A modo de homenaje al cura villero Basilicio Brítez, quien murió de coronavirus a fines de agosto tras permanecer varias semanas internado en terapia intensiva, el Gobierno Nacional dispuso de recursos para la construcción de un jardín de infantes para 400 chicos en el partido bonaerense de La Matanza, que será el más grande del país.
En esa dirección, este miércoles se inauguró el Centro de Desarrollo Infantil “Padre Bachi”, como parte de la Colonia Mi Esperanza de Isidro Casanova, una iniciativa del sacerdote fallecido. Según se informó, el Ministerio de Desarrollo Social cedió los recursos para su construcción, que además consta de “dos hogares de recuperación para las adicciones, un parador para personas en situación de calle y un espacio para niños y niñas”.
En el evento estuvieron presentes el titular de la cartera de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; el obispo de la Diócesis de San Justo, monseñor Eduardo García; el secretario nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Gabriel Lerner; el subsecretario de Primera Infancia, Nicolás Falcone; y la presidenta de la Asociación Civil Aimé Nendivé, Clara Mateo.
Además de participar de la inauguración del Centro de Desarrollo Infantil “Padre Bachi” para infantes en la Colonia Mi Esperanza, Espinoza firmó convenios de Espacio Primera Infancia (EPI) entre la Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y la Asociación Civil Aimé Nendive, organización no gubernamental fundada por el mencionado sacerdote, recientemente fallecido por coronavirus.
"El Padre Bachi siempre peleaba por hacer justicia de las injusticias, y acá se ve ese sueño, que hoy es un hecho. Es un día de mucha emoción donde vemos más vivos que nunca esos ideales y esa convicción que él tenía. Me parece que eso es lo que hay que hacer: con amor, con solidaridad, privilegiando siempre a los que menos tienen, como decía Evita”, expresó Espinoza.
"Bachi hoy está acá, los grandes hombres nunca mueren y siempre va a estar en el corazón del pueblo de La Matanza. En la última reunión que tuvimos este año, con otros curas de barrios populares me decían que necesitamos centros de atención para chicos adictos. Entonces me acuerdo que les dije, recién asumido en enero, vamos a ir a la Nación a pedir los recursos y gracias a Dios que tenemos un ministro de Desarrollo Social como Daniel Arroyo que sabe interpretar los sueños de Clara, de Bachi, del Padre Tano, del monseñor Eduardo García, y hoy podemos ver hecho realidad este sueño colectivo”, añadió el jefe comunal del Frente de Todos.
Por su parte, Daniel Arroyo señaló que “este es el jardín maternal más grande de la Argentina, acá hay vida. Nuestro país lo que tiene que hacer es lograr que todos los chicos y chicas estén en el jardín. Si logramos ese objetivo, la Argentina va a achicar la desigualdad".
El Obispo de San Justo, Eduardo García, destacó: “Hoy ya tenemos el lugar. Hace falta equiparlo, amueblarlo y comenzar después la matriculación y la llamada para que los chicos participen pero es de los sueños que uno va viendo se hacen realidad y nos anima a seguir soñando con más. Es el comienzo, una bendición de Dios y un lugar donde la vida, en ese sentido, explote”. “Este lugar lo impulsó el padre Bachi, comenzó hace cuatro años cuando nos cedieron este predio, de ahí se comenzó a soñar, a ver las posibilidades, los lugares e ir incorporándolo a un proyecto general, que justamente es por la vida”, agregó el obispo.
Por su parte, Clara Mateo, presidenta de la Asociación Civil Aime Nemendié, señaló que “la idea es terminar el relevamiento de toda la comunidad, la preinscripción ya está hecha. Tenemos mamás embarazadas y mamás con chiquitos, y acá a los chicos se les va a brindar atención y educación".
En la Colonia Mi Esperanza, el Padre Bachi creó dos hogares de recuperación para las adicciones, instaló un parador para personas en situación de calle y un espacio para niños y niñas. Tras acordar con Desarrollo Social su puesta en valor a principios de este año, se firmó el convenio que apunta a que 400 niños que concurrirán a este jardín puedan percibir becas y disponer de un espacio de cuidado, a cargo de las mujeres que realizan su tratamiento en el hogar.
Al finalizar, Espinoza recordó: “Cuando Bachi estaba internado, contagiado de coronavirus, desde su cama de internación, preguntaba si estaba para firmarse el convenio con la Nación. Desde ahí, con todo lo que estaba pasando en su corazón y en su mente, tenía la preocupación de poder abrir estos centros de primera infancia. Por eso digo que es mucha la emoción que nos recorre a todos y puedo decir que Bachi está acá. Los grandes hombres y las grandes mujeres nunca mueren, y en el caso de Bachi va a estar siempre en el corazón del pueblo de La Matanza”.
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