De “feliz” lo único que le queda a la ciudad de Mar del Plata es el apodo. Sumida en una grave situación epidemiológica y en una extrema situación económica, la localidad balnearia más popular de la Argentina busca como readaptarse a la nueva normalidad y ver de qué manera se habilita la temporada de verano 2021 luego de haber transitado cada fin de semana largo del año y todo el invierno con las persianas bajas por la cuarentena.
De cara a las vacaciones, el Municipio de General Pueyrredón planea limitar el cupo de turistas que ingresarán a Mar del Plata. Al menos así lo adelantó el intendente de dicha localidad, Guillermo Montenegro.
El jefe comunal de Juntos por el Cambio mantuvo este martes un encuentro virtual con el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens; el titular de la cartera de Producción bonaerense, Augusto Costa, y los intendentes de la Costa Atlántica. Allí una de las principales preocupaciones que planteó Montenegro es “cuánta gente puede entrar” a la ciudad balnearia.
“Estos números los vamos a tener que ir manejando porque nunca pueden estar arriba del 50% de la población media de Mar del Plata en una temporada”, expresó en diálogo con Radio Con Vos. Para poder limitar el ingreso de visitantes, Montenegro comentó que se utilizarán “aplicaciones tecnológicas para ver cuánta gente puede ingresar y que no supere el 50% de la ocupación media".
Imaginando cómo será esta temporada atípica, comentó que el funcionamiento de la actividad gastronómica “va a ser en veredas y calles, con horarios extendidos, mientras que para la playa vamos a intentar usar los 43 kilómetros” que dispone la ciudad.
La necesidad de reactivar cuanto antes el turismo radica en la preocupante situación económica que atraviesa el municipio. “Tenemos el peor índice de desempleo de la historia de Mar del Plata; peor que el 2001 y el 2002”, comparó en base a los datos que informó el Indec la semana pasada donde se señaló que la desocupación alcanza al 26% de los marplatenses. Por ello insistió en que el turismo debe abrir “lo antes posible", pero “con muchísimo cuidado”.
Pese al contexto económico Montenegro sugirió que no se realicen aumentos desmedidos. “Todos los comerciantes de Mar del Plata saben que lo importante de mantener el precio lo más bajo posible para que venga volumen y eso le genere beneficio”,
“Hay que venir a cuidarse”, expresó pero advirtió que las decisiones deben ser consensuadas con los otros distritos costeros: “No puedo hacer nada que no esté coordinado con municipios vecinos”.
Montenegro comentó su preocupación por la situación sanitaria del distrito que administra. Explicó que “hay camas con las complicaciones propias de una pandemia”, y aclaró que “no sobran”, pero remarcó que “el mayor problema es con el recurso humano”. Sobre los casos de COVID-19 manifestó que la curva “está estable y bajando lentamente”.
No obstante, adelantó también que se está estudiando “reforzar a otros partidos de la costa” con hospitales modulares. En ese sentido, destacó que se está “trabajando mucho en las detecciones tempranas” de contagios, y pensando en la temporada de verano se está pensando qué protocolo implementar cuando un turista de positivo de COVID-19: que cumpla la cuarentena allí o que regrese a su localidad.
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