Habla el empresario detenido por la estafa de los barbijos: “Me siento un boludo estando preso, todos los demás se llenaron de plata y están afuera”

Damián Nevi está preso desde mediados de mayo. En pocos días cobró casi $130 millones por la venta de 5 millones de barbijos para la Ciudad y 200 respiradores para la provincia de Buenos Aires. “Nunca tuve contacto con funcionarios de la Ciudad”, dijo en una entrevista exclusiva con Infobae. La prueba de vida que explicaría una valija de dinero en su casa

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Damián Nevi cobró casi $130 millones en su cuenta bancaria.
Damián Nevi cobró casi $130 millones en su cuenta bancaria.

Damián Nevi (39) se define como un comerciante de la salud. En los últimos años deambuló por varias farmacias, trabajó en un sanatorio de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), y luego se dedicó a “rescatar” droguerías. Arriesgado como pocos para los negocios, empezó a importar insumos sanitarios desde China cuando la pandemia todavía era minimizada por los funcionarios argentinos. A través de dos intermediarias, terminó involucrado en operaciones millonarias con el Estado. Primero con la venta de 5 millones de barbijos a la Ciudad de Buenos Aires y luego con 200 respiradores para la Provincia de Buenos Aires. En pocos días cobró casi $130 millones. Lo que era un gran negocio terminó en escándalo y lo llevó a la cárcel.

Hoy pasa sus días en una celda del Centro de Contraventores de la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Pompeya. Está aislado de otros presos, pero dice que recibió buen trato. Sin embargo, menciona al pasar un incidente aislado, durante un traslado para hacerse un hisopado.

A más de cuatro meses de su detención, Nevi contrató al abogado penalista Miguel Ángel Pierri como defensor y decidió hablar en público. El empresario eligió a Infobae para contar su versión de los hechos.

En una extensa charla, aseguró que nunca tuvo relación con funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires. En cambio, dijo que los intermediarios que lo contrataron alardeaban de su llegada al Ministerio de Salud. “Morbelli (dueño de la empresa E-ZAY) me dijo que conocía gente del Ministerio (de Salud) si tenía problemas para retirar la mercadería de Ezeiza. La señora (Paula) Fernández me mandó un mensaje el 3 de abril preguntándome si me podía juntar con “gente del Gobierno” para hacer una venta de barbijos. Tres días después, me preguntó si le podía entregar entre 100 y 500 mil barbijos para la campaña (publicitaria) de Larreta por el COVID”, afirmó.

El 30 de marzo, el Gobierno de la Ciudad le compró 5 millones de barbijos a E-ZAY, una empresa dedicada al rubro informático, tal como reveló este medio el 17 de mayo. Tres días después, la firma recibió $162.350.000 (eran 170 millones menos los impuestos), un 50% por ciento de los $340 millones comprometidos.

Llamativamente, Nevi se habría enterado de que los barbijos eran para la Ciudad varios días después de la adjudicación. “Desde el comienzo me dijeron que era para venderle barbijos a la provincia de Salta. De hecho, (María Elena) Canali armó un grupo de WhatsApp que se llamaba ‘Grupo Salta’ y se hicieron dos llamadas grupales con funcionarios de esa provincia”, contó.

Nevi describe sus días en la cárcel y se quiebra al hablar de su mujer, embarazada, y sus dos hijos: “Nosotros éramos el sostén de varias familias, es muy duro no ver a mis hijos y no poder disfrutar del embarazo”.

Consultado por el dinero, afirma que intentó devolver los $60 millones de los barbijos cuando la operación se cayó, pero el dinero fue retenido por su banco. De hecho, la jueza Paula González ordenó su devolución a la Ciudad cuando lo procesó por ese caso. Sobre el dinero de los respiradores, Nevi asegura que ya se había invertido al momento de su detención. Actualmente hay 90 aparatos en un galpón de Ezeiza y la misma jueza que lo detuvo debe decidir su futuro.

