En medio de un clima de fuerte tensión política entre Buenos Aires y La Paz por las elecciones presidenciales que se desarrollarán hoy, la diplomacia boliviana denunció ante la Cancillería argentina una “injerencia manifiesta” de parte de sectores del kirchnerismo duro en la campaña electoral para amplificar el voto de Luis Arce, el candidato del MAS que cuenta con el apoyo del ex presidente Evo Morales exiliado en el país.
El encargado de Negocios de la embajada de Bolivia en Buenos Aires, Julio Alvarado Aguilar, presentó ante la Cancillería argentina al menos dos quejas formales que alertaron sobre el accionar de movimientos sociales y políticos alineados con el gobierno de Alberto Fernández para apoyar al candidato del MAS desde la Argentina.
“Hay afiches del candidato Arce y Evo Morales financiados por el Movimiento Evita y otras agrupaciones oficialistas de Argentina además de acciones manifiestas de injerencia en la campaña de Bolivia”, dijo a Infobae el diplomático Alvarado Aguilar. También alertó sobre actividades que esas agrupaciones desarrollaron en distintos municipios del conurbano.
El Encargado de Negocios boliviano presentó ante el canciller Felipe Solá las quejas formales de la “injerencia manifiesta” del kirchnerismo en la campaña electoral y calificó como “muy grave” la intromisión de un país en el proceso electoral de otro Estado.
El malestar expuesto por la diplomacia de Bolivia a la Cancillería tiene una razón de ser: en la Argentina votarán hoy más de 140.000 residentes bolivianos y ante la estrecha paridad que mostraron las últimas encuestas entre Arce y Carlos Mesa -el candidato de Comunidad Ciudadana- el voto de los extranjeros podría ser crucial para lograr que gane el candidato de Evo Morales y se evite ir a una segunda vuelta.
Según los analistas de Bolivia, con la ayuda de apenas un 2% del voto extranjero concentrado en la Argentina se podría dar vuelta el resultado electoral que se presenta muy parejo. Se estima que de ese 2% hay más de un 1,5% que votaría a favor del candidato del MAS.
Las acusaciones de injerencia de la Argentina en la campaña electoral a favor del MAS se dan en medio de un clima de tensión entre Buenos Aires y La Paz. De hecho, el diputado del Frente de Todos, Federico Fagioli, fue retenido en el aeropuerto de La Paz al llegar a Bolivia para formar parte de un equipo de veedores de las elecciones.
Fagioli, quien viajó junto a sus compañeros de banca Leonardo Grosso y Paula Penacca, el senador Guillermo Snopek y la directora de Diplomacia Parlamentaria, Soledad Magno, llegaron al país vecino para participar del seguimiento de las elecciones.
La decisión de retenerlo en el aeropuerto generó un fuerte rechazó del Gobierno. El presidente de la Nación, Alberto Fernández, denunció lo sucedido al asegurar que la misión argentina fue “maltratada” y advirtió a la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, que “es directa responsabilidad” de su Gobierno “preservar la integridad de la delegación”.
Campaña y votos
Desde que llegó a Buenos Aires en diciembre pasado para exiliarse en la Argentina por irregularidades cometidas en las elecciones, el ex presidente Evo Morales, mantuvo una activa agenda para fomentar el voto del MAS entre los residentes bolivianos en el país a pesar de que su calidad de refugiado político le impide hacer proselitismo.
Sin embargo, Evo Morales no actuó solo. Según el diplomático Alvarado Aguilera sectores del Movimiento Evita, la CTEP, la CCC y referentes del PJ participaron también en forma activa en distintos puntos del país.
“Las notas de protesta que presentamos a la Cancillería argentina jamás fueron contestadas pero nosotros como diplomáticos tenemos el deber de denunciar esa injerencia manifiesta de la Argentina en nuestro proceso electoral”, añadió el Encargado de Negocios de la embajada de Bolivia.
Al parecer, las acciones proselitistas del MAS con apoyo del kirchnerismo se desplegaron en el conurbano bonaerense, en algunos barrios carenciados de la Ciudad de Buenos Aires, en Jujuy y Salta, que es donde están concentrados el 75% de los bolivianos residentes en condiciones de votar.
