El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, organiza el mayor operativo policial del que se tenga memoria para desalojar la toma de Guernica. En principio, el funcionario solicitó una dotación de 4.095 efectivos de diversas reparticiones que van desde los grupos especiales Halcón y G.A.D. hasta médicos forenses e infantería.
La información es manejada bajo siete llaves por los hombres más cercanos al ministro y de la gobernación. Es un tema sensible que genera tensión, sobre todo evaluando las posibilidades de enfrentamiento que existen con los grupos de izquierda y organizaciones sociales que hasta ahora prometen resistir el “lanzamiento” ordenado por el juez de garantía de Cañuelas.
La medida, prorrogada en dos oportunidades, debería cumplirse, según la última resolución del juez Martín Miguel Rizzo, el día “15 o supletoriamente el día 16 o 19 o 20 o 21 o 22 o 23 o 26 o 27 o 28 o 29 o 30 de octubre del corriente año”. Es decir que, para el último día del mes, las 100 hectáreas tomadas en Guernica, en el partido de Presidente Perón, deberían están desalojadas.
Según pudo saber Infobae, Berni es de la opinión de atrasar lo más posible la fecha –se lo escuchó hablar del 26 de octubre– para poder reclutar el pelotón de efectivos que necesita para cubrir la enorme extensión de tierras con varias salidas, arroyos y terreno escarpado.
Sin embargo, el día preciso no está fijado aún. De hecho, las previsiones meteorológicas para el 26 pronostican lluvia y el magistrado prohibió de manera taxativa realizar el “lanzamiento” con malas condiciones. Tampoco es seguro que la medida se lleve adelante en un solo día. El ministro, coronel médico, es partidario de un desalojo por etapas, dejando consignas policiales “en el territorio liberado”.
Desde la gobernación bonaerense, a cargo de Axel Kicillof, se recordó que, más allá de las intenciones del ministro de Seguridad, será el magistrado el que dé la aprobación final para desalojar.
En un principio, desde el entorno del ministro se había hecho circular que se estaba convocando a unos 500 uniformados en cuatriciclos, camionetas y caballos. La semana pasada Berni se quejó ante los medios porque le sería imposible reunir para el 15 de octubre los “tres mil efectivos” que necesitaba para llevar adelante el desalojo.
Sin embargo, según documentación a la que accedió Infobae, en la provincia de Buenos Aires ya están disponiendo un operativo mucho más amplio. Entre la última estimación realizada, en base a las fotos aéreas que la policía bonaerense tomó, y las familias que estiman que no se retirarán de manera pacífica, y los militantes que pueden llegar a sumarse para resistir el desalojo, Berni y sus colaboradores prevén contar con 4.095 efectivos policiales.
Para el mayor operativo de desalojo registrado en la provincia de Buenos Aires está previsto afectar a 550 efectivos de la Regional Capital, 40 grupos de la Dirección de los Grupos de Apoyo Departamentales (G.A.D.), que tienen la misma formación que el Grupo Halcón, y unos 112 efectivos a cargo del director de esa fuerza.
A estos se les suman 39 efectivos del Grupo Halcón divididos en tres escalones. Allí está incluido el equipo de negociación, por si hace falta entablar algún tipo de diálogo con los cabecillas de la toma que se niegan ser desalojados. La Dirección Unidades Tácticas Operaciones Inmediatas (UTOI) también tendrá participación del impresionante despliegue de fuerza que se está armando con otros 100 uniformados.
A estos se les sumarán 800 policías de Infantería; 50 motos “bitripuladas”, esto es, 100 efectivos más. Dadas las características del lugar, escarpado, con varias salidas, arroyo que lo cruza y zonas pantanosas, también se dispondrá de, al menos, 50 efectivos con monta que dependen de la Dirección de Caballería y otros 450 policías, un buen número de ellos provenientes de Escuadrones del Interior de la Provincia, a los cuales aún no se les consiguió movilidad para el traslado.
Una de las quejas públicas que realizó Berni fue no contar ni siquiera con colectivos para trasladar a los efectivos hasta el predio de Guernica. “No puedo encontrar cuatro cuatriciclos que funcionen. No tengo un colectivo para trasladar a la policía”, le había dicho Berni al canal América, y ante una consulta del periodista Luis Novaresio el funcionario de Kicillof mencionó la “falta de logística” para concretar la orden judicial. Argumentó, además, que “el impacto por el coronavirus se siente” entre la fuerza de seguridad más numerosa del país.
A estos grupos, entre otros, se les incorporarán ocho móviles de la Vial con dos oficiales jefes a cargo; 2 médicos forenses a cargo de la dirección científica, 77 efectivos de Siniestral; 13 móviles de la Superintendencia; 24 efectivos de la Dirección Bomberos, una autobomba y una camioneta; 17 efectivos de la Dirección de Riesgos Especiales con una camioneta incluida; 12 peritos de la Dirección de Explosivos con tres móviles, y otros 19 policías de la Dirección de Ecología con otros tres vehículos.
De Seguridad Rural también se sumarán 45 efectivos que serán asignados a tareas de seguridad. De Servicios Sociales llegarán dos unidades UTIM con chofer, enfermero y médico y una ambulancia completa para eventuales traslados.
Berni no quiere dejar nada librado al azar. Todo el operativo de desalojo será grabado y supervisado en vivo por él mismo y su equipo asesor. Para eso contará con el Móvil Ck 7 con Domo, 100 handies, un drone con operador y body cam disponibles; todo ese equipo estará operado por unos 90 efectivos y otros 80 que se sumarán a las tareas de seguridad.
Por cualquier tipo de eventualidad, también se prevé afectar a 1.276 efectivos de los cursos de la Escuela Juan Vucetich, 4 superintendentes, 24 oficiales superiores, casi 100 comisarios casi 200 subcomisarios y 960 efectivos de otras reparticiones. En total una fuerza de 4.095 hombres fuertemente armados y con la orden de no disparar, y mucho menos con armas de fuego, ante las provocaciones que esperan recibir.
El impactante despliegue previsto para el desalojo de Guernica no deja de generar tensiones en el interior del gobierno provincial. Tanto el gobernador como el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque, el funcionario que está a cargo de las tratativas con los usurpadores, ya le solicitaron al coronel médico que extreme las medidas para que la orden judicial, más allá del día que se realice, sea desarrollada dentro de lo posible sin incidentes. Berni y su jefe de policía, el comisario general Daniel García, saben que un desmadre les puede costar el cargo.
Hasta ahora, Larroque y su equipo consiguieron que 600 familias dejaran la toma de manera voluntaria a cambio de subsidios para construir, o dinero para alquilar, al menos por seis meses, hasta que llegue la solución definitiva a través de lotes con servicios.
Sin embargo, el núcleo duro de la usurpación insiste en no creerles “a los políticos”, y afirman que no se moverán, a pesar de la presión que Berni realiza con los sobrevuelos de helicópteros de la policía y patrullajes en los alrededores del predio tomado desde el 20 de junio pasado.