Cuando Patricia Bullrich era ministra de Seguridad y anunció la compra de pistolas Taser, el kirchnerismo cuestionó y se opuso a la decisión respaldado en las objeciones de grupos de derechos humanos que alertaban sobre el uso indiscriminado de esas armas.
El asesinato del inspector Juan Roldán abrió el debate sobre cómo deben actuar las fuerzas de seguridad frente a situaciones de violencia callejera como la que se vivió el lunes en Palermo a plena luz del día. Desde la oposición, salieron a respaldar la idea de que con las pistolas Taser se podría haber evitado el crimen del oficial. De hecho, el Gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta adelantó que está previendo la compra de estas armas no letales para equipar a la Policía de la Ciudad.
Sin embargo, desde Casa Rosada expresaron distintas posturas. Primero, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero negó que el uso de las Taser esté en estudio para su implementación. Pero este miércoles, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic autorizó su uso pero solo para el grupo GEOF de la Federal en hechos delictivos especiales y de alta complejidad. Luego se sumarían el resto de los grupos de elite como el Grupo Alacrán de la Gendarmería, el Grupo Albatros de la Prefectura y un sector especializado de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
En este contexto volvió a sonar la siempre disonante voz de Sergio Berni. El funcionario provincial le solicitó a Sabina Frederic que le entregue las pistolas Taser que no vaya a utilizar para equipar a las fuerzas bonaerenses.
Al analizar el homicidio de Roldán, Berni remarcó que “hay un clima de incertidumbre en las fuerzas de seguridad” sobré cómo deben actuar en determinadas situaciones violentas que implican tomar decisiones en cuestión de segundos. En declaraciones a TN, el ministro de Seguridad trazó un paralelismo entre la actual y la anterior gestión: “El Poder Ejecutivo escribe un protocolo, cambia el gobierno y se escribe otro protocolo, se atraviesa por posiciones ideológicas y a veces fundamentalistas”.
En ese sentido reveló que cuando un policía comienza su jornada laboral “se fija que fiscal está de turno para ver de qué manera moverse”. “A la policía hay que darle un marco de certidumbre para que sea efectiva en la manera de actuar”, exigió.
Consultado por su postura al respecto del uso de las Taser, Berni dijo que “es un elemento indispensable que asegura la vida del policía y de terceros”. El funcionario bonaerense emitió esa declaración afirmando que es consciente de que Frederic y Cafiero tienen una postura contraria: “Se que piensan así”. Sin embargo reveló: “Le pedí a la ministra que me de todas las Taser que el Gobierno Nacional compró y que no va a usar”.
Luego de confirmar que Frederic se comprometió a asistirlo, Berni declaró que “en políticas de seguridad falta más doctrina y menos chamuyo”.
Frente al aumento de la inseguridad, el ministro de Axel Kicillof justificó que “hay menos delincuentes pero que generan mayor actividad”. Y se explayó: “Antes tenían un resultado que le permitían no tener mucha frecuencia, y hoy el delincuente genera varios delitos por día porque son delitos de poco resultado económico y en definitiva lo que busca un delincuente es el resultado económico”.
“Hay una sensación de impunidad y tan grande que hace que el delincuente no tome ningún tipo de precaución, lo que haga no tiene ningún problema porque al otro día esta en libertad, y el dueño de la libertad de un detenido está en la justicia”, acusó.
En la jornada que el Indec informó que en Argentina la pobreza ya alcanza a 18 millones y medio de personas, Berni advirtió por el aumento del crimen. “En una situación de crisis, el delito es generador de mano de obra. La desigualdad es la génesis del delito", especificó.
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