El gobierno británico realizó una nueva queja formal a la Argentina por la decisión de Alberto Fernández de avanzar con la ley de ampliación de la plataforma continental submarina hasta las aguas en disputa con Londres por las Islas Malvinas y el incremento de sanciones a la pesca ilegal en el Atlántico Sur.
Por medio de una misiva que envió el Foreign Office a la embajada argentina en Londres a cargo de Javier Figueroa, el Reino Unido volvió a plantear sus objeciones al reclamo de los derechos de la Argentina sobre el lecho marino y el subsuelo de las áreas submarinas dependientes de las islas Malvinas, Georgia del Sur y las Islas Sándwich del Sur. También se quejó por la ley que aumento las penas a los buques pesqueros ilegales de las aguas circundantes a las Malvinas.
Esta es la segunda queja que plantea el primer ministro Boris Johnson a la Argentina en menos de 10 días de diferencia. Según confiaron a Infobae fuentes diplomáticas de Gran Bretaña y la Argentina, la carta del Foreign Office fue entregada hace dos semanas al embajador Figueroa y siete días después llegó otro reclamo por el mismo tema del Reino Unido en la asamblea general de la OEA.
El tema volvió a salir a la luz en la reciente reunión que mantuvo el embajador argentino cuando visitó al canciller británico, Dominic Raab, para recibir las cartas credenciales.
Allí se abordaron todos los temas de las relaciones bilaterales de una manera “franca y cordial”, según coincidieron las fuentes consultadas. Si bien ese encuentro fue “constructivo”, desde la mirada de los actores argentinos, el canciller británico volvió a plantear el malestar de Londres por el avance de la Argentina en la plataforma submarina y en las sanciones a la pesca ilegal en aguas circundantes a las Malvinas.
El tema de la ampliación de la plataforma continental submarina resulta sensible para los isleños ya que la Argentina contempla en ello la explotación de los recursos en el lecho submarino, incluidos recursos de pesca y petróleo. Concretamente la Secretaría de Energía, a cargo de Daniel Martínez, contempla la apertura de licitaciones a la explotación de hidrocarburos en la zona de la plataforma submarina ampliada con aval de la ONU.
El Congreso aprobó la ley que ratifica el fallo de la Convención de Naciones Unidas que en 2016 avaló una ampliación de la plataforma submarina aunque dejó afuera del mapa a las aguas en disputa con Malvinas.
De esta manera, se incrementó en 1.782.500 km2 la superficie del lecho y subsuelo del mar sobre la que existe seguridad jurídica para que la Argentina pueda explorar y explotar sus recursos de forma exclusiva y excluyente. Toda esa extensa zona, equivalente a un tercio de la Argentina continental, tiene en algunas áreas profundidades de más de 6.000 metros y encierra recursos todavía desconocidos. Así se conformó el nuevo mapa de la Argentina que instruyó la Cancillería.
Sin embargo, en la carta que envió el Reino Unido al embajador argentino se plantea que Gran Bretaña “no tiene ninguna duda sobre su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgia del Sur y las Islas Sándwich del Sur y las áreas marítimas circundantes”.
A la vez, reitera el “principio de autodeterminación”, consagrado en la Carta de las Naciones Unidas donde subyace en la posición del Reino Unido sobre la soberanía de las Islas Malvinas. “No puede haber negociaciones sobre la soberanía de las Islas Malvinas a menos que los isleños lo deseen”, sostiene la misiva. Y los isleños ya dejaron en claro que no pretenden perder la soberanía británica ni independizarse de Londres.
Al mismo tiempo, en la carta de la diplomacia británica se sostiene que “el Reino Unido señala que ejerce el control sobre la plataforma continental hasta 200 millas náuticas de la costa de cada uno de estos Territorios Marítimos, de acuerdo con la Declaración del Reino Unido sobre Jurisdicción Marítima alrededor de las Islas Malvinas de 29 Octubre de 1986”. Por lo tanto, rechazan que la Argentina reclame derechos sobre el lecho marino y el subsuelo de las áreas submarinas dependientes del Islas Malvinas, Georgia del Sur y las Islas Sándwich del Sur.
Respecto de la Antártida, el Reino Unido recuerda los principios y objetivos compartidos por el Tratado Antártico y la CONVEMAR, y la importancia de que el sistema antártico y la CONVEMAR trabajen en armonía y garanticen así la cooperación pacífica, la seguridad y la estabilidad continuas en el área antártica.
Sin embargo, Londres planteó que por “el Artículo IV del Tratado Antártico, el Reino Unido no reconoce el reclamo de Argentina sobre el territorio en la Antártida y, en consecuencia, no reconoce que Argentina tiene ningún derecho sobre el lecho marino y el subsuelo de las áreas submarinas dependientes de la Antártida”.
Este reclamo por vía epistolar con nuevas quejas que estableció recientemente Londres se sumó al planteo que hizo hace 10 días la representante observadora del Reino Unido en la OEA, Wendy Morton, quien destacó que Gran Bretaña destacó que “lastimosamente Argentina tomó medidas que han obstaculizado esta relación”.
Así, enumeró las recientes acciones del gobierno de Alberto Fernández, como el incremento de las penalizaciones a la pesca ilegal en el Atlántico Sur, la ampliación de la plataforma continental submarina y la irrupción de los acuerdos de pesca con Gran Bretaña y los isleños que se habían dispuesto avanzar ambos países durante el gobierno de Mauricio Macri.
“Esperamos que Argentina pueda reconsiderar estas decisiones que tomó”, dijo la diplomática británica con tono molesto en la asamblea de la OEA. De esta manera, Morton volvió a reiterar que “lastimosamente vemos que Argentina toma pasos contrarios al camino andado”.
Ante estos planteos y la carta del Foreign Office a la embajada argentina en Londres, el secretario de Malvinas de la Cancillería, Daniel Filmus, remarcó a Infobae: "El principal objetivo de Reino Unido cuando usurpó las Islas Malvinas en 1833 fue explotar las riquezas de los espacios marinos circundantes. Principalmente la caza de ballenas y focas sobre la cual argentina cobraba derechos. 187 años después el principal objetivo de Reino Unido para sostener la anacrónica situación colonial sigue siendo las riquezas marinas a través de la pesca ilegal y el suelo marítimo para llevarse los hidrocarburos”.
De esta manera, el máximo referente de la Cancillería en el tema de las Malvinas añadió que “para tener una idea de la superficie marítima y de plataforma continental argentina que el Reino Unido usurpa hay que saber que es de 2.400.000 kilometros cuadrados. Es decir, 10 veces más que la superficie de Reino Unido que es de 244.000 km 2. Es una zona muy rica y geopolíticamente estratégica porque es la entrada a la Antártida y el control del corredor bioeceánico”.
Filmus también recordó que la votación de las leyes que impulsaron mayores sanciones a la pesca ilegal en el Atlántico Sur y la ampliación de la plataforma submarina fue aprobada por unanimidad de en el Congreso. “Esto muestra que en la Argentina hay una política de Estado que está en la Constitución nacional y tiene 187 años de reclamo”.
En este sentido, Filmus manifestó que el Reino Unido debiera cumplir con los reclamos que las Naciones Unidas, la OEA, la CELAC y el Mercosur que acaban de aprobar por unanimidad y sentarse a dialogar para encontrar una solución pacifica y duradera al conflicto de las Malvinas.
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