Al día siguiente del banderazo del 12 de octubre y después de que Mauricio Macri hubiera iniciado su ronda de entrevistas en las que apuntó contra Cristina Kirchner, Gustavo Béliz habló ante el CARI. De bajo perfil, el secretario de Asuntos Estratégicos se mantiene callado incluso en reuniones amplias que pueden trascender. El martes 13 en cambio apuntó al ala más dura del oficialismo, y a la oposición, con un mensaje que intentó ser conciliador y apuntó a terminar con las profundas diferencias. “No hay opción estratégica en un país polarizado por el odio. No hay opción estratégica ninguna en un país fragmentado y no sólo con grietas sino con fracturas de odio", consideró. En la tarde de ayer, en la CGT, el Presidente hizo referencia al mismo sentimiento y pidió reconstruir el país “sin odios” pero apuntó que “las víctimas del odio" siempre fueron los peronistas. En el Salón Felipe Vallese escuchaba atento Máximo Kirchner cuyo mensaje previo en el bloque de diputados que preside se interpretó como una respuesta a Béliz, también presente en el acto.
El jueves, dos días después de la exposición del secretario ante el seminario organizado por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos dijo: “De nuestro lado no los encuentro todavía”, en referencia a quienes le atribuyen al kirchnerismo sed de venganza. En el bloque, dijeron a Infobae, se entendió la frase como una señal para el secretario de Estado.
Kirchner además pidió “calma” a los diputados que conduce y les aconsejó que “no se dejen avasallar por los trolls de ellos” en alusión a los mensajes multiplicados en redes sociales.
La ‘grieta’ sin embargo sigue vigente y se plasmó este sábado en la virtualidad como el lunes feriado cuando la principal oposición aprovechó la movilización, que dice no alentar, para recuperar iniciativa política. Mauricio Macri reapareció el mismo lunes en un intento por recuperar un liderazgo que en pandemia venía asumiendo, con menos explosividad, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
El oficialismo también se mueve entre el ala más dura y los conciliadores. Y así como Emilio Monzó pidió que se hagan a un lado discursos rupturistas como los de los ex presidentes Macri y Fernández de Kirchner (“deben dar un paso al costado los dos”, planteó), Béliz, uno de los hombres más cercanos hoy al Presidente de la Nación, insistió en su única aparición pública: "Es imposible consolidar una prudencia y una sabiduría estratégica de la Argentina para vincularse con el mundo exterior si no somos capaces de desarrollar una prudencia, una sabiduría estratégica entre nosotros como hermanos. Por eso es tan importante evitar dos polos igualmente perniciosos: la politización de la justicia, y la judicialización de la política”.
En el marco de la convocatoria por el 17 de Octubre, Día de la Lealtad, varios referentes del oficialismo, del ala más kirchnerista, hablaron sobre el odio, antes de que el Presidente hiciera de la grieta el tema central. El ministro de Defensa, Agustín Rossi, habló de la “virulencia” de la oposición. Y José Luis Gioja, presidente del Consejo Nacional Justicialista, atribuyó a la oposición los mensajes que alimentan las diferencias: “Lo que veo es que hay mucho odio, que hay mucho resentimiento, que hay mucho espíritu de venganza, que hay un desapego a la democracia, a respetar la voluntad popular”, aseguró.
La Vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, menos afecta a los símbolos justicialistas que su hijo y su marido, prefirió homenajear a la militancia con una foto de Néstor Kirchner y no pasó por la CGT. Dejó el protagonismo para el Presidente, pactó una momentánea paz con la oposición en el Senado y mandó a los propios a bajar la virulencia en sus exposiciones lo que fue evidente en los discursos de la semana. Como su padre fallecido hace casi diez años, su hijo Máximo Kirchner prefiere el terreno peronista, aún cuando fortalece a su agrupación, La Cámpora. Este sábado aprovechó además la efeméride para hablar por radio y repetir algunos de los conceptos que dijo en privado. En una entrevista por AM750 el jefe del bloque del Frente de Todos reclamó “humildad” a la oposición, habló de “soberbia y abuso de poder” y acusó a “algunos sectores”: “Lo único que les interesa es atacar y meter una zancadilla al Gobierno”.
En la reunión de bloque Máximo Kirchner también tuvo que calmar preocupaciones y ansiedades. Las diputadas de Chubut Estela Hernández y Rosa Muñoz se quejaron de los escraches que sufrieron después de que el radical Gustavo Menna pidiera votar en el recinto una ayuda económica para la provincia de 30.000 pesos. El Frente de Todos votó en contra del tratamiento sobre tablas y derivó todos los pedidos de partidas para ser discutidos en el marco del Presupuesto 2021. La noticia repercutió negativamente para los tres peronistas que votaron en contra, con su bloque: Hernández, Muñoz y Santiago Igón. Hubo diputados que se vieron conmovidos por el relato de las dos legisladora sobre una provincia que a pesar de la ayuda nacional, sigue con sueldos atrasados, empleados públicos fuertemente afectados y enojados, y alta conflictividad social.
El jefe del bloque pidió una vez más a los legisladores de todo el país que le hablen “a la sociedad”, repitió que el Gobierno puso “mucha plata en la cancha” en referencia a la ayuda social en concepto de ATP y las asignaciones familiares, principalmente el IFE cuya cuarta etapa aún se evalúa.
Sobre cuestiones parlamentarias se habló sobre la nueva prórroga del protocolo de sesiones remotas. El último vencimiento enfrentó al oficialismo con Juntos por el Cambio que reclamó volver a la presencialidad. Tras una sesión en la que hubo 94 diputados opositores sentados y un planteo judicial, Sergio Massa convocó a una nueva reunión de labor parlamentaria y pactó un acuerdo con todos los bloques. Producto de ese acuerdo Juntos por el Cambio presentó una nota para sesionar en forma presencial cuando se trate el Presupuesto y el impuesto a las grandes fortunas.
En el encuentro remoto que lideró Máximo Kirchner se habló del fallo del juez Enrique Lavié Pico que validó la renovación de los acuerdos por mayoría simple y no por unanimidad. De esa manera el Frente de Todos interpreta que la próxima renovación podría hacerse con el voto de todas las demás bancadas, en caso de que Juntos por el Cambio no acepte la virtualidad. Laudará seguramente Massa con una sesión mixta en la que dispondría de mayor espacio físico para más diputados de la oposición pero sin alquilar un centro cultural, club o el Luna Park.
Esta vez Massa no participó desde su despacho sino en forma remoto desde su auto. Es la posibilidad que da la virtualidad.
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