El primer acto por el 17 de octubre fue breve, pero con críticas al Gobierno. Esta tarde, ante el Monumento de Perón, en Paseo Colón y Belgrano, el cotitular de la CGT Carlos Acuña (estaciones de servicio) advirtió que “este movimiento obrero apoya a todos los gobiernos elegidos democráticamente, pero no hay que ser alcahuete de turno. Lo que no está bien, no está bien. Y el pueblo argentino hoy no está nada bien”.
También sostuvo que “no puede ser que un trabajador que gana 40 mil pesos es pobre y el que gana 50 mil paga el Impuesto a las Ganancias” y que “el Gobierno se tiene que hacer cargo de que hay que dar trabajo”.
El sindicalista le aseguró al Presidente que “tiene el apoyo del pueblo”, pero le pidió “que no le falle a la patria porque tiene la posibilidad de conducir el país al bienestar social equilibrado”.
Al hablarle nuevamente a Alberto Fernández, dijo: “Le garantizamos que los trabajadores estamos organizados para que si de un lado lo tira el capital, con el apoyo del pueblo pueda hacer el equilibrio que corresponde”.
“Perón nos dignificó y nos ha dado la oportunidad de organizarnos gremialmente para tener los derechos que hasta hoy tenemos”, sostuvo el secretario general del gremio del personal de estaciones de servicio al hablar sobre la importancia de celebrar los 75 años del nacimiento del peronismo.
Incluso tuvo un párrafo para criticar al kirchnerismo, sin nombrarlo, al recordar que en la Legislatura bonaerense “le negaron el homenaje a José Ignacio Rucci, a quien mataron por peronista”.
Acuña fue el único orador de la conmemoración impulsada por Eduardo Duhalde y Luis Barrionuevo, que iba a realizarse este sábado, pero se anticipó para evitar posibles incidentes con los manifestantes que participarán de la caravana de autos, ómnibus y camiones que realizará Hugo Moyano para celebrar el Día de la Lealtad Peronista.
La dureza de Acuña responde a que está alineado con Barrionuevo, quien afirmó en declaraciones televisivas que Alberto Fernández “no es peronista” y que “en el Gobierno hay muchos que renegaron con el peronismo”.
Además del ex presidente y del líder del Sindicato de Gastronómicos, en el acto estuvieron Guillermo Moreno, Julio Bárbaro y Claudia Rucci y dirigentes que integran el consejo directivo de la CGT como Omar Maturano (La Fraternidad) y Hugo Benítez (textiles) y otros enrolados en el barrionuevismo como Daniel Vila (Carga y Descarga), Oscar Rojas (maestranza), Roberto Solari (guardavidas) y Rubén Sandoval (perfumistas), entre otros.
La manifestación no reunió más de mil personas porque, según los organizadores, el gobierno porteño les pidió que no convocaran a mucha gente para evitar las aglomeraciones y la posibilidad de contagios. Aun así, cerca del Monumento a Perón, adonde dejaron varias ofrendas florales y se ubicaron Duhalde y Barrionuevo, todos los dirigentes y militantes tenían barbijo, pero no respetaron el distanciamiento social.
El acto comenzó con el Himno Nacional Argentino y terminó, como es tradicional, con la entonación de la Marcha Peronista, con los manifestantes cantando con barbijo y los dedos en V.
Durante el acto se leyó un documento de los organizadores, en el que afirmaron que, “al cumplirse 75 años de aquel glorioso 17 de octubre de 1945 que signó el nacimiento del peronismo, la Argentina se encuentra ante una crisis profunda que exigirá un gigantesco esfuerzo de reconstrucción nacional” y advirtieron que “ese objetivo no puede ser la obra exclusiva de un gobierno” sino que “requiere el concurso solidario de todo el pueblo argentino porque, como nos enseñó Perón a este país lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie”.
“El peronismo tiene hoy nuevamente la responsabilidad histórica de encabezar esa cruzada por la Argentina. Esa misión indelegable implica una ratificación de sus principios doctrinarios y de sus banderas históricas de soberanía política, independencia económica y justicia social, sin ceder a los desviacionismos ideológicos de izquierda o de derecha que pretenden torcer nuestro rumbo, enmarcado en la Tercera Posición, tan distante del capitalismo liberal como del estatismo marxista”.
El texto agregó: “La dramática gravedad de la hora demanda una actitud amplia y generosa. Queremos la unidad del peronismo y buscamos la unidad nacional, simbolizada en aquel abrazo histórico en 1972 entre Perón y Ricardo Balbín. Frente a la prédica del odio y la confrontación permanente, provenga de donde provenga, reafirmamos la vigencia del apotegma de que ‘para un argentino no hay nada mejor que otro argentino’ y reivindicamos la ‘cultura del encuentro’ que predica el papa Francisco”.
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