En tono autocrítico, el ex presidente Mauricio Macri ayer se mostró arrepentido de “delegar la negociación política” de su gestión en dirigentes como el ex ministro del Interior Rogelio Frigerio y el ex titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. En más de una oportunidad, ambos referentes de Juntos por el Cambio (JxC) expresaron críticas internas al fundador del PRO por “no abrirse” y generar mayores acuerdos con sectores del peronismo.
“Yo la delegué en mi ala más política con filoperonistas tanto en la Cámara de Diputados y los gobernadores; yo tendría que haber puesto el foco ahí porque claramente se jugaba mucho en la Argentina en poder convencer”, apuntó Macri, sin nombrar a Frigerio y Monzó, durante su entrevista de este lunes con el periodista Joaquín Morales Solá.
Tras ese comentario, el sector de Frigerio y Monzó le respondió al ex presidente. Este grupo está distanciado de Mauricio Macri desde el año pasado y apuesta a la construcción de un proyecto político propio para renovar la oposición junto al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
“Gracias a Monzó y Frigerio logramos tener las leyes más importantes y construir gobernabilidad durante los 4 años de gobierno con enorme minoría legislativa y estructura política”, aseguró el diputado nacional Sebastián García de Luca, que está alineado con ese sector del peronismo opositor al Frente de Todos.
En un comentario girado a la prensa, De Luca recordó algunos de los objetivos conseguidos durante la gestión de Mauricio Macri y donde intervinieron tanto Monzó como Frigerio, entre ellos la ley de Consenso Fiscal y la actualización del Fondo del Conurbano. Además destacaron las “obras transparentes” que se hicieron “en todo el país sin importar de qué partido político eran”, lo que permitió “reconstruir el federalismo luego de que muchos gobiernos nacionales asfixiaran a las provincias con el látigo y chequera”.
“Todas estas decisiones fueron avaladas por el Presidente en su momento”, resaltó el diputado identificado con Monzó.
Por otro lado, De Luca manifestó que parte de la fórmula presidencial de 2019 de Juntos por el Cambio se construyó con el aporte de la denominada “ala política” o moderada. “Rogelio y Emilio lograron convencer a Pichetto para que sea el compañero de fórmula en la última elección. Como en 2014 con la UCR y Carrió, a pesar de las resistencias internas en el PRO para conformar Cambiemos”, remarcó.
Además, subrayó que tanto Frigerio como Monzó se pusieron al frente de las negociaciones “incansables" por “el aumento de las tarifas, el cambio de la fórmula jubilatoria” y de “todos los presupuestos votados por los dos tercios del Congreso”, al igual que “el último con equilibrio fiscal primario en pleno proceso electoral y crisis mediante”. En esas conversaciones estuvieron involucradas “horas de trabajo con ministros, senadores y diputados del oficialismo y de la oposición para obtener ese resultado tan positivo que el mismo Presidente elogió en su momento".
“Nunca apelamos a la grieta como especulación electoral, siempre buscamos el diálogo, consensos y buscar acuerdos. Así lo seguiremos haciendo porque fuimos y somos coherentes y responsables", planteó De Luca.
Finalmente, el sector se desmarcó de los resultados del gobierno anterior y renovó sus críticas contra el ex jefe de Gabinete, Marcos Peña, sobre quien se recordó que era los “ojos y oídos” de Mauricio Macri y desde donde emanaba “la gestión y la estrategia política” de Cambiemos. “No éramos nosotros quienes tomábamos esas decisiones, sí participábamos desde nuestro rol lógico al que le dedicamos nuestra vida completa”, concluyó De Luca.
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