Gildo Insfrán tiene un método particular para enfrentar las consecuencias sanitarias causadas por la pandemia del COVID-19. El gobernador de Formosa cerró los límites interprovinciales, ha reducido al máximo las actividades comerciales y sociales, y tiene una política de circulación que aún remite a los primeros días de la cuarentena dispuesta en marzo por Alberto Fernández.
Insfrán mantiene prohibida la pesca deportiva embarcada, la actividad en clubes deportivos y los gimnasios privados, los bares y restaurantes pueden abrir solo cinco horas -de 19 a 24- viernes, sábados y domingos. A a su vez, las clases presenciales en el sistema educativo se limitan a muy pocos establecimientos, tanto en la capital como en el interior. Y la administración pública solo atiende por turno previo a los vecinos que requieran realizar algún trámite.
Los datos oficiales sobre el bajo impacto de la pandemia de coronavirus entre la población de Formosa le permite al gobernador formoseño contabilizar que en la provincia ha habido un solo muerto a la fecha y la cantidad de casos positivos se mantiene entre las más bajas del país, información que para él y su entorno avalan las distintas medidas dispuestas en estos meses de coronavirus en el mundo.
La información oficial al domingo 8 de noviembre arroja que hubo hasta el momento 189 casos diagnosticados, con 27 pacientes internados, y un muerto. La administración provincial también informó que se han realizado 21.337 test de búsqueda de coronavirus entre la población, arrojando un 0,89 % de porcentaje de positividad.
El plan de Insfrán contempla dos aspectos centrales, el sanitario y el control del movimiento de personas y cargas, tanto dentro de los límites provinciales como para el ingreso a Formosa de los no residentes. Para ingresar a suelo formoseño se debe gestionar -a través de la web oficial- una autorización donde el solicitante está obligado a explicitar los motivos del viaje y datos personales como si se estuviera cruzando el Muro de Berlín durante la Guerra Fría.
La autorización administrativa ingresa a un sistema de calificación dependiendo de cada situación y los funcionarios de Insfrán deciden día de autorización y pasos sanitarios que deben cumplir. Esto es un hisopado previo negativo para COVID-19 y el alojamiento en los lugares disponibles de los centros preventivos. En su momento, más de 11.000 personas aguardaron la autorización respectiva. Y aún están esperando unas 7.522 personas.
Clorinda, ciudad fronteriza con el Paraguay, es la única con circulación viral y la población de esa localidad soporta un “bloqueo sanitario” que regula el ingreso y salidas de personas. Esta situación viene generando muchísimos reclamos y hasta marchas por las calles pidiendo el levantamiento de ese estatus sanitario. El paso a Paraguay -de ida y vuelta- está cerrado con excepción del tránsito internacional de cargas.
Formosa aplicaba desde el inicio de la cuarentena un ingreso flexible, con una estadía obligada en un centro alojamiento preventivo durante una quincena, pero el 11 de junio se confirmó el primer caso positivo e Insfrán blindó y cerró sus límites interprovinciales.
Este bloqueo con Chaco y Salta comenzó a generar que personas que estaban autorizadas a ingresar perdieran esa posibilidad, lo que causó una concentración de viajeros en la localidad chaqueña de Puerto Eva Perón que llegaron a la vera del río Bermejo sin poder cruzar a su provincia. Así aparecieron los denominados Varados.
Mauro Ledesma, un joven de 23 años sin domicilio en Formosa, no resistió la falta de respuesta oficial para ver a su familia e intentó cruzar de noche el río Bermejo. Se murió ahogado.
En esta coyuntura, se libra una batalla jurídica que protagonizan “Los Varados” y la administración peronista de Formosa. Insfrán no quiere modificar su estrategia de control de la pandemia, mientras que la justicia federal ya ordenó cientos de amparos que permiten el ingreso delos formoseños que desean volver a su hogar y a su rutina personal.
El médico epidemiólogo Mario Romero Bruno defendió la estrategia del gobernador. “No hay comparación, nosotros apuntamos a la supresión de la pandemia, en tanto otros optaron por aplanar la curva y nuestros resultados son elocuentes”, dijo en referencia a las estadísticas de otras provincias.
El doctor Bruno obvió comentar que la única manera de frenar al COVID-19 es a través de la vacuna que se investiga alrededor del planeta. Bruno es empleado público de Insfran: trabaja como director del Hospital Central de Formosa.