Una nueva estampilla elaborada especialmente por el Correo Argentino, la presentación de un libro histórico, un acto virtual de Alberto Fernández con el izamiento de la bandera en todo el país y la presentación formal del Consejo Asesor de Políticas de Estado. Todo ello y varias actividades más forman parte de la gran puesta en escena que lanzará el Gobierno el 6 de noviembre para conmemorar los 200 años del primer izamiento de una bandera argentina en las islas Malvinas, como un nuevo gesto de reafirmación de la soberanía.
En medio de un clima de fuerte tensión con Gran Bretaña por los contrapuntos diplomáticos que se dieron en las últimas semanas, la Argentina buscará reafirmar el 6 de noviembre los derechos sobre las islas Malvinas y exponer una vez más a Londres el reclamo por las islas.
Se trata de una fecha clave de la Argentina para el calendario de las islas ya que como lo señala José Luis Fernández Valoni, diplomático y coordinador del Consejo Consultivo sobre temas vinculados al Atlántico Sur, el 6 de noviembre se cumplen 200 años de la toma de posesión de las Islas Malvinas por parte de David Jewett, comandante de la marina de guerra argentina, quien izó ese día por primera vez la bandera argentina en las islas.
“Este acto no se trata de un hecho aislado, sino forma parte de una sucesión de claras manifestaciones –de diversa índole– del efectivo ejercicio de la soberanía argentina sobre los archipiélagos australes, heredada de la Corona Española, entre 1810 y la usurpación británica del 3 de enero de 1833”, sostiene Valloni en un escrito sobre la fecha patria.
En este contexto de festejos, el secretario de Malvinas de la Cancillería, Daniel Filmus, elaboró un plan de actividades conmemorativas donde la presentación formal en sociedad del Consejo Asesor de Malvinas creado por ley y conformado por legisladores de la oposición y el oficialismo, académicos, juristas, representantes del gobierno nacional y el de Tierra del Fuego y veteranos de la guerra de 1982, será quizás el efecto político más destacado.
“La intención clara de este Consejo Asesor de Malvinas es fijar políticas de Estado sobre la causa de las islas que traspase cualquier gobierno en el tiempo”, dijo Filmus a Infobae.
Los nombres de los académicos y juristas que integrarán ese espacio son la gran incógnita que se develará el mismo 6 de noviembre.
A la vez, Filmus destacó que “la conmemoración de los 200 años del primer izamiento de la bandera en las islas es un hito en la historia que reafirma la soberanía nuestra en Malvinas”. El secretario de Malvinas destacó que paradójicamente en 1820 también había buques ingleses y norteamericanos cerca de las islas y fue allí cuando el incipiente gobierno patrio empezó a cobrar derechos por la pesca ilegal, algo que recientemente se potenció con la ley que fijó un aumento de las sanciones a la pesca ilegal en la zona del Atlántico Sur.
El mismo 6 de noviembre Alberto Fernández tiene previsto encabezar un acto que sería desde la quinta de Olivos o el Museo de las Malvinas y que se repetirá de manera virtual en los municipios de todo el país. Este es un acuerdo que cerró la Cancillería con la Federación Argentina de Municipios para que en ese mismo acto se levanten las banderas desde la Antártida hasta La Quiaca.
Un día antes de estos actos se presentará un libro sobre la arquitectura en las islas Malvinas desde la colonia hasta 1833 con el auspicio la Secretaría de Estados Iberoamericanos. En paralelo, se dará a conocer otro libro histórico sobre los hechos del 6 de noviembre de 1820 de la investigadora del Conicet, Sonia Winer, en la Facultad de Ciencias Sociales con la presentación del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
En tanto, otro de los gestos que busca dar el Gobierno en esta fecha histórica es la presentación de una estampilla diseñada especialmente por el Correo Argentino que lleva impresa la conmemoración de los 200 años del primer izamiento de la bandera y que con un costo de 90 pesos se empezará a comercializar el mismo 6 de noviembre.
