Luego de que la justicia de Paraná desestimara el planteo de Dolores Etchevehere y ordenara el desalojo de la estancia Casa Nueva, ocupada por militantes de Juan Grabois, su madre Leonor Barbero Marcial de Etechvehere aseguró que su hija “fue usada” por el Gobierno y adelantó que su familia está dispuesta de sacar a la luz el nombre de los funcionarios nacionales y entrerrianos que fomentaron y apoyaron la toma de su campo.
“Tenemos la lista con los nombres de los que entraron al campo, la mayoría son del Gobierno”, aseguró Leonor. “Se probó totalmente que entraron representantes nacionales y provinciales. Está totalmente probado, nombre, apellido, todo….Tenemos la lista entera y en cualquier momento la vamos a sacar a la luz”, se indignó la mujer, quien a su vez se mostró sorprendida por lo sucedido porque desconocía “la vinculación de Dolores con esa gente”.
Este jueves, la titular del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Carolina Castagno, defendió el derecho a la propiedad privada, calificó la ocupación como un accionar “inconsulto y clandestino” y avaló el reclamo de los hermanos Luis Miguel, Juan Diego y Arturo Sebastián Etchevehere, y su madre.
Según la jueza Castagno, en base a las pruebas recolectadas, tanto Dolores Etchevehere como el resto de los ocupantes “invadieron el terreno” ubicado en la provincia de Entre Ríos y ordenó la “restitución inmediata” vía un “desalojo pacífico”.
La magistrada desestimó el planteo de la defensa de Dolores Etchevehere, el cual afirmaba, entre otros puntos, que el acuerdo privado suscrito por las partes el 31 de agosto del 2018, a través del cual la mujer habría prestado voluntad de ceder sus acciones a cambio del pago con 24.000 dólares y dos fracciones de campos, entre las cuales se encuentran 129 hectáreas de Casa Nueva, no era válido por haber sido firmado bajo “extorsión en contexto de violencia de género”, hechos que denunciaron en Comodoro Py y ratificaron el pasado lunes ante el fiscal Federico Delgado.
Frente a ese supuesto delito de violencia de género, fueron varias las funcionarias, diputadas y senadoras del PJ que salieron en defensa de Dolores con la firma de una carta en apoyo. Pero eso no fue todo ya que hubo algunos representantes del oficialismo que se hicieron presentes en el lugar para seguir de cerca la situación y hasta permanecieron dentro de la estancia.
Los casos más resonantes fueron los de Gabriela Carpineti, directora Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, a quien el ex ministro de Agricultura acusó haber dormido dentro de la propiedad en disputa; y del Sebastián María Bergalio, director de la Casa de la Cultura de Entre Ríos, a quien se lo vio salir durante la madrugada del jueves del campo y fue apartado de su cargo por el gobernador Gustavo Bordet.
Pero de acuerdo a los dichos de Leonor, habría más nombres y ella tiene toda esa información en su poder para presentarla en la justicia, donde tiene previsto iniciar varias causas por calumnias e injurias porque “dijeron cosas muy feas” de su familia.
En ese sentido, se defendió de las acusaciones que el dirigente Juan Grabois hizo trascender en los medios: “Es absurdo y ridículo asociar a mi hijo con el narcotráfico, es un recurso bajo e incoherente”.
Consultada acerca de cómo fue que hizo Dolores decidió irrumpir en el campo familiar con la ayuda de Grabois, Leonor fue contundente: “Ella jamás nos contó que tenía una relación con Grabois y el Gobierno. No entiendo cómo llegó el señor el Grabois. Ella no entró al campo en nombre de Dolores Etchevehere sino enarbolando la bandera de Proyecto Artigas. Ella no tiene el poder de entrar al campo manejando a 50 tipos y con la policía cumpliendo órdenes del poder judicial y del Gobierno”.
“Grabois la usó a mi hija. No es un hombre valiente porque dejó sola a Dolores en el campo después de haberla usado como punta de lanza. Mi casa estaba rodeada de gente del gobierno, no de gente que quería un pedacito de tierra. Nosotros desconocíamos la vinculación de dolores con esa gente”, enfatizó al ser entrevistada en Radio Rivadavia.
Más allá de todo lo sucedido, Leonor dijo que le gustaría recomponer la relación con su hija. “Yo la quiero y cuando pase todo este tema nos vamos a sentar a hablar. No puedo dejar de querer a un hijo. Yo reacciono como madre pero también entiendo que los hermanos estén ofendidos con ella por las barbaridades que dijo”, concluyó la mujer.
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