En un claro gesto de reconocimiento a los militares, el Gobierno publicará en los próximos días un decreto para instrumentar un aumento salarial a las Fuerzas Armadas del 7% que se pagará en noviembre y que abarcará a todo el salario no remunerativo de los uniformados que se acaba de blanquear por decisión del Ministerio de Defensa.
Según señalaron a Infobae en la Casa Rosada, la decisión del presidente Alberto Fernández y del ministro de Defensa, Agustín Rossi, es dar una señal hacia el sector militar que viene rezagado salarialmente por lo que el incremento al personal militar del 7% de está en línea con el aumento acordado por el gobierno nacional con los trabajadores estatales.
En lo que va del año los militares tuvieron un 10% de aumento en febrero, un bono de 4.000 pesos para los que cobran menos de $60.000 desde febrero a marzo, el bono 318 que fue por única vez para todo el personal militar y el decreto 315/2020 para la gente de sanidad de las fuerzas desde abril a octubre con un monto de $5.000 por mes.
A esto se le suma la regularización salarial que tendrá un impacto directo en los retirados de hasta un 30% de aumento.
El incremento del 7% que empezará a regir en las Fuerzas Armadas en noviembre será para los 80.000 efectivos en actividad, los 20.000 empleados de personal civil de las fuerzas y los aproximadamente 82.000 retirados.
En tanto, el impacto de la regularización salarial de las Fuerzas Armadas que ya está vigente contempla un gasto de unos $2.250 millones mensuales que beneficiarán a unos 80.000 militares activos de las tres Fuerzas y a 82.000 retirados y pensionados militares.
El aumento salarial a los militares y el blanqueo salarial en las Fuerzas Armadas es también un reconocimiento del Gobierno al apoyo logístico que están haciendo en estos momentos los uniformados para la atención de los sectores vulnerables en medio de la pandemia. Desde que empezó la cuarentena ya hubo más de 20.000 operativos de los militares en diferentes puntos del país para la asistencia en alimentos, logística e insumos.
El ministro Rossi encabezó ayer un acto por el egreso de los nuevos oficiales del Ejército y allí deslizó parte de estos anuncios que se darán a conocer en los próximos días al destacar que la creación del Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF) permitirá que “las Fuerzas Armadas en el futuro empiecen a resolver su eterno problema de falta de inversión de los últimos 30 y 35 años de vida política institucional de nuestro país”.
Según deslizó Rossi en los últimos días a los legisladores del Frente de Todos, en el proyecto de ley del presupuesto 2021 está en niveles del 4% del gasto total de la administración nacional y están por por encima de los niveles promedio de la gestión de Mauricio Macri.
A la vez, se supo que los gastos de la Jurisdicción 45 del Ministerio de Defensa contemplados en el presupuesto 2021 serán de $305.452 millones, lo que representa un 72,6% más que los $176.933 millones devengados en 2019.
El Fondo Nacional para la Defensa aprobado por ley sumará $34.000 millones anuales para equipamiento y operaciones militares.
Por lo pronto, el ministro de Defensa dejó en claro que el Fondo para la Defensa buscará apuntalar la producción tanto de Fabricaciones Militares como la de FADEA o Tandanor para la producción de equipamiento militar nacional. Así, las comisiones de Defensa Nacional de ambas Cámaras del Congreso serán competentes para intervenir en el seguimiento del proceso de reequipamiento de las Fuerzas Armadas. Pero Rossi no tiene inconveniente alguno en esa cuestión: “La prioridad será reequipar a las Fuerzas Armadas y desarrollar la industria de defensa nacional”.
En este esquema de inyección de fondos para la producción de la defensa nacional el ministro Rossi dijo que en los planes de Fadea tiene previsto avanzar en la modernización de los aviones los Pampa III y el IA-100, la remotorización de los Pucará y una eventual redefinición del avión de patrullaje marítimo P3 Orion. Para el astillero Tandanor y Río Santiago se contempla a partir del nuevo ingreso de fondos la construcción de remolcadores y las lanchas de patrullaje para frenar la pesca ilegal en el Atlántico Sur.
Por otra parte, Rossi adelantó que habrá una fuerte inversión en el desarrollo conjunto con INVAP para desplegar un programa de radarización en las fronteras.
“La industria para la defensa nacional no sólo permitirá el desarrollo de equipamiento propio para nuestras Fuerzas Armadas. También implica la multiplicación de nuevos empleos en la Argentina”, dijo Rossi. Y ofreció un ejemplo: la construcción de dos lanchas LICA en el Astillero Río Santiago que se utilizarán en la instrucción y adiestramiento de los cadetes de la Armada Argentina implicará dar trabajo a 500 personas.
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