Historia y tensión diplomática
Este conjunto de acciones del Gobierno se dan en un contexto de fuerte tensión con Gran Bretaña. Anteayer, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, cuestionó duramente a Londres por caer en una “soberbia imperial” al impedir que la Argentina compre un avión a Corea del Sur por tener componentes británicos.
Antes de ello, Londres envió a la embajada argentina en el Reino Unido una carta donde cuestionó duramente la ley de ampliación de la plataforma submarina en el Atlántico Sur. Ese mismo reclamo había sido expuesto en la Asamblea General de la OEA por parte de la delegada británica, Wendy Morton, que volvió a rechazar el pedido de diálogo de la Argentina por la causa Malvinas conforme a la resolución de la ONU.
La fecha de celebración de los 200 años del primer izamiento de la bandera argentina en las islas es un hito si se tiene en cuenta -como lo señala el diplomático Valoni- que al momento de la Revolución de Mayo, las Islas Malvinas –que habían sido objeto de disputas entre España, Francia y Gran Bretaña en el siglo XVIII– se encontraban bajo el pleno ejercicio soberanía por parte de las autoridades españolas, con una posesión exclusiva, efectiva, ininterrumpida y no contestada por Gran Bretaña ni por otra potencia extranjera. “Estos incuestionables derechos de soberanía pasaron, por aplicación del principio uti possidetis, a la Argentina”, señaló el historiador.
Así, la presencia española en las islas cesa el 13 de febrero de 1811, cuando el último gobernador de la época virreinal de las Malvinas se retira de las islas, en el marco del conflicto entre la Primera Junta de Buenos Aires y las fuerzas realistas que controlaban Montevideo.
A pesar de su evacuación, las Islas Malvinas no permanecieron vacías u olvidadas. El archipiélago conformaba un área, la región austral, junto con la costa de la Patagonia y las otras islas del Atlántico sur, en la que se desarrollaba una fluida circulación de bienes y recursos. Es en este marco, como señala Valloni, que la presencia de Jewett en Malvinas en 1820 cobra toda su dimensión.
Jewett nació el 17 de junio de 1772 en Connecticut, Estados Unidos, y se incorporó a la Armada de ese país. En 1799 alcanzó el grado de comandante.
Con el inicio de los procesos independentistas en Latinoamérica desde 1810, los nuevos gobiernos patrios debieron enfrentar al poder realista que se les oponía por mar y por tierra. Jewett, al igual que otros marinos estadounidenses y europeos, se incorporaría a esa lucha, primero en Chile y, a partir de 1815, a servicio de las Provincias Unidas, donde desarrolló actividades de corsario hasta 1817.
En enero de 1820, el director supremo de las Provincias Unidas, José Rondeau, nombró, con todas las atribuciones y prerrogativas del cargo, a Jewett como “Coronel del ejército al servicio de la marina”. Y así zarpó el 20 de enero, al mando de la fragata La Heroína, contando con el reconocimiento de las autoridades argentinas como buque de guerra de Estado, para internarse por el Atlántico Sur.
Jewett navegó en La Heroína a lo largo de diez meses difíciles. Debió sortear desde un intento de motín en su contra hasta problemas con las provisiones y una epidemia de escorbuto que diezmó a su tripulación. Finalmente, a finales de octubre de 1820, alcanzó Puerto Soledad en las Islas Malvinas y el 6 de noviembre de 1820 se realizó la ceremonia de toma de posesión de las Islas Malvinas donde izó la bandera argentina, leyó una proclama y disparó una salva de 21 cañonazos.
Los actos que realizará la Argentina por este aniversario generaron un fuerte malestar en las islas Malvinas. Ante el anuncio de esa conmemoración, los isleños calificaron como un “corsario/pirata” al capitán Jewett y publicaron un texto del historiador Graham Pascoe donde hizo público un informe que recoge hechos de aquella época bajo el título de “La visita de David Jewett a las Falklands, 1820/21: ‘toma de posesión’ no válida”.
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