dije al Fondo en la campaña: les recordé cómo habían violado los estatutos para financiar la especulación financiera y la salida de capitales”.
El primer mandatario, durante un acto en Tigre del que participó por videoconferencia al estar aislado preventivamente tras el contagio de coronavirus de Gustavo Béliz, señaló que “esta vez el ajuste no lo van a pagar los más humildes, sino los acreedores, los que especularon” y expresó la necesidad de que el país crezca “sin seguir endeudándose” porque “el endeudamiento ha hecho un daño enorme a la economía argentina”.
En su respuesta, firmada por los tres presidentes de los bloques, Humberto Schiavoni (PRO), Luis Naidenoff (UCR) y Juan Carlos Romero (Bloque Federal), el Interbloque de Juntos por el Cambio consideró que "la carta de los senadores oficialistas, que sorprendentemente cuestiona el camino de negociación con el FMI que transita su propio gobierno, no ayuda a encontrar coincidencias necesarias para superar décadas de retroceso en materia económica y social”.
“El gobierno del presidente Mauricio Macri no se endeudó por una especial vocación por contraer compromisos externos -sostuvo el interbloque de senadores opositores en su comunicado-. Lo hizo para enfrentar el alto déficit fiscal que había dejado la administración de Cristina Kirchner y para atender el endeudamiento que también se heredó de esa gestión”.
Destacó que “en materia de endeudamiento hay que destacar que dos de cada tres dólares de la deuda que tomó el gobierno del presidente Macri se destinaron a hacer frente a los compromisos que dejó la gestión de Cristina Kirchner” y que “se emitió deuda por aproximadamente 275.000 millones de dólares, de los cuales unos 195.000 millones se aplicaron a cancelar compromisos que contrajo el kirchnerismo”. “El resto se destinó a reducir un elevado déficit fiscal heredado”, agregó.
Los senadores de JxC puntualizaron que "la Argentina necesita con urgencia un amplio acuerdo de todos los sectores para la reconstrucción económica y social, y que “estamos ante una oportunidad histórica para encarar ese camino”, pero advirtieron que “la condición es que dejemos de lado comportamientos mezquinos, imputaciones sin fundamento, posicionamientos partidistas y esa vocación recurrente de adjudicarnos culpas por décadas de decadencia”.
Por eso destacaron que la carta que los senadores del Frente de Todos dirigieron al FMI y al Gobierno “nada aporta en esa dirección” y afirmaron: “Con acusaciones sin sustento y ánimo de despojarse de responsabilidades, se pretende enmascarar que el gobierno del presidente Alberto Fernández está llevando adelante un fuerte ajuste que impacta sobre los sectores más vulnerables y afecta gravemente las perspectivas del sector productivo en la Argentina”.
Para los legisladores de JxC, “se cuestiona el acuerdo stand by firmado durante la gestión del presidente Mauricio Macri, pero se omite señalar que el nuevo programa que se negocia actualmente con el FMI, llamado de Facilidades Extendidas, contempla mayores condicionalidades que un stand by a través de la exigencia de nuevas medidas que contrarían el relato oficial”.
“En esa dirección se inscribe el cambio de la fórmula de movilidad para los haberes previsionales -agregaron-, que supondrá un duro retroceso en el nivel de vida de los jubilados. También la anunciada suspensión de la asistencia social a los sectores más desprotegidos, así como a amplios segmentos productivos que se han visto perjudicados por la interminable cuarentena que dispuso el Gobierno. Y por cierto, las crecientes turbulencias en el frente cambiario, que ya derivaron en un fuerte salto de la inflación, con el consiguiente perjuicio para toda la población”.
En el comunicado, el Interbloque de senadores de la oposición indicó que “el Gobierno ha comenzado a convertir en letra muerta las proyecciones del Presupuesto 2021 mediante la negociación que ha encarado con el FMI para un acuerdo de largo plazo”.
Al referirse a la negociación con el FMI del gobierno de Macri, los legisladores afirmaron: “Ratificamos que el acuerdo stand by suscripto en 2018 respetó todos los procedimientos administrativos previstos en la normativa vigente. Las actuaciones correspondientes pueden consultarse tanto en el Ministerio de Economía como en el Banco Central de la República Argentina. Allí están disponibles los informes económicos y los dictámenes jurídicos que resultaban indispensables para tramitar el acuerdo”.