Por su parte, Gildo Onorato, líder del Movimiento Evita en la provincia de Buenos Aires, expresó a Infobae: “El respaldo de las agrupaciones sociales en la Argentina a la campaña del MAS es absoluta. Estamos ayudando en la campaña en todos los aspectos. Desde apoyo logístico, material de campaña y la recorrida por los barrios”.
El Movimiento Evita tiene vínculos directos con el secretario de Asuntos Parlamentarios de la jefatura de Gabinete, Fernando “Chino” Navarro y con el secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social, Emilio Pérsico. En más una oportunidad Evo Morales mantuvo reuniones con Pérsico y los referentes del Movimiento Evita.
En este contexto Onorato cree que el apoyo de los movimientos sociales a los residentes bolivianos es “fundamental para que la comunidad boliviana en nuestro país pueda ejercer su voto soberano y esperamos una victoria del MAS que pueda devolverle al pueblo boliviana los derechos que impuso la dictadura que sacó a Evo Morales”.
Iber Mamani, boliviano y militante por los derechos de los migrantes y los pueblos orgininarios, también destacó ante Infobae “los vínculos del Gobierno con los bolivianos residentes en la Argentina son entre compañeros; y las articulaciones son para garantizar las elecciones en buenos términos”.
A la vez, este referente del MAS que trabajó activamente en campaña de Arce en la Argentina expresó que que “el Gobierno argentino está cumpliendo y haciendo respetar el derecho al voto, cualquier gobierno que respete la democracia de los pueblos debería mirar con buenos ojos esta elección”.
Mamani denunció también que el Órgano Electoral Plurianual de Bolivia y el Tribunal Supremo Electoral boliviano “no está cumpliendo con su rol, sólo desinforman y el Link Yo Participo no está actualizado”, por lo que creen que detrás de todo ello está la mano oscura del actual poder de Bolivia manejado por la presidenta Jeannine Añez.
Leandro Ruiz, un boliviano que vive en la Agentina y milita en Generación Evo, comentó que el apoyo logístico de las agrupaciones kirchneristas a la comunidad boliviana en el país se dio por medio de ayuda para sacar permisos de circulación a los votantes en medio de la pandemia, en la organización de los lugares de votación y en el “apoyo político crucial para que haya elecciones libres” en Bolivia.
Confrontación interna y seguridad
El Ministerio de Seguridad que lidera Sabina Frederic dispondrá hoy de un fuerte operativo de seguridad de más de 600 agentes federales para custodiar los centros de votación donde concurrirán más de 140.000 bolivianos que residen en la Argentina y que buscan definir el nuevo presidente de Bolivia.
El despliegue de la Gendarmería, Prefectura, la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria se dará en todas las escuelas y centros de votación del país habilitados por el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia.
Desde el Ministerio de Seguridad dijeron a Infobae que las fuerzas federales se encargarán de la custodia los centros de votación y el traslado de las urnas. En tanto, el operativo de controles en las calles estará coordinado con los fuerzas de cada provincia.
En la Argentina el voto de los residentes bolivianos se da en medio de este clima de fuerte confrontación interna y denuncias cruzadas en la comunidad boliviana local.
Mamani, Ruiz y otros dirigentes del MAS en la Argentina denunciaron que “hubo presiones por parte del gobierno de facto al Tribunal Supremo Electoral” para confundir el voto boliviano en el país y alertaron sobre la desinformación sobre los lugares de votación y la lista de los habilitados para ir a las urnas.
Por el contrario, el Encargado de negocios de la embajada de Bolivia negó todas esas acusaciones y dijo que los centros de votación que se cambiaron no estaban en condiciones y que los permisos de circulación que deben tener los votantes no son responsabilidad del TSE de Bolivia sino de las autoridades de cada provincia en la Argentina.
A la vez, Alvarado Aguilar dijo que durante la presidencia de Evo Morales los embajadores y consulados en la Argentina eran “centros políticos” que respondían al entonces presidente.
“Hoy podemos decir que no hay funcionario político alguno en nuestra embajada y que los consulados están representados por el servicio exterior con lo cual no hay vinculación con la política”, dijo Alvarado Aguilar.
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