En cambio, el dueño de la empresa E-ZAY cobró casi $170 millones, que se perdieron en varias cuentas. “Hay varias financieras en los movimientos de esa cuenta. Morbelli debería devolver ese dinero (…) Yo me siento un boludo estando preso, todos los demás se llenaron de plata y están afuera. Los que tendrían que estar pagando las consecuencias son ellos”, se queja.

Nevi fue detenido el 18 de mayo por una denuncia de E-ZAY. En su casa, la Policía encontró una valija con $800 mil pesos y una nota inquietante. Según figura en el expediente, la nota decía: “ESTE ES EL PAGO TUYO”. Pero un video encontrado en el celular del empresario revela que la verdadera leyenda era “ESTELA ES EL PAGO TUYO”.

¿Quién es Estela y para quién era ese dinero?, le preguntó Infobae. “Era una señora que vivía en Palermo y vendía máscaras KN95, le grabé el video porque en esos días se exigía una prueba de vida de la plata y el que vendía barbijos hacía lo mismo”, asegura Nevi a la distancia.

La 'prueba de vida' que mandó Nevi: una valija llena de plata para comprar máscaras KN95.

—¿Cómo se involucró en la venta de barbijos para el Gobierno de la Ciudad?

—A mí me contactaron dos intermediarias, Paula Fernández y María Elena Canali. Desde el comienzo me dijeron que era para venderle barbijos a la provincia de Salta. De hecho, Canali armó un grupo de WhatsApp que se llamaba “Grupo Salta” y se hicieron dos llamadas grupales con funcionarios de esa provincia entre el 26 y el 27 de marzo (antes de la contratación con la Ciudad). Yo participé de esas llamadas, están las pruebas en mi teléfono. En ese momento no se mencionaba ni al Gobierno de la Ciudad ni a la empresa E-ZAY. Siempre se hablaba de operaciones para Salta y también para la provincia de Córdoba.

—¿Usted tenía relación previa con esas dos intermediarias?

- Con la señora Canali me había cruzado el 1 de marzo en una entrevista para una venta de barbijos a China, cuando la fábricas allá todavía estaban cerradas. La reunión duró diez minutos y la operación no se hizo. De ahí sacó mi contacto. Pero mi relación con ellas siempre fue por teléfono, nunca se quisieron juntar.

- ¿Cuándo se enteró de que los barbijos no eran para Salta?

- El 31 de marzo (tres días después de la adjudicación de la Ciudad) a las 23.30 me entero de que estaba involucrada E-ZAY cuando Fernández me pasa el CUIT de esa empresa por WhatsApp. La orden de compra habla de barbijos tricapa con cuatro tiras, de la marca DIMEX. Yo no tenía esos barbijos, los míos eran de China. A mí me pidieron una muestra y se la entregué el 29 de marzo al señor Eduardo Kaplan en una estación de servicio, cerca de mi casa. Primero me dijo que no servían. Pero luego me llamó Fernández y me dijo que la operación se iba a hacer igual.

- ¿Quién es Kaplan?

- A mí se me presentó como un médico que trabaja para la provincia de Córdoba. De hecho, después me pidió que le cotice barbijos, termómetros a distancia, y otros productos.

- ¿Cómo siguió la operación?

- El 1 de abril hice la factura a nombre de la empresa E-ZAY, hicimos un documento y el 3 de abril me depositaron $60.500.000 en mi cuenta del banco Credicoop.

- ¿Usted tuvo relación con funcionarios del Ministerio de Salud de la Ciudad?

- A la fecha de mi detención, el 18 de mayo, ninguna persona del gobierno de la Ciudad me llamó o me exigió la entrega de barbijos. No tuve contacto con ningún funcionario. El Gobierno de la Ciudad se comunicó con la empresa DIMEX reclamándole la entrega de barbijos entre el 4 y el 6 de abril porque eran los barbijos que le había prometido Morbelli. Eso figura en el expediente judicial.

