La toma de tierras en la Patagonia no cesa. Después de Villa Mascardi se desató la ocupación mapuche en un campo privado en El Foyel y ayer hubo otro intento de toma de tierras en el Barrio San Francisco, muy cerca de Bariloche. Por todo esto y ante el hartazgo de observar “una anomia social donde parece que todo vale” la gobernadora de Río Negro, Arabella Carreras, fue directo al grano: “es hora de que el Gobierno nacional le ponga un límite a los sectores del mismo Estado como el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) que alientan la toma de tierras”, dijo.
Carreras estuvo todo el fin de semana en vilo por la ocupación en El Foyel ante el peligro de que un enfrentamiento entre los ocupantes mapuches y los dueños del campo. También logró que se concrete el desalojo de otras tierras en el Barrio San Francisco. Y después de ver tantos movimientos en su provincia por la ocupación ilegal de terrenos denunció que hay “actores políticos y el INAI detrás de todas estas tomas que es muy evidente”.
Sin embargo, la gobernadora de Río Negro explicó a Infobae que “es hora de que el Gobierno nacional le ponga límites al accionar del INAI ya que eso ayudaría mucho a pacificar la zona”.
El reclamo de la gobernadora Carreras apunta a dar con una respuesta desde el vértice mayor de la Casa Rosada, es decir, el presidente Alberto Fernández, al advertir que “conviene frenar a tiempo este conflicto porque nadie puede saber si no puede terminar muy mal”. Esto es: el temor de la mandataria de Río Negro que en la toma de El Foyel termine en un enfrentamiento armado entre los dos sectores en pugna.
Las acusaciones de Carreras sobre la intervención de un órgano nacional como el INAI en la toma de tierras en Río Negro no es nueva. Ya lo había alertado en la toma de tierras en Villa Mascardi. En las últimas horas la gobernadora sustentó con testigos e imágenes que muestran a referentes del organismo estatal nacional que ingresaron a la zona de la toma de El Foyel para apoyar en la logística al grupo mapuche.
No sólo esto, Blanca Rosa Gallardo Calfú, líder de la agrupación que tomó las tierras que desde hace 40 años son propiedad de un particular, admitió que “tras haber intentado la recuperación del territorio con abogados, volvimos al terreno con el acompañamiento del INAI”.
La gobernadora de Río Negro pidió a la justicia el desalojo del campo de El Foyel pero ese reclamo fue rechazado la semana pasada y apeló a la decisión del juez. Ahora Carreras espera una resolución judicial inmediata para terminar con la situación de tensión que se vive en la zona.
“Hay una suerte de anomia social, de falta total de normas donde todo parece que vale y donde las normas reales se discuten en forma permanente. La autoridad no parece respetar del todo esa norma y hay signos de que no hay respuestas del Estado sino un aval a las tomas”, dijo Carreras al señalar una vez más al INAI como cara visible del Estado nacional en la responsabilidad del apoyo que le dan a los ocupantes mapuches de esta zona de la Patagonia.
Las expresiones de Rosa Gallardo Calfú vuelven a darle la razón a la mandataria rionegrina. “Durante 40 años llevamos la lucha con abogados y como pudimos. Nunca tuvimos una respuesta como ahora, que nos está apoyando el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) en nuestra recuperación”, manifestó Calfú.
Y Arabela Carreras está convencida de que Magdalena Odarda que hoy preside el INAI y que es oriunda de Río Negro tiene mucho que ver en todo esto. “Si las autoridades del INAI no fueran de Río Negro quizás no habría tantas tomas de tierras en la zona”.
De allí, la necesidad de Carreras de exigir al Gobierno nacional que de una vez por todas el Presidente le ponga un límite al INAI. “La situación de violencia y malestar por la toma de tierras ha escalado mucho en Río Negro. Sería bueno que se le ponga un límite a todo esto desde el gobierno nacional”, advirtió la mandatario rionegrina.
Sobre todo estos temas Carreras dijo que ya habló tanto con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, como con la ministra de Seguridad, Sabina Frederic. Pero aún no obtuvo una respuesta satisfactoria de la Casa Rosada y la gobernadora de Río Negro sigue esperando. El tiempo y la violencia en la Patagonia le juegan en contra.
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