La ciudad de Buenos Aires cumplió un mes con la curva de contagios de coronavirus en descenso. Así lo ratificó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, en un nuevo reporte diario. Con este escenario epidemiológico, el funcionario insistió en el reclamo para que el gobierno nacional habilite la vuelta a las clases presenciales para un grupo reducido de alumnos.
“En la ciudad de Buenos Aires no estamos con la epidemiología controlada como para reactivar globalmente y normalmente las clases”, afirmó Quirós. Sin embargo, aseguró: “Hay diferentes niveles de gravedad y riesgo sobre los niños y creemos que podemos ir implementando actividades de revinculación social y escolar más allá de aún no abrir las escuelas de manera masiva; en eso insistimos y seguiremos insistiendo, porque cada día que pasa es un nuevo daño, y para algunos niños ese día es un daño irreparable”.
“Sabemos que grupos de 8 o 9 , en espacios abiertos, con reglas y normas puestas por un adulto, son escenarios más seguros que lo que ocurre con ese niño en su entorno familiar y barrial”, planteó el funcionario, en relación al protocolo que el gobierno porteño ya le presentó al Ministerio de Educación nacional, para 6.500 chicos que la Ciudad identificó como aquellos que perdieron todo contacto con la escuela.
Según Quirós, esta posibilidad “es una política de recuperación del futuro del niño”, pero “también es una política sanitaria, para que esos chicos y las familias adquieran el conocimiento de cómo manejarse en la pandemia, que nos requerirá varios meses más de trabajo, pero esperemos en una curva de mejora continua”.
La propuesta de la ciudad de Buenos Aires fue criticada por el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, y también por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof: "No podemos someter a los chicos a experimentos”, aseguró el mandatario provincial, que la semana pasada puso en marcha un programa para garantizar la continuidad pedagógica de unos 279 mil alumnos bonaerenses en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus.
Por otro lado, Quirós se refirió a la evolución de los contagios de COVID-19 y las posibles reaperturas de actividades. Así, indicó que se han confirmado 129.664 pacientes, de los cuales se han recuperado 104.384, han fallecido 3.801, lo que hace una letalidad de 2,9%. También se informó que se alcanzó la cifra de 567.760 personas testeadas en la Ciudad, de los cuales el 60% son residentes, que en la última semana tuvieron una positividad de 27% y se alcanzó una tasa de test cada 100.000 habitantes de 11.089.
“Vamos a ir proponiendo actividades que no faciliten el supercontagio. Propusimos encuentros en espacios públicos, aperturas de bares porque reemplazaban a los familiares y, ahora, de pasar a espacios cerrados, si la curva lo permite, serán espacios cerrados muy grandes, de poca gente, y ventilados”, señaló el ministro de Salud porteño.
El próximo domingo 11 de octubre vencerá en el AMBA la etapa actual del aislamiento obligatorio y las autoridades del Gobierno porteño se preparan para una semana de arduas negociaciones con sus pares de Nación para resolver cuáles serán las próximas actividades en ser habilitadas.
Según adelantaron a Infobae, entre otros puntos, se evaluará en profundidad la posibilidad de abrir los shoppings con aforo limitado. Es decir, el mismo sistema que hoy por hoy rige para los supermercados: una vez que se alcanza la capacidad máxima, se cierra la entrada y solo pueden ingresar más público a medida que salen quienes están adentro.
La intención de habilitar los shoppings también obedece a las presiones del sector, que señala con énfasis la coincidencia entre la baja de la curva de contagios y la llegada del Día de la Madre, uno de los momentos de mayores ventas en el año.
Finalmente, la última actividad que podría ser incluida en las negociaciones es el servicio doméstico con la limitación del uso del transporte público.
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