A menos de una semana del voto de Argentina en la ONU contra Venezuela, que desató un complejo debate interno en la coalición de Gobierno, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, salió a respaldar al Embajador argentino ante la OEA, Carlos Raimundi, a pesar que su dichos contradijeron la política exterior.
Los dichos de Cafiero llegaron luego de que Raimundi defendiera al régimen de Nicolás Maduro y destacara que “Venezuela ha sufrido un fuerte asedio de intervencionismo” por lo que “hay una apreciación sesgada de lo que son las violaciones a los derechos humanos en determinados países”. Poco antes del voto en Naciones Unidas, Raimundi agregó que “hay una visión sesgada” de los derechos humanos en Venezuela.
Consultado al respecto, Cafiero señaló que “Raimundi quedó preso de la edición y pareció que decía que condenaba otro tipo de cosas pero no fue así”. Y agregó: “Él lo que hizo fue expresar una posición compartida por todos nosotros que está relacionada con la política de no intromisión en la política interna de los países, repudiar los bloqueos y estar en contra de las intervenciones militares”.
El Jefe de Gabinete aclaró que el informe sesgado del que habla Raimondi no era el de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humano, Michel Bachelet, donde hacía referencia a que el régimen de Madurpo asesinó a más de 2.000 personas entre enero y marzo de este año, sino el del Grupo Lima. “Es casi el mismo informe pero adjetivado por el Grupo Lima. Sobre eso es lo que Raimundi fijó su posición pero no sobre el informe de Bachelet. Son dos cosas distintas”, sostuvo al ser entrevistado en Radio Mitre.
Luego de los duros cuestionamientos hechos por el Grupo Lima, el presidente Alberto Fernández enfrenta un nuevo dilema: definir si su administración permanecerá en el Grupo de Lima, que influido por Estados Unidos cuestiona a Nicolás Maduro y su régimen populista.
En este sentido, el kirchnerismo duro exige al Presidente que abandone este foro regional, liderado en las formas por Brasil y Colombia, y permeable a la agenda del Departamento de Estado que apuesta al líder opositor venezolano Juan Guaidó.
El próximo martes 13 habrá una reunión de cancilleres del Grupo de Lima en donde se buscará emitir una nueva declaración contra Maduro, con un fuerte aval al informe de Bachelet, que denunció graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela.
Y también el Grupo de Lima se propone exigir una vez más elecciones libres, transparentes e independientes para elegir el sucesor de Maduro con un claro apoyo al presidente interino Guaidó, que Alberto Fernández considera un alfil de Donald Trump.
El canciller Felipe Solá no definió aún si formará parte de esas deliberaciones o si incluso la Argentina, como lo hizo en enero pasado, terminará votando por separado del resto de los países del Grupo Lima.
La continuidad o no en el Grupo de Lima va más allá que una postura híbrida de “permanencia administrativa” como la que planteó hasta ahora Alberto Fernández.
La situación hoy cambió. Tras el voto de Argentina en contra de Venezuela en la ONU, las presiones del kirchnerismo duro se acentuaron, mientras Martín Guzmán negocia con el FMI, que es controlado por el Departamento del Tesoro.
El gobierno de Estados Unidos acaba de mostrar su satisfacción y elogiar a la Argentina por su voto en la ONU. Y el embajador norteamericano en Buenos Aires, Edward Prado expresó ayer a Infobae que “en el caso de Venezuela, en el que todo el mundo reconoce la crisis, tanto Estados Unidos como Argentina buscan el mismo fin: una solución pacífica, política y rápida que dé espacio a un renacimiento democrático y económico en ese país”.
Agenda nacional
Tras abordar ese tema que maneja la agenda de la política exterior, Cafiero también se refirió a la política nacional y negó que vayan a producirse cambios en el Gabinete por pedido de la vicepresidenta Cristina Kirchner. “Hace 7 meses que viene trascendiendo eso en los medios. Los cambios en el gabinete no los define Cristina, los define el Presidente pero no hay nada en evaluación”, aseveró el funcionario.
Sobre el rol de la oposición frente a las medidas económicas y la extensión de la cuarentena dijo que “hay un interés político que intenta dañar al gobierno”. Criticó las marchas callejeras en medio de la cuarentena y apuntó directamente contra la presidenta del PRO, Patricia Bullrich.
“Si tenés una oposición que descree de las medidas de cuidado y de la ciencia y dice que el año que viene hay que sustituir al gobierno y convoca a estas marchas…”, deslizó Cafiero al referirse a Bullrich. Y agregó: “La presidenta del PRO dice eso, dice que ve un clima de desestabilización del gobierno. Y Macri también salió con unas declaraciones de que hay que manifestarse y que es importante la libertad”.
Sin embargo, hizo una salvedad con aquellos políticos de la oposición que ocupan cargos de gestión: “Es cierto que quienes tienen responsabilidad de gestión y tienen que lidiar contra la pandemia tienen otra actitud porque lo viven en carne propia”, remarcó en en alusión a la solicitada que firmaron 24 gobernadores en apoyo al Presidente y entre los que también estaba Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno de la Ciudad.
Al referirse a la polémica desatada por el traslado de jueces, Cafiero trató de dejar en claro que el Gobierno no impulsa ninguna intromisión en la Corte Suprema. Pretendemos que si el gobierno se guió por los parámetros que se dicta por la Constitución para la designación de jueces y el Consejo de la Magistratura y el Senado también, queremos que la Corte Suprema haga lo mismo", sostuvo.
“Fueron 10 traslados de jueces. El Consejo hizo un informe de los 10 traslados que a su juicio no estaban respetando las acordadas de la Corte y dijo que para perfeccionar el traslado necesitaban un acuerdo del Senado. Siete jueces fueron a la comisión de acuerdo y tre no fueron y quedaron inhabilitados. No alentamos ningún tipo de intromisión en Corte”, aseveró cafiero.
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