La explicación oficial fue que la sesión ya llevaba casi diecinueve horas y que había que apurar la votación del Presupuesto 2021. También se recordó que en alguna oportunidad Máximo Kirchner, como jefe del bloque del Frente de Todos, cedió la palabra, por ejemplo dejó su lugar a las diputadaas Cecilia Moreau y a Daniela Vilar. Si bien es la primera vez que la máxima autoridad de la bancada oficialista no cierra la lista de oradores en el debate del Presupuesto es cierto que Moreau, vicepresidenta de la Cámara, lo reemplazó el 1 de septiembre cuando Juntos por el Cambio reclamaba sesiones presenciales. Aquella polémica jornada el oficialismo ofreció una mecánica igual a la de esta sesión, aunque aquella vez no fue aceptada y se exigió la presencia de todos los legisladores, a excepción de los que integran grupos de riesgo.
Kirchner votó a favor desde su despacho donde estuvo desde el inicio de la sesión ayer al mediodía. Incluso mantuvo algunas reuniones mientras transcurrían los 117 discursos de oradores, después de las presentaciones de los miembros informantes. Por la tarde del miércoles pasó a conversar con Kirchner el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ De Pedro. Los discursos de cierre en ese momento se preveían para las 4.30 pero se fueron sumando minutos a cada orador (les correspondían sólo cinco) lo que llevó a un desfasaje de dos horas.
Entre las 5 y 6 de la mañana Massa y Kirchner hablaron sobre la posibilidad de que no hubiera discursos de cierre de los jefes de bloques. El presidente de la Cámara tanteó a cada uno de los autores de los discursos previstos. El radical Mario Negri quería hablar pero aceptó no hacerlo. Lo mismo Eduardo 'Bali’ Bucca, presidente del Interbloque Federal, que entonces pidió la palabra como un orador más porque quería dejar un mensaje para llegar a puntos de acuerdo en temas centrales como el hambre y la pobreza. “No hay más margen para tirar de la cuerda, el gobierno no tiene más margen para tomar atajos”, resaltó el bolivarense que aclaró que “acompañar el presupuesto no significa estar de acuerdo con todas las decisiones económicas que ha tomado este gobierno”. De diálogo fluido con Kirchner, hizo hincapié en la responsabilidad de la principal oposición: “Deben hacerse cargo que tuvieron la posibilidad de gobernar y gran parte de las cosas no le salieron, pero lo importante es reconocer los errores para empezar a transitar un sendero de recuperación”. El último discurso quedó a cargo de José Luis Gioja, presidente del Consejo Nacional Justicialista.
Cuando inició el desalojo en Guernica junto a Máximo Kirchner estaba el diputado Bucca. Juntos vieron las imágenes mientras hablaban de la situación social en la provincia, de lo que sucedía en el predio y también de la vacuna para prevenir el COVID 19: el legislador del interbloque Federal es médico y había sacado pasajes para viajar a Rusia, a modo personal. Tuvo que cancelar el viaje después de que cerraran las escalas en Londres por la segunda ola del coronavirus.
La mayor sorpresa fue para el interbloque de Juntos por el Cambio aunque en el Frente de Todos también hubo varias interpretaciones: la primera duda fue si Kirchner no había querido defender el Presupuesto del gobierno nacional, justo en la semana en que la Vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, dio un mensaje público y habló de “funcionarios que no funcionan” y de la necesidad de salir del bimonetarismo. Otros especularon con el impacto que podría tener el discurso del jefe del bloque justo cuando todos los canales de televisión mostraban imágenes del desalojo en Guernica. La mayoría de los consultados cree que esta es la razón más firme y también hubo quien dijo que lo vio muy preocupado con el tema que impacta sobre el Gobierno pero también sobre la gestión de su amigo el gobernador Axel Kicillof. Andrés 'Cuervo’ Larroque, jefe de La Cámpora y ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires intentó una negociación consensuada hasta último momento y armó tres predios para recibir a los ocupantes.
Al mismo tiempo Massa recibió un mensaje por chat desde Olivos. El Presidente de la Nación que le preguntaba sobre la votación. “Ya tenemos Presupuesto”, le informó el titular de la cámara baja mientras tomaba gaseosa de pomelo como Alberto Fernández. El Presidente lo felicitó y preguntó cuántas horas llevaban ahí.
A las 9, después de la votación en particular con la aprobación de todos los artículos y el cierre de la sesión Massa, Máximo Kirchner, Cecilia Moreau y el entrerriano Marcelo Casaretto se quedaron a solas en el despacho del titular de la cámara. Cada uno con su mate evaluaron el resultado de la votación mientras seguían, con preocupación, el desalojo en Guernica.
A Massa se lo vio cansado pero exultante por haber logrado votar en tiempo y forma una herramienta que necesita el Presidente para garantizar gobernabilidad y renegociar con el Fondo Monetario Internacional. También porque no hubo incidentes, el sistema remoto (utilizado incluso para los presentes físicamente en el recinto) funcionó, y porque hasta hubo quiebres en la unidad opositora: correntinos, jujeños y riojanos de Juntos por el Cambio votaron a favor incluso en general. Del mismo interbloque hubo 15 votos negativos y 90 abstenciones. A quien lo quisiera oír Massa le repetía que desde el reinicio de la Democracia en 1983 sólo hubo cinco Presupuestos, contando el 2021, que obtuvo media sanción antes del 30 de octubre. Además no hubo sobresaltos ni agresiones durante la sesión y funcionó el sistema remoto mixto con todos conectados en forma virtual, incluso los presentes en bancas y palcos.
Ahora el turno es del Senado. En Diputados aún está pendiente, entre otros temas, el aporte solidario extraordinario, el llamado impuesto a la riqueza que Máximo Kirchner postergó para poder consensuar el Presupuesto.
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