El asesinato del policía federal Juan Pablo Roldán abrió una instancia de análisis político en el Gobierno porteño respecto de la posibilidad de comprar una partida de armas no letales Taser para utilizar en situaciones puntuales de violencia callejera.
Horacio Rodríguez Larreta, jefe del Gobierno de la Ciudad, evaluó junto a su vicejefe Diego Santilli la necesidad de avanzar con nuevas medidas de seguridad, y en ese contexto no descartaron adquirir pistolas Taser frente a los hechos que sucedieron ayer frente al Museo Malba.
En este sentido, el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, fue categórico: “Esta tragedia se podría haber evitado con una pistola Taser”.
Así, en la administración porteña se analizó nuevamente la idea de que la Policía de la Ciudad de Buenos Aires adquiera las armas Taser para su uso en algunos espacios públicos y para casos excepcionales.
El año pasado, en línea con la administración del entonces presidente Mauricio Macri, el gobierno de Rodríguez Larreta había avanzado en la compra de las pistolas Taser para la policía porteña. “Siguiendo el lineamiento del gobierno nacional, la mejor utilización (de la Taser) es en lugares cerrados y el ámbito cerrado más grande y en el que más gente circula es el subte”, dijo en su momento Rodríguez Larreta.
Después la compra de pistolas se frenó por los recursos de amparo que habían interpuesto en la Justicia algunos organismos de derechos humanos.
En tanto, en la administración porteña sostienen que el plan de seguridad desplegado hoy en las calles con 18.000 efectivos se mantendrá y aclararon que el caso del asesinato de Roldán no se trató de un hecho delictivo común sino que responde a un individuo que no estaba en sus cabales.
No se piensa por ahora en reforzar la seguridad en la ciudad aunque hay mucha preocupación en la administración porteña por los últimos hechos de violencia que se vivieron en las calles.
Desde el gobierno nacional aseguran que no interpondrán objeción alguna a la eventual decisión de la administración porteña de adquirir pistolas Taser.
Las 90 pistolas Taser que se habían adquirido durante la gestión de Patricia Bullrich están siendo usadas por grupos de élite de las fuerzas federales.
Más allá del tuit del presidente Alberto Fernández dirigido a la familia de Roldán y el decreto de duelo nacional, Eduardo Villalba –secretario de Seguridad Nacional–, rescató la “reacción profesional y valiente” de la policía porteña ante el hecho ocurrido en Palermo. Y aclaró que se le está dando todo el apoyo a la familia del policía federal.
A la vez, Villalba explicó que el uso de pistolas Taser requiere de una capacitación especial y que están bajo sospecha judicial. “Son armas que se podrían usar hasta tanto haya un amparo judicial”.
Es decir: es poco probable que la Casa Rosada interponga alguna acción judicial para frenar la decisión de Rodríguez Larreta de comprar pistolas no letales para prevenir hechos delictivos. Sin embargo, por ahora todo es prematuro. El jefe de Gobierno porteño abrió un compás de espera antes de tomar una decisión política que implicará nuevas diferencias con la agenda de seguridad que exhibe la ministra Sabina Frederic.
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