Fue un almuerzo distendido. Se habló de todo y se tocaron todos los temas de las relaciones bilaterales. Pero lo más sobresaliente fue el compromiso de Estados Unidos para evaluar la apertura del biodiésel argentino al mercado norteamericano, el renovado respaldo de Washington a las negociaciones de Alberto Fernández en el FMI por la deuda, el eventual ingreso de la vacuna contra el COVID-19 en Argentina y la cooperación en materia de lucha contra la pandemia.
Todo esto estuvo dentro del temario del almuerzo que el canciller, Felipe Solá, y el embajador norteamericano, Edward Prado, compartieron este mediodía en el Palacio Bosch de la residencia norteamericana en pleno barrio de Palermo por más de dos horas con un repaso a fondo de la agenda bilateral.
El embajador Prado se mostró optimista respecto de la posibilidad de acelerar los trámites legales que permitan ingresar a la Argentina la vacuna de Pfizer que se desarrolla en Estados Unidos. Y según comentaron a Infobae en la Cancillería, también se mostró dispuesto a renovar los reclamos de la Argentina en Washington por las trabas que impone Estados Unidos al biodiesel argentino. A la vez que hubo predisposición en apoyar a la Argentina en las negociaciones con el FMI.
Al evaluar el tema de la vacuna contra el COVID-19 se analizaron las posibles demoras burocráticas para importarla, principal motivo del encuentro ya que el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, le presentó al Presidente Alberto Fernández un cuadro de situación respecto a las negociaciones que se mantienen con todos los laboratorios que están fabricando la vacuna, incluído el Pfizer.
“Buscamos mantener un vínculo maduro con los Estados Unidos basado en el respeto mutuo y en la comunidad de valores que caracterizaron tradicionalmente la relación entre ambos países”, dijo Solá tras el almuerzo de trabajo con el embajador Prado.
El Canciller agradeció el compromiso transmitido por el embajador Prado de apoyar a la Argentina en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. De hecho, la administración de Donald Trump ya dió señales claras de marchar en este sentido.
El ministro de Relaciones Exteriores y el embajador conversaron también sobre el reciente lanzamiento del satélite SAOCOM 1B desde Cabo Cañaveral.
Solá planteó la necesidad de profundizar el trabajo conjunto, el intercambio y la cooperación ante la pandemia de COVID-19. Señaló que esa profundización sería una continuidad de las iniciativas que ya venían desarrollando ambos países en materia de salud, educación y ciencia y tecnología, según indicó después en un comunicado de la Cancillería.
Sobre el Sacocom1B, destacó el Canciller que brindará información útil para la agricultura y la gestión de desastres naturales, entre otras aplicaciones.
A la vez, Solá agradeció que la Argentina haya sido elegida como una de las sedes donde se realizan los ensayos clínicos fase III de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, mediante la cual en agosto inició el estudio local con voluntarios argentinos en el Hospital Militar Central, coordinados por la Fundacion Infant.
La Cancillería informó que se abordaron el modo de alentar las inversiones y desarrollar los canales de diálogo ya existentes para facilitar el comercio. Solá expresó la intención de recuperar el mercado de los Estados Unidos para las exportaciones de biodiésel, que llegaron a representar el 25% del valor total de las exportaciones argentinas a los Estados Unidos.
En este punto, allegados a Solá aseguran que Prado se comprometió a insistir al secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross, para destrabar el ingreso de biodiesel argentino en el mercado norteamericano que desde hace al menos cuatro años está frenado. Solá planteó que los aranceles impuestos por Estados Unidos son “muy elevados e injustos” a la vez que evaluó que ello genera un impacto muy negativo en el mercado local ya que representan más de USD 1.500 millones anuales.
Por otra parte, en tren de agradecimientos, el funcionario argentino destacó ante Prado las donaciones de equipamiento protector (máscaras N95, protección ocular, equipamiento para personal de salud) y el financiamiento de kits de testeo por parte de los Estados Unidos.
En el encuentro, que se realizó en la residencia de la embajada norteamericana, participaron, entre otros, el jefe de gabinete de la Cancillería, Guillermo Chávez; el secretario de Relaciones Económicas, Jorge Neme y el secretario político de la embajada, Chris Andino y la ministra consejera, Mary Kay Carlson.
Desde la embajada norteamericana sostuvieron por medio de un breve comunicado que durante la reunión de trabajo el embajador Prado expresó el deseo de Estados Unidos de apoyar la recuperación económica del país. En ese sentido, se interesó en “conocer mejor los planes del gobierno argentino para alentar el clima de negocios” y manifestó la intención de coordinar, a través del programa América Crece, un esquema de trabajo con el sector privado que sirva de apoyo a numerosos sectores productivos.
A la vez, Prado y Solá abordaron temas de cooperación a nivel bilateral y también regional, como la preocupación por la situación humanitaria de Venezuela. Si bien este tema no fue comentado por la delegación argentina, el embajador norteamericano destacó en un comunicado que Estados Unidos reflejó la posición del Grupo de Contacto, del que la Argentina es miembro, respecto a que no existen las condiciones para elecciones libres, transparentes ni creíbles en Venezuela por las imposiciones del régimen de Nicolás Maduro.
Además, Prado compartió con Solá su preocupación sobre los abusos a los derechos humanos y la importancia de apoyar la misión de las Naciones Unidas que lidera Michelle Bachelet.
El tema de la crisis de Venezuela no quedo afuera de las conversaciones entre Prado y Solá teniendo en cuenta que el lunes se tratara en Ginebra el informe del Comité de Derechos Humanos de la ONU que denunció graves violaciones a los derechos humanos por parte del régimen de Nicolás Maduro y que cada país debe avalar.
En este contexto, se sabe que la relación entre la Argentina y los Estados Unidos atraviesa cierta tensión. En las últimas horas el Subsecretario Adjunto de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Kevin O´Reilly, se manifestó sobre las declaraciones del representante de Argentina, Carlos Raimundi, ante la Organización de Estados Americanos (OEA), respecto a Venezuela..
Precisamente ayer el Subsecretario Adjunto de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Kevin O´Reilly, se manifestó sobre las declaraciones deRaimundi.
En un encuentro con periodistas y empresarios, el diplomático se refirió, entre otros temas, a la crítica situación de Venezuela. Y fue allí cuando calificó de “tristes” los comentarios del delegado del gobierno de Alberto Fernández, quien había expresado que hay “una apreciación sesgada de lo que son las violaciones a los derechos humanos en determinados países”.
La Cancillería no quiso emitir comentario alguno al respecto tras el encuentro con Prado pero se sabe que Alberto Fernández está muy molesto con las expresiones de Raimundi.
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