Después de la presentación de NODIO, un observatorio para analizar, relevar y prevenir contenidos “maliciosos y falsos” en los medios masivos de comunicación, la defensora del Público, Miriam Lewin, expuso ante la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual, las Tecnologías de las Telecomunicaciones y la Digitalización. “Estaba ansiosa por encontrarme con ustedes”, señaló la periodista antes de leer un extenso informe sobre las campañas, relevamientos y trabajos impulsados durante los 100 días que lleva como funcionaria. Fue muy enfática al rechazar que sea su intención coartar la libertad de expresión. “No estamos a favor de multar ni sancionar”, enfatizó, y recordó que no es una atribución de la Defensoría.
Al responder la ronda de preguntas Lewin alzó la voz y agregó: “Nunca yo, que fui secuestrada y desaparecida, nunca hubiera aceptado un cargo que significara coartar la libertad de expresión de ninguno de mis colegas, jamás hubiera aceptado de ningún modo hacerme cargo de esta defensoría si en sus potestades hubiera estado la potestad de sancionar o señalar a un colega. Los invito a que vean si en los informes que hemos hecho en algún momento hayamos estigmatizado a algún colega”, siguió y recalcó que los trabajos que realizan “son insumos académicos”.
Desde la oposición, la radical Karina Banfi propuso disolver NODIO “porque nos va a traer muchos dolores de cabeza”. En cambio Pablo Carro, del Frente de Todos cordobés, se presentó como profesor adjunto en la materia Derecho de la Comunicación en su provincia. A diferencia de la oposición, defendió la iniciativa: “Es una buena idea”, la calificó y aseguró que en todos los análisis que hizo la Defensoría “no hubo intervención, censura ni sanción” por lo que descartó que se limite la libertad de expresión.
Lewin había destacado que desde que asumió promueve “más libertad de opinión, no menos; más libertad de expresión, no menos”. Y citó que se incrementaron en un 150% las presentaciones de la sociedad ante la Defensoría.
Karina Banfi hizo fuertes críticas a la creación de NODIO, “una muy mala idea que me parece riesgosa”. Y advirtió que “el Estado no tiene que intervenir, tiene que promover que la sociedad se autorregule”. “Crear un organismo en el marco del Estado es parecernos más a Tailandia, Malasia o Nigeria que a los países a los que nos queremos parecer para la defensa de la democracia”, continuó.
Además preguntó por qué no está más en la web oficial la información sobre NODIO. “No sé qué pasó, no sé que pasa con la información de la defensoría”, insistió, y preguntó qué haría el observatorio con declaraciones como las del presidente Alberto Fernández que recomendó tomar bebidas calientes para prevenir el coronavirus. “Resultó una fake news. ¿Qué haría NODIO con esto?”, repitió, al tiempo que citó un tuit de la presidenta de Télam, Bernarda Llorente, quien en las redes sociales señaló que “hay límites que no deberían cruzarse” respecto a un artículo cuestionado en las redes sociales. “Lo linkeó al Presidente, usted que viene de los medios, ¿cómo opera la autocensura?”, consultó, y repitió su planteo sobre si sancionaría o no un tuit como ese. “Disuélvalo, arranquemos de nuevo”, propuso en el cierre de su participación.
Fue el diputado Carro quien le respondió y dijo que las universidades, que en muchos casos son estatales, realizan análisis y seguimiento de contenidos como los que haría el observatorio.
“El Estado no está para hacer vigilancia de la libertad de opiniones y mucho menos de la libertad de prensa, tenemos que ser garantes desde el Congreso de la Nación para que estas cosas no ocurran” reprochó el radical Miguel Bazze que señaló que “las universidades no son parte del poder político”. “Sería un gravísimo error del oficialismo embarcarse en este proyecto, uno nunca sabe dónde terminan estas cosas, uno nunca sabe cuáles son los límites”, agregó el diputado bonaerense. “No podemos avanzar en el control de la opinión, de la expresión y muchos menos de la libertad de expresión”, concluyó.
