Claudio Moroni conoce a Alberto Fernández desde la facultad de Abogacía, y siempre lo acompaño en sus acciones políticas. El Presidente le confió la cartera de Trabajo, y desde ahí busca un equilibrio entre los sindicalistas y los empresarios en la compleja época de la pandemia. En un dialogo exclusivo con Infobae, Moroni defendió la gestión del Gobierno, esquivó una definición sobre Hugo Moyano y confirmó que el índice de desempleo es el peor desde que golpeó la pandemia al país.
—¿Cómo afecta la pandemia en la gestión cotidiana del Ministerio de Trabajo?
—Estamos en el peor momento de la historia económica argentina. La situación ya venía de dos años complejos, de recesión, y ahora, frente a llovido mojado: cayó la pandemia, y la verdad, no podemos evitar los daños que provoca.
—Entonces, ¿cómo se minimizan esos daños?
—Tomamos las decisiones de proteger los contratos de trabajo a través de la prohibición de despidos, la prohibición de suspensiones con pago y la de asistir a las empresas.
—¿Y en el terreno informal?
—Hemos perdido mucho empleo informal. No puede haber vendedores ambulantes. No había changas de pintura. No había pequeñas obras de construcción. No había nada de eso. Con lo cual, el empleo informal se vio muy afectado. Y para los informales, aquellos a los que no podemos proteger jurídicamente porque precisamente son trabajadores informales, autónomos, cuentapropistas, monotributistas, lo que hicimos fue el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), con el que alcanzamos una cobertura de casi 9 millones de personas.
—Respecto a la ATP y la doble indemnización, que están vigente hasta diciembre, ¿se van a extender?
—Nosotros dijimos claramente que estas herramientas extraordinarias eran tomadas para un contexto extraordinario. O sea que si el contexto mejora, volveremos a los sistemas formales de protección argentina. Si el contexto lo requiere, mantendremos las medidas extraordinarias.
—Un sector de la sociedad considera que el IFE es una versión planes sociales en tiempos de la Pandemia...
—Acá volvemos a una discusión dura, que es la realidad, y es que en Argentina hace tiempo que hemos generado todo un sector al que no le ofrecemos nada. No le ofrecemos trabajo. Y la verdad es que encima, en la pandemia, le cortamos todas las formas posibles de acceso a sus ingresos. Con lo cual, era inevitable que nosotros generáramos un mecanismo sustituto de ingresos.
—¿Cuánto tiene que ser el valor de un sueldo digno hoy en plena pandemia?
—Yo creo que el sueldo digno es aquel que estemos en condiciones de pagar y de sostener. El salario mínimo venía muy retrasado. Nosotros lo que estamos haciendo es que le vaya ganando a la inflación de nuestro período. Es decir, nosotros no podemos recuperar en seis meses, y en pandemia, lo que perdimos en los últimos cuatro años. No hay ninguna probabilidad. Sí lo que podemos hacer es que frente a la inflación corriente, determinados valores, como el salario mínimo, la jubilación mínima, crezcan por encima. Y eso es a lo que estamos apuntando.
—¿Qué sectores cree se verán más afectados mientras continúa la pandemia?
—Hay sectores que van a estar muy golpeados, como por ejemplo los del espectáculo y de la hotelería. Hay un imponderable y es que hay sectores que sí, que van a estar golpeados. Y a esos los vamos a seguir asistiendo.
—¿Cómo están los niveles de desempleo?
—La realidad es que la cantidad de desempleados hoy es la misma que la cantidad de desempleados del año pasado: tres millones y pico. Lo que pasa con el número de desempleados es que para medir la tasa de desempleo se compara contra la población activa. La población activa disminuyó escandalosamente. ¿Por qué? Porque hubo mucha menos gente saliendo a buscar trabajo. Hubo pérdida de puestos informales, y además se dio la combinación de que hubo mucha menos gente buscando trabajo porque no había trabajo para buscar, ni siquiera había transporte público para usar. Y eso es lo que está midiendo la EPH (encuesta permanente de hogares) el segundo trimestre, o sea, el peor período de las restricciones por la pandemia. Así que sí, aumentó mucho la tasa de desempleo.
—¿Qué opina de la carta de Cristina Kirchner en la que expresó que “hay funcionarios que no funcionan”? ¿Se sintió incluido?
—No, yo no me siento incluido. El Gobierno creo que funciona muy bien. Creo que hay que interpretarlo en el contexto de la carta, no fue una acusación puntual.
—¿Qué pensó cuando la leyó?
—No la interpreté como una crítica al Gobierno. Creo que cuando uno lee la carta completamente, como corresponde, es una carta que tiene dos elementos muy importantes. Uno de ellos creo que es un claro apoyo al Gobierno del presidente y otro, que es un llamado al acuerdo nacional, que es lo que yo venía planteando.
—¿Cuál es su actual relación con Cristina Fernández?
—No, no tengo relación. La traté durante el primer gobierno de ella. Yo estuve durante su primer año de gobierno en ANSES y en AFIP. La traté durante ese tiempo, pero después no tuve más relación con ella.
—¿Nunca lo llamó durante este período actual como vicepresidenta?
—No, no tengo un trato directo.
—¿Cómo ve a Alberto Fernández como presidente?
—La verdad que lo veo bien. Lo veo ejerciendo la Presidencia como él quería, como una forma de diálogo permanente, pero ejerciendo plenamente la autoridad. Esto de mantener esquemas de diálogo permanente con todos los sectores es un esquema que siempre tuvo Alberto. Es básicamente dialoguista.
—Hablando de dialoguistas, ¿cómo está hoy el diálogo entre los sindicatos, las empresas y las pymes?
—A ver, primero hablemos más allá de la cuestión personal en términos de las herramientas. Nosotros, en medio de la crisis, decidimos mantener dos herramientas fundamentales, una, las paritarias, que es un instrumento de diálogo social importantísimo. Que se fueron arreglando, y vamos a sacar el informe de cómo están. Después, lo otro que mantuvimos fue el Consejo del Salario Mínimo. Y la verdad, con el Consejo del Salario Mínimo conseguimos por primera vez en los últimos cuatro años que de los treinta y dos miembros, treinta y un miembros votaran a favor del acuerdo que habían arreglado los sectores. Así que el diálogo social, dentro de lo que corresponde a este ministerio, está funcionando muy bien.
—¿Usted cree, igual que el presidente, que Hugo Moyano es un sindicalista ejemplar?
—Yo creo, y voy a repetir lo que le dije antes, para mí el mayor porcentaje, por no decir todo, porque siempre hay algún electrón suelto, el sindicalismo argentino se ha comportado durante la pandemia con un nivel de responsabilidad ponderable, digno de lo que son.
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