Más de 142 mil bolivianos residentes en Argentina acudieron este domingo a las urnas para elegir a su nuevo presidente. En los comicios se enfrentan el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, que cuenta con el respaldo de Evo Morales, y el liberal Carlos Mesa, candidato de Conciencia Ciudadana, popular entres las clases medias y altas del oriente boliviano.
Si bien Arce aparece en los sondeos como el probable ganador, en caso de no alcanzar el 40% de los votos con 10 puntos de diferencia sus chances de imponerse en una segunda vuelta el 29 de noviembre son mucho más reducidas.
En total se habilitaron 22 establecimientos educativos asignados en Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, y en las ciudades de Córdoba, Mendoza, Lules (Tucumán), San Salvador de Jujuy, Salta, Rosario (Santa Fe), Comodoro Rivadavia (Chubut) y Puerto Madryn (Chubut).
El tercero candidato, que puede incidir en el resultado, es el exprefecto de Santa Cruz de la Sierra Luis Fernando Camacho, que se postula por Creemos y representa a la derecha más radical y elitista.
Evo Morales, quien recibió asilo político en Argentina, no podrá votar debido a la inhabilitación impuesta por el Gobierno que encabeza Jeanine Áñez.
En medio de este clima de polarización política, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ratificó ayer que no utilizará el sistema de Difusión de Resultados Preliminares (Direpre) y únicamente se remitirá al cómputo oficial.
El TSE reemplazó en marzo de este año el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), en el que las actas de mesa se fotografiaban y se remitían por internet para elaborar el escrutinio provisional, por el Direpre, que según las críticas lentifica el proceso y puede propiciar la difusión de resultados parciales que enciendan la mecha de alguna reacción.
El presidente del TSE, Salvador Romero, informó que “por responsabilidad con el país” se decidió no utilizar el sistema de Difusión de Resultados Preliminares (Direpre), ya que no desean generar incertidumbre en los bolivianos en un “clima de alta polarización”.
Además, sostuvo que la población puede estar presente en el recuento de votos, puede fotografiar el acta elaborada por los jurados electorales, mientras que los delegados políticos pueden tener una copia y los resultados en el sistema de cómputo podrán ser verificables acta por acta, incluyendo la fotografía del acta y la transcripción de los resultados.
Por su parte, los veedores internacionales manifestaron su apoyo al TSE, mientras que la OEA, el Centro Carter y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) destacaron en un boletín que la medida “privilegia la certeza y busca evitar poner en riesgo la difusión correcta de los resultados”.
Los residentes bolivianos en el exterior recién estrenaron su derecho a votar en 2009. Históricamente, Argentina es uno de los mayores receptores de inmigración boliviana. Las elecciones anteriores demostraron un hegemónico apoyo en las urnas al MAS del ex presidente Evo Morales Ayma.
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