- ¿Los dueños de E-ZAY y las intermediarias le manifestaron que tenían contactos en la Ciudad o en la Legislatura?

- Morbelli me dijo que conocía gente del Ministerio (de Salud) si tenía problemas para retirar la mercadería de Ezeiza. La señora Fernández me mandó un mensaje el 3 de abril preguntándome si me podía juntar con “gente del Gobierno” para hacer una venta de barbijos. Tres días después, me preguntó si le podía entregar entre 100 y 500 mil barbijos para la campaña (publicitaria) de Larreta por el Covid. Los mensajes figuran en el “Grupo Salta”. Luego Morbelli se comunica conmigo diciendo que importe solo 1.500.000 porque había muchos intermediarios. Eso fue una llamada telefónica y no tengo manera de probarlo, pero fue así.

- ¿Usted intentó devolver los $60 millones a la empresa E-ZAY cuando la operación se estaba cayendo?

- No intenté, yo lo devolví y el banco lo dejó retenido. Las pruebas están en las dos causas judiciales. Yo entregué el print de pantalla donde queda claro que la devolución era "por la no entrega de la mercadería'. Yo me hice responsable de la falta de entrega. Si el banco no dejaba retenido el dinero, hoy no estaría detenido.

- ¿Por qué se complicó la operación de los barbijos?

- Las intermediarias no trabajan en el rubro de la salud. Morbelli mucho menos, su empresa se inscribió en AFIP en el mes de marzo para vender productos sanitarios. Ellos hicieron una fantochada. Prometieron la mercadería en diez días corridos, cuando una operación de comercio exterior lleva al menos diez días hábiles. Yo se lo expliqué por teléfono a Morbelli pero no entendía del rubro. Hizo todas las órdenes de compra a nombre de Insumed SRL y no de mi empresa (Medinsumo). Paula Fernández le hizo llegar datos de la empresa Insumed a Morbelli. Yo no tengo nada que ver con esa firma. Con eso pudieron captar el contrato del Gobierno de la Ciudad. Pero para las autorizaciones de ANMAT usaron el nombre de mi droguería. Fue una maniobra burda. Fernández luego declaró que no conocía a Insumed y que fue un error de tipeo. En una operatoria tan grande no hay errores de tipeo.

- ¿El dueño de E-ZAY cobró casi 170 millones, a usted le transfirió 60, el resto del dinero dónde está?

- Es un problema de Morbelli. Yo sé que los 60 millones están en mi cuenta. El dinero que cobró Morbelli fue repartido en varias cuentas. Hay varias financieras. De hecho, en un momento yo recibí el llamado de una señora que se presentaba como la abogada de E-ZAY pero después me enteré que está relacionada a la financiera INSIGHT GROUP. Me reclamaba los barbijos o la devolución del dinero. El fiscal (Maximiliano) Vence actuó rápido para congelar algunas de esas cuentas. Morbelli debería devolver ese dinero. Yo me puedo hacer responsable de una operación comercial que salió mal, pero él se tiene que hacer responsable con el Gobierno de la Ciudad. El que me denunció desapareció la plata y está libre. Me llama la atención con la rapidez que sacó la plata del banco. Yo me siento un boludo estando preso, todos los demás se llenaron de plata y están afuera. Los que tendrían que estar pagando las consecuencias son ellos.

Nevi cayó en desgracia recién a mediados de mayo. El juez federal de Morón Néstor Barral comenzó a investigar su patrimonio y luego se declaró incompetente. Casi en simultáneo, la empresa E-ZAY, contratada por el Gobierno de la Ciudad, presentó una denuncia penal ante la justicia criminal y correccional de la Capital Federal. Se ordenaron escuchas y tareas de seguimiento para ubicarlo. El 18 de mayo, la jueza Paula González ordenó su detención y luego lo procesó con prisión preventiva por el delito de defraudación en perjuicio de la administración pública. Las dos intermediarias también fueron procesadas, aunque siguen libres.