Desde San Luis, Eugenia Catalfamo celebró el informe de Lewin y también se mostró en contra de la suspensión del observatorio porque “no son sus funciones controlar” y solicitó a la oposición “que se pongan a leer de qué se trata, no dándose cuenta de lo que está sucediendo en la sociedad”.
Desde Neuquén el senador kirchnerista Oscar Parrilli, que no es miembro de la comisión Bicameral, habló como invitado. “Me parece muy loable que se genere este debate democrático frente a las distintas posturas frente a este manejo de los medios de comunicación”, inició, y sugirió dos documentales, Nada es privado y El dilema de las redes sociales, que “muestran lo que está ocurriendo en el mundo con la manipulación de la información”. Incluso remarcó que “las redes sociales fueron la gran herramienta para incidir en la opinión pública” en procesos electorales. “Lo que sí sirve es informar, hacer conocer a la sociedad lo que cada uno ve que están haciendo los medios de comunicación”, recalcó. El senador K propuso pensar en el “derecho del consumidor a tener información veraz, a que no se le mienta, a que no se lo engañe, porque a veces se lo engaña sin querer y a veces se lo engaña con premeditación y alevosía. Hemos visto no solo en Argentina sino en otros lugares cómo desde los medios de comunicación se les miente y se les miente”, denunció.
En ese contexto Parrilli planteó que hay una campaña para difamar a la política y a los políticos y le pidió a Lewin que se informe al respecto. “Hay intención de difamar a la política y los políticos, son todos inútiles, inservibles, corruptos, choriplaneros, se hace para suplantarlos por los CEO”.
“La difamación sin pruebas tiene por objetivo reemplazar a los políticos, suplantarlos no por militares como antes sino por los CEO”, siguió, antes de reclamar que NODIO “incluya estos temas para mostrar cuántas veces se ha mentido sobre la honorabilidad de los dirigentes políticos”.
Luego hubo un cruce entre la presidenta de la Bicameral, Gabriela Cerruti, y el macrista Waldo Wolff. La diputada reprochó que se haya judicializado la labor de la Defensoría que está bajo control parlamentario y Wolff se justificó y se mostró respetuoso del fallo en contra de su presentación de la jueza María Eugenia Capuchetti que acaba de apelar el fiscal Carlos Stornelli.
Lewin explicó que la Defensoría apunta a “una gestión democrática y participativa, de puertas abiertas a todos los sectores de la población, pero en particular a quienes vieron vulnerados sus derechos”. “La pandemia extrema la responsabilidad para los comunicadores, que a su vez son personal esencial”, y sin embargo se desenvuelven en condiciones laborales precarias", reflexionó la funcionaria, que ante una pregunta respondió que preocupa “la autocensura de los periodistas por la posibilidad de perder el trabajo”.
"Las audiencias están en una situación de enorme vulnerabilidad, expuestas a informaciones contradictorias”, describió antes de que varios diputados del Frente de Todos la defendieran. “No se trata de vigilar”, apuntó el pampeano Hernán Pérez Araujo.
Lewin enumeró las reuniones que mantuvo desde su asunción en junio con las autoridades de RTA (Radio y Televisión Argentina), de FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias), de Télam, FATPREN (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa), SIPREBA (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) y el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA). Y también contó las propuestas a los periodistas y medios sobre un tratamiento “responsable” de la información vinculada con el coronavirus y que su plan es reunirse con organizaciones de la sociedad civil y “con todos los que están preocupados con la circulación de discursos de odio”. “Vamos a producir materiales que apuntan al debate, de iniciativas ciudadanas” y a promover “un cambio cultural”.
En la presentación del observatorio NODIO, la defensoría lo describió como un espacio orientado a registrar, analizar y prevenir el caudal de informaciones y contenidos maliciosos y falsos en los medios de comunicación masivos “con el objetivo de proteger a la ciudadanía comunicacional”.
Muy prudente, el senador de Misiones Humberto Schiavoni (PRO), que por un cambio en la integración de la Bicameral participó por primera vez de la misma, pidió ser “muy cuidadosos y muy celosos de la libertad de expresión”.