“El gobierno del presidente Mauricio Macri no se endeudó por una especial vocación por contraer compromisos externos -agregaron-. Lo hizo para enfrentar el alto déficit fiscal que había dejado la administración de Cristina Kirchner y para atender el endeudamiento que también se heredó de esa gestión”. Y brindaron datos: “Entre 2003 y 2015 el gasto público primario de Nación y Provincias trepó del 23,2% al 42,6% del PBI, mientras que entre 2016 y 2019, en cambio, se redujo el déficit primario en más de 3 puntos del PBI y el gasto público en más de 6 puntos del producto”.
Según los senadores de Juntos por el Cambio, “en materia de endeudamiento hay que destacar que dos de cada tres dólares de la deuda que tomó el gobierno del presidente Macri se destinaron a hacer frente a los compromisos que dejó la gestión de Cristina Kirchner". “Se emitió deuda por aproximadamente 275.000 millones de dólares, de los cuales unos 195.000 millones se aplicaron a cancelar compromisos que contrajo el kirchnerismo. El resto se destinó a reducir un elevado déficit fiscal heredado”, añadieron.
El comunicado de los senadores de Juntos por el Cambio sigue en estos términos:
"La carta de los senadores del Frente de Todos alude de manera conspirativa a la “fuga de capitales” para objetar los términos del acuerdo stand by con el FMI. Esa “fuga de capitales” no es otra cosa que la decisión de los argentinos de ahorrar en divisas ante la ausencia de políticas en las últimas décadas que permitieran el fortalecimiento de la moneda nacional.
"Si hay que hablar de “fuga” es preciso recordar que entre 2008 y 2011 representó más de 70.000 millones de dólares, lo cual originó la adopción de innumerables restricciones cambiarias que afectaron a empresas e individuos.
"Esa realidad también condiciona al actual gobierno. Sólo en agosto de este año más de 4 millones de personas compraron dólares en el mercado oficial. Y la presión continúa, a pesar de múltiples limitaciones y prohibiciones. ¿Acaso objetarán los senadores del Frente de todos que el FMI acceda a acordar con un gobierno que habilita la “fuga de divisas”?
"La situación económica generada por el gobierno es extremadamente crítica. El PBI caerá este año más del 12%, mientras la pobreza se encamina a alcanzar el 45% y se extienden los cierres de empresas y la desaparición de fuentes de trabajo.
"El déficit fiscal llegaría al 8% del PBI y no hay certezas de que se pueda cumplir la meta de 4,5% para 2021 incluida en el Presupuesto. Esa proyección, como la que contempla un crecimiento del 5,5% del PBI, es la evidencia de un mero voluntarismo. El ajuste que está en marcha hace prever que el año próximo también será recesivo.
“Por todas estas razones consideramos que la carta de los senadores oficialistas -que sorprendentemente cuestiona el camino de negociación con el FMI que transita su propio gobierno- no ayuda a encontrar coincidencias necesarias para superar décadas de retroceso en materia económica y social. De los últimos 45 años en la Argentina, 20 fueron recesivos”.
"La Argentina debe recuperar la confianza perdida. La sociedad debe confiar en que su dirigencia buscará los caminos necesarios para detener el retroceso y lanzar una estrategia de desarrollo. Y el mundo debe volver a percibir que la Argentina puede ser un país confiable, que honra sus compromisos y que ofrece previsibilidad y certeza sobre su futuro.
"Creemos en los consensos sobre políticas de Estado. Pero consideramos que debe haber una voluntad real para buscar coincidencias. Por el contrario, la exacerbación de antagonismos y la búsqueda de divisiones para sustentar un relato anacrónico sólo provocan crispación en los argentinos y retrasan el esfuerzo necesario para la reconstrucción.
“La dirigencia política tiene el compromiso de hallar el camino para volver a crecer, atrayendo inversiones, estimulando al sector productivo, afianzando la inclusión, garantizando un escenario macroeconómico estable, con reglas de juego que no se alteren y con pleno respeto al funcionamiento de las instituciones”.
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