El maquinista de la tragedia de Once, Marcos Córdoba, dejó este miércoles la cárcel de Marcos Paz luego de haber obtenido el beneficio de la libertad condicional. El motorman fue condenado a tres años y tres meses de prisión. Se lo condenó por el modo en que condujo el tren y su responsabilidad se suma a la de los ex funcionarios que no controlaron y a los empresarios que no invirtieron en mantenimiento y seguridad del Ferrocarril Sarmiento.
El juez del Tribunal Oral Federal 2 Jorge Gorini, quien seguía el cumplimiento de la condena, le otorgó hoy el beneficio en una resolución de 20 páginas a la que tuvo acceso Infobae.
La pena de Córdoba se vence el 31 de diciembre de 2021. A partir de mayo podía comenzar a tener salidas transitorias. Pero la fiscal de Ejecución Penal Guillermina García Padín se opuso. A partir del 30 de noviembre de este año podía salir en libertad condicional y desde junio de 2021 podrá tener libertad asistida.
Según lo contempla la ley, se le redujo la pena en dos meses por “estímulo educativo” ya que Córdoba estudió en la cárcel. Las últimas calificaciones que recibió por parte del Servicio Penitenciario Federal fueron “Conducta Ejemplar Diez (10) y Concepto Bueno Seis (6)”, según se lee en la resolución de Gorini. Todo ello conritbuyó para que Córdoba saliera hoy pasado el mediodía de la cárcel.
A fines de julio, la abogada de Córdoba, Valeria Corbacho, había pedido la libertad condicional, amparándose en el tiempo que lleva detenido, en su buena conducta, en su trabajo en la cárcel y en las conclusiones positivas de distintos profesionales.
Córdoba había sido condenado en diciembre de 2015 por el Tribunal Oral Federal 2 a la pena de tres años y seis meses de prisión. Cuando confirmó su condena y la de otros imputados, la Sala III de la Cámara de Casación le fijó una pena de tres años y tres meses de prisión de cumplimiento efectivo.
El motorman, quien manejaba el tren que el 22 de febrero de 2012 chocó contra el andén de la estación Once del Sarmiento, fue detenido en octubre de 2018 –cuando la Casación rechazó los recursos extraordinarios de los condenados– y permanecía hasta ayer en el penal de Marcos Paz.
Durante la pandemia, la defensa de Córdoba pidió la detención domiciliaria argumentando que el maquinista tenía que cuidar a su hija de dos años ya que su esposa es guardabarrera y está afectada a un servicio esencial durante la pandemia de coronavirus. La nena quedaba al cuidado de la madre de Córdoba quien, por edad y por enfermedades, integra el principal grupo de riesgo de contraer coronavirus. Ese beneficio le fue denegado por Gorini, con el acuerdo de la fiscal García Padín. Luego de un último informe de una asistente social y una psicóloga que consintieron las salidas de Córdoba, no hubo más impedimentos para que comenzara a cumplir con la libertad condicional.
Para seguir en libertad, según estipuló Gorini, Córdoba debe:
-Fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato (Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal).
-No cometer nuevos delitos.
-Presentarse ante la Dirección Nacional de Readaptación Social del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación para que le brinde el auxilio necesario para que el nombrado pueda concretar un proyecto laboral, teniendo presentes las inhabilitaciones impuestas oportunamente al momento de dictar sentencia.
-Realizar un tratamiento psicoterapéutico de seguimiento y contención debiéndose encomendar a la Dirección de Control y Asistencia de la Ejecución Penal la asignación de la institución adecuada para ello.
Pasadas las dos de la tarde, acompañado por sus defensoras Valeria Corbacho y Stacy Fritzler, Córdoba salió de la cárcel de Marcos Paz rumbo a su casa en Moreno. Allí deberá permanecer aislado durante dos semanas por la pandemia de coronavirus. Antes de salir cobró meses de peculio que le debían por haber trabajado en la cárcel.