Por instrucción del presidente Alberto Fernández, el canciller argentino Felipe Solá concurrirá hoy a la residencia del Embajador de los Estados Unidos, Edward Prado, con el objetivo de acelerar los trámites legales que permitan ingresar al país (sin pérdida de tiempo) la vacuna de Pfizer, una vez que esté lista.
Las posibles demoras burocráticas para importar la vacuna motivó el encuentro. Según pudo saber Infobae, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, le presentó al Presidente un cuadro de situación respecto a las negociaciones que se mantienen con todos los laboratorios que están fabricando la vacuna.
Allí, Ginés le manifestó a Alberto Fernández la existencia de algunas trabas legales para la importación futura de la vacuna del laboratorio Pfizer, una vez que esté autorizada para utilizarse de manera masiva en personas.
Según el ministro de Salud, la llegada de las vacunas se podría ver demorada por la legislación norteamericana. Esto motivó un llamado del mandatario al Canciller y la pronta reunión con el embajador Prado para iniciar las conversaciones y acelerar los trámites, que permitan ganar tiempo una vez que se comience a comercializar la vacuna.
El encuentro se produce en momentos donde la relación entre la Argentina y los Estados Unidos atraviesa cierta tensión. En las últimas horas el Subsecretario Adjunto de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Kevin O´Reilly, se manifestó sobre las declaraciones del representante de Argentina, Carlos Raimundi, ante la Organización de Estados Americanos (OEA), respecto a Venezuela.
En un evento virtual con periodistas y empresarios, el diplomático se refirió, entre otros temas, a la crítica situación del país caribeño. Y fue allí cuando calificó de “tristes” los comentarios del delegado del gobierno de Alberto Fernández, quien había expresado que hay “una apreciación sesgada de lo que son las violaciones a los derechos humanos en determinados países”.
Seguramente este tema, como así también la situación económica –ayer el funcionario del gobierno de Trump se refirió a las recientes restricciones del mercado de cambios y pidió generar “previsibilidad” para un mejor clima de negocios para los inversores–, será conversado durante el almuerzo Solá y Prado.
Cabe recordar que en los últimos días, Alberto Fernández mantuvo un diálogo durante 40 minutos con el presidente chino Xi Jinping para profundizar las relaciones geopolíticas entre ambos países, y conversaron sobre la evolución de la vacuna que está fabricando Beijing.
En definitiva, la clave del almuerzo está centrado en la decisión presidencial de contar con un stock de vacunas para la Argentina al momento en que esté autorizada su comercialización mundial. Alberto Fernández pretende que el país disponga de millones de dosis para aplacar los términos de la pandemia y pasar a una fase más laxa de la cuarentena.
El jefe de Estado considera obvio que Solá dialogue con Prado acerca de la agenda regional y las relaciones bilaterales, a pocas semanas de los comicios en Estados Unidos. Pero su objetivo diplomático - en este almuerzo informal- es lograr que Pfizer entregue las vacunas sin demoras. Ni más, ni menos.
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