Llegan en medio de la desesperación y el caos. Viven en permanente emergencia y se han transformado en una suerte de ejército de salvación para aquellas provincias que hoy están desbordadas por el aumento de contagios de COVID-19. El equipo de profesionales de la salud itinerantes que empezó a enviar la Nación al interior del país para atender la pandemia como casos excepcionales se consolidó en las últimas semanas al ritmo de la crisis sanitaria y ya aparece como un fenómeno necesario para cubrir la debacle en las provincias.
Se trata de un grupo de más 100 médicos, terapistas, kinesiólogos, especialistas en UTI, enfermeros, técnicos de abordaje territorial o promotores de vacunación que se va conformando de acuerdo a las emergencias de cada provincia y están coordinados por el Ministerio de Salud a cargo de Ginés González García.
Desde que hace más de un mes y medio empezó a crecer la curva de contagios de coronavirus en el interior del país, este equipo de especialistas empezó a ser requerido por los gobernadores con mayor urgencia ante la ausencia de médicos, enfermeros o terapistas para atender en hospitales desbordados de enfermos.
Hasta ahora el equipo de los profesionales de la salud itinerante lleva recorridas más de 12 provincias entre las que se encuentran Tierra del Fuego, Santa Fe, Rio Negro, Santa Cruz, Jujuy, Neuquén, La Rioja, Salta, la ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Chaco y Buenos Aires.
La tarea no es sencilla. Es que los profesionales de la salud deben ser coordinados sobre la marcha y en el día a día se arman grupos de acuerdo a los requerimientos de cada distrito para asistir en la emergencia los desbordes sanitarios provocados por el COVID-19.
“Destaco el funcionamiento del programa Profesionales Itinerantes que se ha utilizado para apoyar el incremento de testeos, las aperturas de nuevas áreas de emergencia, la clínica médica o terapia intensiva, en todo el territorio nacional, coordinado desde el Ministerio de Salud de la Nación”, expresó a Infobae Arnaldo Medina, el secretario de Calidad del Ministerio de Salud que está a cargo de la organización de estos profesionales itinerantes.
Desde que hace más de un mes el presidente Alberto Fernández escuchó los reclamos de los gobernadores ante la ausencia de médicos, enfermeros o terapistas se empezó a coordinar con mayor rigurosidad esta atención en la emergencia desde el gobierno nacional a las provincias.
El objetivo de este programa que surgió sobre la marcha en medio de la pandemia es reforzar con profesionales de la salud el trabajo que llevan adelante las provincias en el marco de la crisis COVID-19. Y la tarea se dificulta muchas veces porque no se consiguen médicos, hay que trasladar de un lugar a otros profesionales o simplemente hay un desgaste de los agentes sanitarios que deben ir a socorrer a muchos hospitales desbordados.
El esquema de organización parece sencillo pero en la emergencia no lo es. Ante el requerimiento de una provincia viaja un funcionario, representante del Ministerio de Salud, hace una evaluación con las autoridades locales, algunas veces con un equipo de epidemiología de Buenos Aires y sobre esa base se les envía un equipo de profesionales.
Según explicaron a Infobae en el Ministerio de Salud, más allá de que a los profesionales que viajan al interior se les abona un plus salarial, no siempre se puede cumplir con los requerimientos exigidos o no se consiguen los especialistas requeridos. Pero en la medida de lo posible van con una tarea asignada por la provincia. Aunque muchas veces tuvieron que enfrentar contratiempos severos: llega un grupo de médicos o enfermeros, algunos se enferman y tienen que aislar a un equipo entero, y cambian la función inicial y reemplazan al equipo aislado. Y todo se debe definir en el término de horas.
En los últimos meses ya viajaron profesionales itinerantes a Chaco en cuatro oportunidades con un total de 30 médicos/as, nueve terapistas, tres médicos generalistas, diez kinesiólogos, tres técnicos de abordaje territorial, cinco expertos de UTI por 24hs para guardias virtuales y 15 agentes para la promoción, vacunación, hisopados en el Impenetrable Chaqueño.
En Paraná y Gualeguaychú crecieron exponencialmente los casos de COVID-19 en las últimas semanas y el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet requirió de una ayuda de emergencia a la Nación. En julio viajaron allí tres médicos. A Tierra del Fuego ya viajaron cinco expertos de UTI para realización de guardias virtuales y activación de botón rojo. En la CABA solamente en mayo hubo un soporte de 30 técnicos de abordaje territorial y epidemiología, más 10 agentes de la salud en Barrio Padre Múgica, Villa Lugano, Barrio Illia, Ciudad Oculta.
En la provincia de Buenos Aires el Ministerio de Salud envió a Merlo 10 agentes sanitarios para el plan Detectar, 21 enfermeros y médicos de UTI, en La Matanza llegaron 13 agentes sanitarios, 25 enfermeros, dos médicos y 30 agentes del plan Detectar. En Luján, seis agentes sanitarios y a los municipios de General Rodríguez y Marcos Paz también. El caso más llamativo en el conurbano fue el de 120 voluntarios de la salud que se trasladaron a las comunas de Lomas de Zamora, San Martín y Avellaneda.
A La Rioja, Santa Cruz, y Salta hubo que enviar bioquímicos de laboratorio, epidemiólogos además de enfermeros, médicos y terapistas ya que la situación sanitaria está desbordada. Y algo similar ocurrió en Rio Negro, Neuquén, Jujuy, Santa Fe o La Rioja donde además de los médicos se movilizaron especialistas en guardias virtuales y médicos para la capacitación testeos.
Para llevar adelante estas tareas los profesionales itinerantes tuvieron que hacer cursos acelerados de atención en la emergencia, algunos se especializaron el telemedicina para atender también a la distancia y todo esto en medio de un incremento de casos de coronavirus que hace que el trabajo itinerante se potencie el máximo.
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