La Primera Dama de la Nación, Fabiola Yañez, participó junto a sus pares latinoamericanas de la Asociación de Cónyuges de Jefes de Estado y Representantes (ALMA) y de las Primeras Damas y Cónyuges de Jefes de Gobierno de la Comunidad del Caribe (CARICOM), de un encuentro virtual cuyo eje temático giró en torno a cómo “Involucrar a hombres y niños para promover la igualdad de género”.
El cónclave se llevó a cabo en el marco anual de las Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). En esta oportunidad, participaron de la reunión las primeras damas de Bahamas (Patricia Minnis), Paraguay (Silvina Abdo, coordinadora general de ALMA), Belice (Kim Simplis Barrow), Haiti (Martine Moise), Honduras (Ana García de Hernández) y Panamá (Yazmin Colon de Cortizo).
Hizo parte del encuentro un destacado panel de expositores, que incluyó a especialistas en temáticas de género, y fue invitada además, la Primera Dama de Zimbabwe, Amai Auxilia Mnangagwa, para comentar la realidad de su país y el continente africano.
En la reunión todos expusieron las particularidades y acciones llevadas a cabo en materia de género en cada región, teniendo en cuenta la problemática especial que genera la pandemia del Covid-19.
Respecto a Argentina, se destacó que “desde el mes de diciembre, el país está profundamente comprometida con la temática de género en todas sus dimensiones”. En ese sentido, destacaron la reciente creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. “Es una muestra concreta del rol central que el empoderamiento de las mujeres y el diseño de políticas publicas dirigidas a garantizar la igualdad de oportunidades tiene para la gestión del Presidente Alberto Fernández”, señalaron.
Fabiola Yañez, por su parte, enfatizó: “el Estado argentino se ha propuesto como uno de sus objetivos prioritarios reducir las brechas de desigualdad entre los géneros. Y eso supone impulsar una serie de políticas que abarcan todos los aspectos de la vida social, lo que implica poner en crisis la organización económica de las sociedades y promover una redistribución más justa de las tareas de cuidados. Se trata de desaprender los roles de género adquiridos durante toda la vida para poder construir una sociedad más equitativa”.
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