El Gobierno, los empresarios y los sindicalistas acordaron un aumento del 28% del salario mínimo en tres tramos, un 12% en octubre, un 10% en diciembre y un 6% en marzo, por lo que recién en 2021 llegará a $21.600 (actualmente es de $16.875).
La propuesta de aumento fue analizada por el sector empresarial, dos de las centrales obreras y el Ministerio de Trabajo durante la reunión del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que deliberó durante casi cuatro horas de manera virtual.
En el comienzo, la Unión Industrial Argentina (UIA) planteó un 23% de aumento, mientras que la CGT y la CTA oficialista reclamaron un 30%. Luego de la intervención del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, se pudo llegar a la cifra consensuada del 28% en tres tramos. El acuerdo incluye el compromiso de reunirse en abril a revisar el incremento pactado.
El encuentro se inició con polémica: el cotitular de la CGT Héctor Daer cuestionó la presencia de las dos CTA porque tradicionalmente participó de las deliberaciones una sola de las fracciones de esa central, la versión oficialista que conduce el diputado Hugo Yasky.
La postura fue rechazada por el titular de la CTA Autónoma, Ricardo Peidró, quien advirtió que en esas condiciones no podían participar como una entidad suplente y les advirtió a los presentes en el Zoom: “Ustedes tienen miedo de una voz disonante en medio de la crisis económica”.
Peidró no pudo integrarse a la discusión de las partes sobre el monto del aumento y se sumó en la reunión plenaria, donde escuchó la propuesta del 28% y la rechazó por “insuficiente”. La CTA Autónoma pedirá la intervención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por “discriminación”, ya que considera que debió haber participado de todas las deliberaciones.
Antes del encuentro, la CGT y la CTA Autónoma habían coincidido en que el aumento del salario mínimo debía permitir que ese ingreso se equiparara con el costo de la canasta familiar, que en agosto llegó a los $45.000, según estimaciones del INDEC.
“La CGT no tiene un número para ese nuevo salario. Eso se discute en el momento, pero hay que recordar que venimos de cuatro años que sostuvimos el valor de la canasta básica, pero también en estos últimos años lo que se hizo fue perder inclusive con respecto a la inflación e incluso ese salario se fue para abajo”, afirmó el cotitular cegetista Héctor Daer, que participó del encuentro de esta tarde.
Por el empresariado estuvieron presentes la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Cámara de la Construcción (CAMARCO) y las principales entidades del agro. Presidió la reunión el ministro Claudio Moroni.
Según datos del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, “la actualización del salario mínimo es urgente”, aunque “en los hechos son muy pocos los trabajadores registrados que lo cobran ya que los convenios colectivos prevén básicos que están por encima de dicha suma”.
“Sin embargo -agregó-, el salario mínimo impacta directamente sobre el salario mínimo docente (debe ser como mínimo un 20% superior a aquél), en el salario social complementario y en las jubilaciones mínimas (aplica el 82% aquí). Este año sumamos el programa ATP que usa al salario mínimo como base de cálculo”.
Indirectamente, de acuerdo con el informe del Observatorio, “el salario mínimo puede apuntalar la negociación colectiva de las actividades con salarios más bajos y también tener algún efecto sobre sectores que están excluidos de su cobertura, como el sector público provincial y municipal, y las casas particulares”.
Como establece la Ley de Contrato de Trabajo, el salario mínimo, vital y móvil “debe asegurar alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”, un objetivo que con los años se fue desdibujando porque se transformó sólo en un valor de referencia.
Para Peidró, líder de la CTA Autónoma, “el salario mínimo perdió en el último quinquenio un 35,7%, y más del 29,5% ocurrió desde 2018” y estimó que “si se elevase del actual valor a 26.247 pesos, el nuevo mínimo cubriría el 56% de la canasta básica”. Advirtió, sin embargo, que la central obrera que conduce podría aceptar ese aumento “sólo si el Gobierno y los empresarios se avienen a discutir mejoras trimestrales o cuatrimestrales”.
El último aumento del salario mínimo fue dispuesto el 3 de septiembre de 2019 por el entonces ministro de Producción y Trabajo Dante Sica, quien, ante la falta de acuerdo entre empresarios y sindicalistas, decidió que se elevara de $12.500 a $16.875 en tres tramos (agosto, septiembre y octubre) para trabajadores estatales y privados.
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