Diferentes agrupaciones políticas vinculadas con el oficialismo se movilizaron este lunes -en el marco de una nueva marcha opositora- en la puerta de la Quinta de Olivos para manifestar su apoyo a Alberto Fernández. En la puerta de la residencia presidencial se encontraron con un grupo de manifestantes del banderazo en contra del Gobierno nacional.
La idea era llegar primero para “copar la calle” con la esperanza de que otros manifestantes no se animen a ir. Sin embargo, un grupo de opositores con banderas argentinas llegó y empezó a cantar el himno nacional. La policía terminó montando un cordón para separar a los manifestantes de los dos sectores y evitar así incidentes.
Cerca de las 17 se vivieron algunos momentos de tensión entre ambos grupos pero la situación no escaló a mayores. Mientras un grupo con banderas argentinas cantaba el himno, otros contestaron con la Marcha Peronista.
Por el lado del peronismo, se trató de militantes y dirigentes del Partido del Trabajo y la Equidad (ParTE), Espacio político AIRES Caba y distintos sectores políticos, sindicales y sociales de las localidades de Hurlingham, Malvinas Argentinas y La Matanza.
“Si quieren protestar que vayan a Plaza de Mayo, al Obelisco, a donde quieran, pero a la residencia del Presidente no van más”, dijo a Infobae un importante referente peronista que recordó que nunca durante los cuatro años que gobernó Mauricio Macri se movilizaron hasta su vivienda personal. “Siempre respetamos su casa y su familia”, remarcó.
Según explicaron a través de un breve comunicado, la convocatoria fue realizada “a través de las redes sociales y discutida en diferentes encuentros virtuales que las agrupaciones vienen desarrollando en el marco de la pandemia, y forma parte de una serie de acciones para apoyar al Presidente Fernández y a las decisiones políticas del gobierno”.
En un contexto de cansancio con la cuarentena y tensión creciente con Juntos por el Cambio, las movilizaciones autoconvocadas a través de las redes no sólo irritan a los dirigentes del Frente de Todos sino que también enardecen a los militantes que no soportan ver cómo la oposición aprovecha el aislamiento obligatorio para “coparles la calle”. Algunos dirigentes incluso reconocen en privado que cada vez es más difícil contener a las bases, especialmente tan cerca del 17 de octubre, la fecha más representativa de la liturgia peronista.
A pesar de que la línea oficial del Gobierno nacional es respetar a rajatabla la cuarentena, la primera vez que grupos militantes peronistas decidieron movilizarse fue durante la protesta de la Policía Bonaerense. En aquella oportunidad un pequeño contingente se acercó tras ver en los medios las imágenes de los uniformados rodeando la Quinta con bombos, patrulleros y sus armas reglamentarias.
El reclamo finalmente fue apaciguado con anuncios de mejoras salariales y el mismo Alberto Fernandez consideró prudente desactivar una marcha en apoyo impulsada por el dirigente del Frente Patria Grande y de la CTEP, Juan Grabois.
El sábado pasado algunas agrupaciones ligadas al albertismo -AIRES CABA, Nuevo Espacio Peronista (NEP) y el Partido del Trabajo y la Equidad (ParTE)- se concentraron nuevamente en la puerta de Olivos para mostrar su “apoyo” al Presidente.
Los dirigentes adelantaron que van a movilizarse “cuantas veces sea necesario para evitar estas protestas en Olivos”. “Somos muchos más millones de argentinos los que estamos preocupados por la evolución de la pandemia y su impacto en la salud y la economía diaria. Tenemos algo muy claro: no son nuestros adversarios los que van a resolver los problemas. Ellos ya tuvieron su oportunidad y fracasaron”, concluyeron.
Antes de las 18, los militantes peronistas se retiraron y sólo quedaron los manifestantes del banderazo opositor, que a los pocos minutos comenzaron a desconcentrarse.
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