Alberto Fernandez reiteró ayer en Olivos que no hará cambios de Gabinete, tomó distancia de Juan Grabois que lidera una toma de tierras privadas en Entre Rios, cuestionó un párrafo puntual de la carta de Cristina Fernández de Kirchner y exhibió su malestar con Juntos por el Cambio que no votará el Presupuesto Nacional 2021.
“No es un problema que a mí me inquieta”, contestó seco el Presidente cuando le preguntaron ayer qué pensaba de la frase de CFK ´funcionarios que no funcionan´". Y agregó: “Se que hay ministros que van más lentos que otros, pero también hay que entender que la pandemia nos afecta de distinta manera”.
Alberto Fernández considera que los medios magnificaron la importancia política de la carta pública de la Vicepresidente. Sin embargo, su rictus y su tono de voz cambia cuando refiere al párrafo que embestía directo contra Sergio Massa y Vilma Ibarra, dos importantes miembros del Frente de Todos que forman parte del index CFK.
“Habíamos declarado una amnistía política previa a la elección presidencial. Y esas opiniones en la carta pusieron en jaque la integración del espacio, por eso reaccioné antes del acto que recordaba la muerte de Néstor”, explicó el jefe de Estado cuando le comentaron sobre la caminata que precedió su llegada al CCK.
En esa corta marcha hacia el antiguo correo, Alberto Fernández puso a a su lado a Ibarra, Massa y Santiago Cafiero, el jefe de Gabinete que Cristina tambien cuestiona de noche y de día. Con ese gesto público y simple, el Presidente explicitó al kirchnerismo duro que “no suelta” a sus aliados y amigos personales.
Alberto Fernández considera que Juan Grabois es “inteligente, honesto y un verdadero defensor de los pobres", pero que entiende muy poco del poder y menos aún de las coyunturas políticas. El Presidente jura que el amigo de Francisco “no está avalado” por Balcarce 50 y que su estrategia judicial tiene flancos débiles.
“Me como el garrón de Juan (Grabois) en Entre Ríos, y lo peor es que creen que estamos detrás. No tengo nada que ver con esa movida, y creo que es un asunto entre privados que deberíamos estar lo mas lejos posible”, consideró anoche Alberto Fernández en la quinta de presidencial.
Grabois conoce las opiniones del jefe de Estado, pero no hace nada para explicitar las diferencias entre su agenda de militante social y la hoja de ruta formal que empuja Alberto Fernández en Olivos y la Casa Rosada. El líder social juega a la ambigüedad para simular que sus movimientos en Entre Ríos son apoyados por la administración peronista.
El Presidente usa la mayor parte de su jornada monitoreando la evolución del dólar, chateando con Martín Guzmán y diseñando su plan económico para 2021. Alberto Fernández asume que el déficit fiscal es gigantesco y apuesta al Presupuesto Nacional cómo método para salir de la crisis que suma la herencia de Mauricio Macri y los estragos cometidos por el COVID-19.
En este contexto, el jefe de Estado cuestionó a Juntos por el Cambio que decidió abstenerse al momento de votar el presupuesto 2021 que trataba la Cámara Baja. “Estos tipos me dejaron un país en llamas, nosotros hicimos un muy buen presupuesto, y no me lo votan. Es increíble”, se quejó Alberto Fernández en Olivos.
-¿Complica el diálogo político?-, le preguntaron ayer al Presidente.
-Yo quiero dialogar. Vivo dialogando con empresarios y gobernadores de la oposición, pero la verdad es que ellos adentro tienen un lío bárbaro. Hay que leer lo que escribe Carrió, y después todos la siguen. Así no es posible avanzar y crear consensos.
Al margen de los cuestionamientos puntuales a ciertos miembros de Juntos por el Cambio, Alberto Fernández busca un mecanismo que permita abrir una negociación con la coalición opositora. Ese mecanismo, comentó al pasar en Olivos, podría ser el tándem Massa-Máximo Kirchner. “Es una posibilidad, vamos a ver”, dijo el Presidente antes de irse a cenar.
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