Para ocupar ese puesto había sido propuesta Alicia Castro, pero finalmente el santiagueño Eduardo Antonio Zuain, de 58 años, quien se desempeñara como vicecanciller y secretario de Relaciones Exteriores del segundo mandato de Cristina Kirchner y fuera procesado por “traición a la patria” por el memorándum con Irán, será postulado como nuevo embajador en Rusia. Fuentes de la Cancillería argentina le aseguraron a Infobae que el pliego para la designación del diplomático será enviado al Senado en los próximos días para su aprobación.
El “Chango” Zuain, nacido el 4 de noviembre de 1962 en la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, deberá renunciar a su actual cargo como director en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) para ser el representante en el país que conduce Vladimir Putin y que estaba vacante tras el regreso al país del ex embajador Ricardo Lagorio.
En este Instituto trabaja Zuain desde que fue designado por decreto a principios de marzo de este 2020. El funcionario preside el organismo único que se ocupa de la selección, formación e incorporación de los funcionarios diplomáticos argentinos. La elección de Zuain se da mientras Argentina negocia la compra de varios millones de dosis de la vacuna Sputnik V desarrollada por los rusos.
Así se cubrirá el hueco en Moscú por la renuncia a su designación que dejó Alicia Castro, también bajo el ala cristinista, quien se mostró en desacuerdo con la decisión del Gobierno de Alberto Fernández de condenar a Venezuela por violaciones a los derechos humanos.
Zuain es uno de los embajadores de carrera más cercanos a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Fue vicecanciller y secretario de Relaciones Exteriores por iniciativa y decisión de CFK a partir del 10 de diciembre de 2011 y permaneció en el cargo hasta el fin del segundo gobierno de la mandataria, el 9 de diciembre de 2015.
Fue uno de los funcionarios que más ascendieron dentro del servicio exterior durante los gobiernos de Cristina Kirchner y pese a su fuerte relación con el kirchnerismo, el presidente Mauricio Macri lo había designado como embajador en Paraguay, en enero de 2016. En ese cargo duró un poco más de un año ya que en julio de 2017 fue sustituido por una denuncia realizada por la entonces diputada Elisa Carrió, quien lo acusó de hacer tareas de espionaje en su contra. A partir de ahí, volvió a país como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario.
Pocos meses más tarde, en diciembre de 2017, el juez Claudio Bonadio procesó y ordenó la detención de la actual vicepresidenta y varios de sus funcionarios, entre los que se encontraba Zuain, en la causa del Memorándum con Irán, el expediente que nació con la denuncia de Alberto Nisman en enero de 2015 y en donde se denunció el encubrimiento para los sospechosos de haber volado la mutual judía, atentado que en 1994 mató a 85 personas.
Esa medida había recaído sobre Cristina Kirchner, el ex canciller Héctor Timerman, el ex secretario Legal y Técnico Carlos Zannini, el piquetero Luis D’Elía, el ex jefe de Quebracho Fernando Esteche y el lobista iraní Jorge Khalil. Sin prisión preventiva, fueron procesados el ex secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, la ex procuradora del Tesoro Angelina Abbona, el ex funcionario del Ministerio de Justicia Juan Mena, el diputado nacional Andrés Larroque, el ex vicecanciller Eduardo Zuain y el agente de inteligencia Alan Bogado. A todos ellos los acusaba de “encubrimiento y traición a la Patria”.
La carrera diplomática de Zuain, un hombre también muy cercano al gobernador santiagueño Gerardo Zamora, comenzó en 1994 cuando ingresó en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (la diplomacia argentina), a instancias de uno de sus profesores, quien lo había estimulado a presentarse en el concurso de ingreso para convertirse en diplomático y seguir ese camino.
Desde 1998 hasta 2006 formó parte de la embajada argentina como consejero en Italia, centrando su misión en las relaciones con el arco político italiano, los principales medios de prensa del país y la reivindicación de los grupos argentinos que se habían exiliado en Italia como consecuencia de la dictadura militar argentina (1976-1983).
En 2008, y como miembro de la Dirección de Derechos Humanos de la Cancillería, colaboró con la organización del Galardón Latinoamericano Madres y Abuelas de Plaza de Mayo promovido por el Ministerio de Desarrollo Social. En ese mismo año, fue convocado por el entonces canciller Taiana para integrar la Comisión Investigadora de Unasur sobre los crímenes en Pando (Bolivia).
Luego de prestar funciones en la Dirección de Derechos Humanos, formó parte de los gabinetes de la Subsecretaría de Política Exterior y de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
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