La grieta llegó también a la Legislatura de la provincia de Santa Cruz, donde se debatió sobre el ibuprofeno inhalado. Mientras la oposición y un grupo de gente en las calles reclamaba por la inmediata reglamentación de este tratamiento para combatir el COVID-19, el kirchnerismo se negó, argumentando criterios científicos, y se limitó a solo aprobar el estudio de su uso.
Al mismo tiempo que vecinos de Río Gallegos se manifestaban exigiendo a la Legislatura de Santa Cruz la aprobación del uso compasivo de ibuprofeno inhalado para pacientes infectados con coronavirus, se llevó a cabo la sesión virtual donde, por mayoría del Frente de Todos, fue aprobada sobre tablas una resolución que solicita al Poder Ejecutivo provincial -a través del Ministerio de Salud y Ambiente- que "estudie la factibilidad del uso de ivermectina, suero equino hiperinmune e ibuprofeno inhalado en las guías terapéuticas provinciales para el tratamiento de COVID-19 de acuerdo a las normativas vigentes”.
El kirchnerismo informó que fue un despacho consensuado en comisiones sobre proyectos presentados por el legislador oficialista Leonardo Paradis y la opositora Nadia Ricci. Sin embargo, el bloque Nueva Santa Cruz se retiró de la sesión virtual al no lograr el tratamiento sobre tablas de un nuevo proyecto para establecer por ley la posibilidad de la utilización de esta terapia.
Matías Mazú, presidente del bloque del oficialismo, expresó que “el pueblo de Santa Cruz no hará de conejillo” en medio de la pandemia, pese a que el tratamiento se está utilizando en Mendoza, Buenos Aires, La Rioja, Jujuy, Córdoba, Santa Fe, y recientemente fue aprobado en Salta.
“No es momento para chicanas, para insultos, para oponerse. La gente se está muriendo y esta enfermedad no permite que sigamos esperando ni un minuto más”, contestó la radical Nadia Ricci ante la negativa a tratar el proyecto.
“La urgencia lo amerita, señor Presidente, no me están dejando hablar ni justificar el pedido de apartamiento del reglamento para poder tratar el uso del ibuprofeno inhalado, mientras tanto se sigue muriendo la gente”, cargó contra Mazú.
“Otra vez le dicen que no a la gente y siguen encerrados en sus despachos sin hacer nada. Seguimos perdiendo el tiempo como el que perdieron al no reforzar el sistema sanitario de la provincia, tiempo que es vital en medio de la pandemia”, concluyó Ricci.
Luego intervino la legisladora oficialista Rocío García, quien cuestionó a la oposición por la “utilización política” del tema: “Lamento que la oposición se haya levantado. Estamos dando el debate, nos estamos informando y nos pareció que la síntesis en ese primer artículo del proyecto consensuado tenía que ver con explicarle a la sociedad que ninguno de nosotros en la sesión está en contra”, expresó. Y explicó que “es parte de una decisión sanitaria, de criterio médico”.
“Hay muchos ensayos que se están utilizando, pero no tienen los estudios necesarios y que tienen que presentar en la ANMAT donde le darán la aprobación si correspondiere. Esto es vital remarcarlo”, enfatizó García.
En tanto, los cuatro legisladores de la oposición explicaron su posición en conferencia de prensa y agradecieron el acompañamiento de tres parlamentarios del oficialismo.
“No quisimos ser parte de una puesta en escena y aprobar una resolución sobre un proyecto presentado hace un mes y que ya tiene una respuesta negativa del Gobierno, por eso entendimos que la única solución para que esto sea una realidad y no solo una expresión de deseo es aprobar una ley que lo autorice”, dijo Daniel Roquel, presidente del bloque minoritario.
Ricci advirtió que “las autoridades sanitarias y la propia gobernadora (Alicia Kirchner) ya se expresaron, lo hicieron públicamente, incluso en la comisión en la que se despachó el proyecto que se votó hoy (de la que participó el viceministro de Salud de la Nación) y nosotros entendemos que el único camino es la ley”.
El diputado de Encuentro Ciudadano, Javier Pérez Gallart argumentó que “los informes epidemiológicos nos indican que hay 1.300 casos activos en la provincia, más de 900 en Río Gallegos, 240 en El Calafate, 118 en Caleta Olivia, y más de 80 muertos, personas con nombre y apellido a quienes les debemos todas las herramientas posibles para luchar contra esta enfermedad y entendemos que el ibuprofeno inhalado es una de ellas”.
García los cuestionó por generar expectativa entre la sociedad santacruceña: “Es una canallada y es vergonzoso”.
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