“Los abogados de la familia de Astudillo Castro cada vez tienen menos elementos para sostener la desaparición forzada de Facundo por parte de la Policía Bonaerense. Después de haber corrido a la Justicia ordinaria; de haber corrido a nuestra policía, después de haber traído a las fuerzas federales para la investigación; de haber tomado el caso la Justicia federal; de haber recibido a la madre el Presidente de la Nación; después de haber puesto dos fiscales más; después de haber actuado la PROCUVIN; después que detrás de esto está la Comisión Provincial por la Memoria, y hasta una recomendación de la ONU al fiscal para que investigue todo, se desvanece la acusación de la desaparición forzada, se va esfumando. Cristina, la mamá, lo va a seguir sosteniendo porque está inmersa en un profundo dolor y los abogados le llenan la cabeza. Acá nadie es contundente en decir ‘la policía no tuvo nada que ver’; pero cada vez está más claro. Pero si con todos los recursos que puso el Estado para investigar la desaparición primero, y su muerte después, sobre todo porque se transformó en un tema político, de haber existido la mínima posibilidad de que hubiese estado involucrada la policía, ya los hubiesen metido presos. Eso no pasó porque al menos hasta ahora no hay elementos que los puedan vincular”. La extensa diatriba la realizó un altísimo funcionario del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, que está bajo la conducción de Sergio Berni.
Lo hizo ante Infobae después de que el Equipo Argentino de Antropología Forense le comunicara a la jueza federal N° 2 de Bahía Blanca, María Gabriela Marrón, el resultado de la autopsia sobre la data, lugar y causa de la muerte de Facundo Astudillo Castro.
Los funcionarios de Berni, pero también los del gobernador Axel Kicillof, entienden que la autopsia incorporada al expediente “debería alejar la sospecha que la querella tiene sobre al menos cuatro efectivos de la Policía Bonaerense que en dos oportunidades lo retuvieron –y le labraron un acta– por violar la cuarentena en las localidades de Mayor Buratovich y Teniente Origone”.
Ya a pocas horas de iniciarse las pericias que se conocieron hoy, desde el entorno de Berni y de las máximas autoridades policiales especulaban que Astudillo Castro, desaparecido el 30 de abril cuando viajaba a “dedo” desde la localidad de Pedro Luro a Bahía Blanca para encontrarse con su ex novia, había muerto por accidente, probablemente al caerse de uno de los puentes que cruzan el fangoso canal. Por eso, para las principales autoridades ministeriales, esta hipótesis, ahora no hizo más que robustecerse.
El profundo estudio sobre el cuerpo esqueletizado del joven de 22 años, encontrado en una zona pantanosa de cangrejales de Villarino a la vera de la Ruta 3, denominado “Cola de Ballena” camino a la ciudad de Bahía Blanca, determinó que murió por una asfixia por sumersión, un ahogamiento. Los peritos no encontraron lesiones vitales previas a la muerte y no pudieron determinar la presencia de terceras personas. Por ejemplo, no hay signos de resistencia. El estudio biológico determinó que el joven murió en el lugar en el que fue hallado, es decir, que el cuerpo no fue plantado.
“La sumersión es la causa de muerte por obstrucción de la vía aérea por el ingreso de líquidos durante el proceso de respiración bajo el agua, generando el ahogamiento (asfixia mecánica)”, explica el comunicado firmado por la jueza Marrón y por casi 20 peritos. La data de muerte, “es decir, el tiempo mínimo transcurrido entre la muerte y el hallazgo, sería no menor a 30 días determinados por tafonomía (acción del ambiente) y entomología (micro fauna asociada a los restos); siendo el tiempo máximo estimado del período transcurrido desde la muerte mayor, pero no pudiendo determinarse científicamente”.
El cuerpo fue encontrado el 15 de agosto. Facundo desapareció el 30 de abril.
“Se trató de una muerte violenta por no ser natural. El avanzado estado de esqueletización del cadáver limitó las posibilidades de conocer el modo de la muerte, no pudiendo la ciencia forense determinar con rigor científico si se trató de uno u otro modo de muerte violenta: suicida, homicida o accidental”, sostiene el informe forense.
La frase es muy amplia pero, a su vez, rigurosamente cierta, ya que el cuerpo de Facundo no estaba completo porque "todas las lesiones y pérdida de algunas piezas dentales que presentaban los restos estudiados son posteriores a la muerte producto de depredadores y exposición medioambiental”. Esto deja abierta la posibilidad para que la familia de Facundo siga sosteniendo la hipótesis de que fue la policía quien lo asesinó.
“Lo están bancando a Berni. Me parece que ha tenido una bajada de línea importante desde arriba. Creo que lo están bancando a Berni. A Facu lo mataron, lo mató la policía", fue la primera reacción de Cristina Castro.
Desde el entorno del ministro de Seguridad deciden no responderle a la mamá porque consideran que se expresa desde el dolor. En cambio, explican: “Para los abogados de la querella, más que para la familia, el resultado de la autopsia es un revés muy importante. Primero sostenían que habían sido los policías de Mayor Buratovich, después los de Teniente Origone; después decían que la zapatilla de Facundo que apareció a unos 70 metros de su cuerpo era un ‘mensaje mafioso' sin argumentar para quién; llegaron a decir que el cuerpo había sido lavado con ácido. Ahora deberían dar explicaciones. Porque los cuatro policías sobre los que pusieron las sospechas, y que todos los días estaban en el medio de la ruta con viento y frío controlando que no se violara la cuarentena, también tuvieron que dar explicaciones a sus hijos y familiares”.