Esta historia empezó el domingo 20 de septiembre en la Residencia Presidencial de Olivos. Uno de los protagonistas era Alberto Fernández, claro. También estaban el diputado Eduardo Valdés y el subsecretario Claudio Martínez. Se analizaba qué hacer para el 17 de octubre, porque gobernadores, intendentes, sindicalistas, movimientos sociales querían, sí o sí, sacar el peronismo a la calle y en el Gobierno había resistencia a autorizar que la militancia salga cuando la pandemia está muy lejos de ser dominada. Allí, se le propuso al Presidente realizar un acto distinto, conectado tecnológicamente, dispersado en muchas plazas.
Dos días después, el martes 22, el que ingresó por la explanada de Rivadavia con una idea mejor fue el productor Javier Grosman. Ya en el despacho presidencial lo esperaban Fernández, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, el secretario general Julio Vitobello, el vocero Juan Pablo Biondi y el subsecretario Antonio Zucco.
Los invitados sacaron las laptos, Grosman exhibió cómo funcionaba la plataforma gratuita VirtualMov, “la primera herramienta completa para realizar movilizaciones masivas en el espacio digital”, mostró los ejemplos del Día de la Tierra en Washington y de la Marcha del Orgullo Gay en Madrid, y no se habló más. Escenario, sonido, micros, traslados, choripan, seguridad, para tantas personas como quieran, todo, quedó resuelto en una página web que utiliza los servidores de Amazon.
La plataforma solo necesita un puñado de profesionales para garantizar el servicio. Dos personas en la productora La Corte para bajar las imágenes que se tomen en directo, dos personas para controlar la seguridad informática, otras dos para manejar las redes sociales y cuatro para controlar la transmisión en el evento presencial que se realizará en el edificio de la CGT.
El evento será sencillo. Como en cualquier acto, se le recomienda a la gente que llegue antes, para poder ingresar y ubicarse bien. A partir de las 13, los militantes podrán entrar, elegir un lugar donde ubicarse, un avatar (la cara de Perón y Evita, la de Néstor, la palabra LEALTAD, la V con la P, una máquina de coser, un choripán), mientras ya se verán distintos contenidos. Otra idea ingeniosa para los que están acostumbrados a ir a las marchas con amigos, y les gusta encontrarse en alguna esquina, también existirá la posibilidad de hacerlo, de encontrarse en alguna esquina con conocidos.
El acto está convocado para las 15, aunque arrancará más tarde, como corresponde a todo acto peronista. Será a las 15.30. A esa hora ya estarán sentados los privilegiados, que en este caso no serán los niños, sino los 35 que podrán estar sentados en el salón Felipe Vallese. No lo quieren decir expresamente, pero esperan entre 3 y 4 millones de usurios únicos en la web a esa hora.
Primero habrá videollamadas con distintos protagonistas de este momento de la Argentina. Un trabajador de la salud, una maestra, un dirigente estudiantil, un jubilado, un empresario pyme, un organizador de un comedor social. Luego, un video con un mensaje de los gobernadores. Para terminar, la palabra de los dos oradores invitados a cerrar el acto, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández.
En rigor, el único que confirmó es el Presidente, previsto para el cierre. La Vice todavía no dijo ni sí, ni no, ni blanco, ni negro. Sus palabras están pautadas, pero nadie se anima a decir si estará presente. En cambio, lo que es seguro es que el acto no durará mucho más, porque está planificado que a las 17 se festeje el 17 cantando. Una locutora propondrá a los que están manifestando que suban el volumen, pongan parlantes en balcones o ventanas, y entonen la marcha peronista.
Aunque quizás lo más importante de la primera movilización virtual que se realizará para conmemorar un nuevo 17 de octubre es que será un acto del Frente de Todos. Hace un año, exactamente, la coalición que hoy es gobierno celebraba la icónica fecha en La Pampa. El FdT ya había ganado las PASO y se aprestaba a confirmar su victoria el 27 de octubre. Mostrarse unidos en un festejo anticipado del triunfo fue clave para cerrar las heridas entre los distintos socios, y nada como un futuro triunfo seguro para saldar cuentas.
Quiso la casualidad que fuera Carlos Verna el anfitrión. El ex gobernador había invitado a Cristina Fernández de Kirchner a presentar el libro Sinceramente a su provincia y ella lo fue posponiendo por cuestiones de agenda. Cuando finalmente dio el sí ya estaba encima el 17 de octubre, y la realización de un acto de unidad, a diez días de los comicios presidenciales, era la mejor excusa.
Una fecha mítica en una provincia gobernada por un peronista tradicional, que había tenido muy mala relación con Cristina durante años pero que, en los últimos tiempos, había recuperado el vínculo. Gildo Insfrán, Gerardo Zamora y Verna fueron honestos con ella y le dijeron que no había ninguna posibilidad de que gane la presidencial. Agradecida por la sinceridad, a la actual vicepresidenta le gustó que fuera frente a la Laguna Don Tomás, rodeados por los gobernadores y candidatos peronistas de todo el país, “los leales”.
El acto de hoy es, oficialmente, del Frente de Todos. De la organización participaron los socios principales, que pusieron sus principales cuadros. Por el Partido Justicialista, presidido por José Luis Gioja que es parte del grupo de riesgo y está en San Juan, participó el dirigente Máximo Rodríguez. Por el La Cámpora/kirchnerismo, Fernanda Raverta y Jorge Ferraresi. Por el Frente Renovador, Sergio Massa. Por los intendentes, Juan Zabaleta. Por la CGT, Héctor Daer y Andrés Rodríguez. Por los movimientos sociales, Fernando “Chino” Navarro y Emilio Pérsico. Por el Gobierno, el coordinador del grupo, Miguel Cuberos, subsecretario General de la Presidencia.
Cada socio del Frente de Todos está autorizado a llevar cinco personas. En total, son 35 invitados, que podrán estar sentados con prudente distancia social. Todos los gobernadores que quieran ir, podrán hacerlo y nadie se los va a prohibir. Tampoco serán muchos. El titular del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, está invitado y se cree que estará presente, aunque todavía no confirmó.
En diálogo con Infobae, Cuberos dijo: “No desconocemos las ganas de manifestarse que tienen los compañeros y compañeras, a mí mismo me pasa. Pero nuestra prioridad es cuidar a nuestro pueblo, tenemos que ser responsables y no salir a la calle. Si existen marchas presenciales, será responsabilidad de quienes las promuevan”.
El peronismo nació en la calle y ahora se traslada al espacio virtual para no abandonar el centro de la escena. Demuestra capacidad de adaptación, ese ADN pragmático que le permitió sobrevivir a las peores circunstancias. Grosman explicó que “hay una nueva hibridez en la narrativa peronista, hoy se va a conectar en el territorio virtual pero no hay por qué prescindir del territorio real cuando sea posible”.
Como sea, este peronismo expresado en el Frente de Todos acepta una escena con un mensaje claro de unidad en medio de la tempestad de la crisis, que nadie en el Gobierno puede entender muy bien a qué se debe. Miran la pantalla del dólar y se preguntan dónde estará el antiviral que ponga fin a semejante fiebre. En ese mundo paralelo que se vive en la Casa Rosada, hoy -como hace 75 años- volverán a combatir el capital.
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