Los empresarios argentinos deberían estar al tanto de cuál es la miniserie que vio y recomienda -fervorosamente- Máximo Kirchner. Se trata de Detlev Rohwedder, un crimen perfecto, cuatro capítulos de un docudrama alemán sobre el asesinato del empresario que tuvo la misión de hacer competitivas 15.000 fábricas de la RDA a partir de 1990, después de la reunificación. La tarea era titánica. La Alemania Democrática garantizaba el pleno empleo y vivienda a cada uno de los trabajadores, pero la economía estaba estancada hacía años. Funcionaba como una “rueda en una jaula de hamsters”, a la espera del momento de la explosión.
Rohwedder era un empresario exitoso, destacado por haber trabajado para que Alemania occidental exporte tecnología nuclear y, en 1979, fue nombrado director del grupo siderúrgido Hoesch AG, desde donde supervisó su reestructuración y reorganización, responsabilidad que abandonó cuando el canciller Helmut Kohl, con quien tenía gran afinidad, le pidió el sacrificio de trasladarse a Düsserdolf para encarar la que terminó con su vida.
Su asesinato deja a las claras las tensiones que surgen en una sociedad cuando se busca pasar de una economía estatal a otra capitalista. Las consecuencias que generaron sus decisiones desacomodaron a una población que pocos meses antes no tenía variedad de yogures para elegir en el supermercado, pero tampoco le alcanzaba el seguro el desempleo para comprar siquiera uno. Las movilizaciones contra el nuevo modelo se hicieron cada vez más agresivas pero, aún así, Rohwedder salía a dar reportajes para pedir tiempo y explicar lo que vendría. Del lado occidental, los alemanes no toleraban esas protestas. “Viven del dinero de nuestros impuestos”, se quejaban.
Aunque nunca quedó aclarado, es probable que el crimen del empresario haya sido perpetrado por la Fracción del Ejército Rojo (RAF), una tercera generación de un grupo terrorista que venía asesinando a banqueros, industriales y que también atentó contra la embajada norteamericana en Bonn. El proceso de reunificación continuó, las empresas fueron privatizadas y el producto empezó a crecer, llevando a Alemania al cuarto lugar en la economía global. Lutz Taufer, miembro de la RAF, que estuvo 20 años preso en distintas condiciones de aislamiento, lo puso así: “No puedes dispararle al capitalismo, o alguien lo habría hecho hace mucho”.
¿Querrá el heredero de los Kirchner lograr lo que nadie pudo, hasta ahora? El clima reflejado en la miniserie despertó su interés. Son varios los integrantes de La Cámpora que están viendo el docudrama que produjo Netflix, quizás por la nostalgia que se huele de un mundo que puede desenvolverse sin la apremiante realidad del capital, esa burbuja que funciona hasta que un día deja de hacerlo. Mientras tanto, quién nos quita las canciones. La pandemia recreó una esperanza distinta en los jóvenes del poder. No comen vidrio, pero creen que un mundo nuevo es posible y de un modo que recién empiezan a vislumbrar, están dispuestos a transitarlo.
¿La vacuna Sputnik-V es un camino? Los rusos están especialmente atraídos por Axel Kicillof quien, prolijamente, en el mes de mayo tomó contacto con la embajada de la Federación Rusa en la Argentina y mantuvo una larga conversación por Zoom con el responsable comercial a cargo del tema, que depende directamente del Ministerio de Industria y Comercio de su país. Sin dar detalles de fechas ni nombres, lo reveló el propio Gobernador en la conferencia de prensa que realizó el viernes. Dijo, incluso, que contactó a varios laboratorios de otros países, también.
Los rusos en la Argentina quedaron tan conformes con ese accionar prolijo de Kicillof, que continuó las negociaciones con su jefe de Gabinete Carlos Bianco y sin intentar falsos influyentes, que hasta se llegó al punto de que la provincia de Buenos Aires tenía más avanzadas las negociaciones con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) que está a cargo de la producción y comercialización de la vacuna, que el Ministerio de Salud tuvo que apelar a la ayuda de su equipo para destrabar las conversaciones.
Y en la provincia no lo confirman, pero un funcionario involucrado en la negociación dio a entender que los primeros 6 millones de bonaerenses que Kicillof en conferencia de prensa dijo que serán los primeros vacunados, lo harán con un lote que viene especialmente a fines de noviembre o principios de diciembre desde la Federación Rusa (cuando estará disponible para los rusos), o sea un mes antes que el resto, que vendría recién a fines de diciembre o principios de enero, y desde otros destinos, México o Brasil.
Habrá que ver qué se concreta. Porque desde Moscú se informó en reiteradas oportunidades que también India hizo un acuerdo para la producción de Sputnik-V, lo que no fue ratificado por la representación en Buenos Aires, que específicamente habla de cuatro desarrollos que están en etapas avanzadas de desarrollo en sus laboratorios, entre los que no está el que investigó el laboratorio ruso Gamaleya.
Otro equívoco que suele repetirse involucra a la Vicepresidenta. Fuentes del Grupo de Iniciativa Binacional ArgenRus aseguraron a Infobae que, contrariamente a lo que se cree, “esta no es la vacuna de Cristina” Fernández de Kirchner y que la reunión con el embajador de la Federación Rusa, Dmitry V. Feoktistov, había sido pedida varios meses antes, para retomar el vínculo geopolítico. Es que ella fue la que firmó los Acuerdos de Cooperación Estratégica cuando era presidenta. “Ella confirmó la reunión una vez que estaban los conversaciones con la Argentina ya estaban bien avanzadas y en buena marcha”, explicaron.
Mientras tanto, en la Casa Rosada aseguraron que ya se despliega la nueva imagen del Presidente, que estaría decidido a mostrar una gestión más robusta y un posicionamiento independiente de Cristina. Dijeron que el anuncio “pragmático” de la vacuna Stupnik-V y la entrada en el AMBA de la más flexible DISPO, aún con los riesgos que pueda conllevar, tienen el sello de lo que viene.
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