En ese fallo, la jueza hizo hincapié en el “desinterés en el origen y calidad de los productos que ofrecieron en venta y, en definitiva, si resultaban idóneos para cumplir funciones de protección de la salud y la vida de terceros”. “En una coyuntura de gravedad inusitada, desplegaron medios fraudulentos para obtener una ventaja patrimonial indebida”, sostuvo.

La responsabilidad de los dueños de E-ZAY y de los funcionarios porteños está siendo investigada por la Justicia de la Ciudad. Esa investigación está concentrada en la ruta del dinero. Hasta ahora no hubo llamados a indagatoria.

La compra de los respiradores también llegó a través de las dos intermediarias. En realidad, el gobierno de la provincia de Buenos Aires contrató a la empresa Aeromedical, quien subcontrató a Nevi. El expediente administrativo establecía un pago anticipado de $124 millones, un 40% del total.

La contratación se hizo efectiva el 2 de abril y se canalizó través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Ese mismo día, Aeromedical le pagó a su proveedor un anticipo de $68.952.000. Pero el cheque fue rechazado y Nevi amenazó con voltear la operación. Entonces, los dueños de esa firma decidieron hacer una transferencia.

Hay 90 respiradores en un galpón de Ezeiza.
Hay 90 respiradores en un galpón de Ezeiza.

- ¿Cómo terminó involucrado en la venta fallida de 200 respiradores a la provincia de Buenos Aires?

- Esa operación también la iniciaron las dos intermediarias. Yo les decía que conseguía respiradores no invasivos y ellas ponían invasivos. El señor Rosenfeld (dueño de Aeromedical) se comunicó conmigo, le mostré el productor y quedamos en contacto. Con él pude hablar por primera vez el 2 de abril. Me dijo que no quería intermediarios. Yo lo conocía del medio (de la salud) porque le había comprado otros productos. El 8 de abril fui a su oficina y retiré un cheque. Como era fin de semana largo, recién se depositó el lunes y vino rechazado. Me dijo que iba a ir al banco para depositarme la plata. Le dije que iba a tratar de reflotar la operación o conseguirle algo similar, y es lo que hice. Estoy seguro que si no me detenían, esos respiradores se hubieran entregado y hoy se estarían usando.

- ¿El adelanto que usted cobró por los respiradores dónde está?

- Se invirtió en los respiradores. Vinieron 90 (al país) y teníamos que traer 110 más. No eran de la misma marca pero le dimos para adelante porque había que cumplir. El 1 de mayo Rosenfeld me dijo que estaba saliendo un avión sanitario (desde China). Había 90 que ya estaban volando a Miami por DHL. Él podía haber retirado los otros 110 respiradores en Shanghai. No lo quiso hacer porque no tenía más espacio en el avión. Acá todos denuncian pero se olvidan de las deudas. Rosenfeld me debe un remanente importante de los 90 respiradores que llegaron al país. A él le pasamos fotos de los productos y la guía de DHL completa para que pueda seguir el vuelo. El domingo anterior a mi detención, a raíz de una nota publicada en Infobae, Rosenfeld me llamó por teléfono y le expliqué lo que pasaba. Me dijo que había vivido una situación similar y que me quede tranquilo. Él me denuncia únicamente porque me detuvieron.

- Usted está acusado de estafar a dos gobiernos…

- Soy un comerciante del rubro de la salud. Yo no me aproveché de la pandemia. A Morbelli le facturé 30 pesos más IVA cuando en ese momento los barbijos se vendían a 38 o 39 pesos. La operación comercial de los barbijos salió mal pero no estafé a nadie. La plata que me pagaron estaba en el banco. Un error comercial no me puede dejar más de cuatro meses en la cárcel. La operación de los respiradores tampoco fue una estafa, me contrataron para traer respiradores y yo traje respiradores.

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