A José Ignacio Rucci lo asesinaron hace 47 años. Sin embargo, la negativa del oficialismo en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires a tratar un proyecto en su homenaje puso luz sobre una mochila muy pesada dentro del peronismo: la responsabilidad de Montoneros en el crimen y -más que nada- la reivindicación de la organización armada por parte de algunos sectores.
Fue Mauricio Vivani, diputado provincial del PRO, el que encendió la mecha, sin buscarlo. Al abrir el homenaje a Rucci organizado por su hija Claudia, hoy senadora bonaerense de Juntos por el Cambio, contó con humildad que lo único que hizo fue pedir su tratamiento en la reunión de Labor Parlamentaria, “como se hace habitualmente”, y que le dijeron que no, “simplemente que no y sin dar argumentos”. Y agregó: “Después, como nosotros lo difundimos y cayó muy mal en tantos lados, y llamó Aníbal (Rucci), dijeron que era porque los fundamentos eran vagos y no le hacían honor, pero no es cierto que esa haya sido la razón”.
Contó que no quiso salir a hablar por los medios sobre el tema. "Lo único que me movió es hacer el homenaje que José Ignacio Rucci se merece. Fueron días muy tristes para mí, porque lo que hicieron fue faltarle el respeto a él, a la memoria de una familia de trabajo, a una tradición política. Y ahora dicen que sí van a hacer el homenaje, recibieron muchas presiones y está muy bien que lo hagan. Lo están haciendo después de la fecha, pero igual lo aceptamos y con mucho agrado”, explicó.
Claudia Rucci, por su lado, contó que se ocupó personalmente de leer esos fundamentos. "No eran vagos, hablaban de su historia, del día que fue a recibir a Juan Domingo Perón y precisaba que lo mataron y por qué, así que no me asombra que se hayan negado. Porque en la década del 70 corrió mucha sangre, se produjeron dramáticas desapariciones y últimamente también hicieron desaparecer el período 1973-1976, son años de los que no quieren hablar en las reuniones políticas, hay una amnistía militante, no existió, no ocurrió”, argumentó.
En efecto, en los fundamentos del proyecto, Vivani expuso que “en 1973 comienza el plan de Montoneros para asesinar a Rucci”. Y luego escribió que “la operación la decide únicamente Lino Roque con su propia gente de FAR, al punto que Juan Carlos Dante Gullo estaba con el propio Perón cuando le dan la noticia y cuenta que quedó helado”. Explicó que “existía esta interna en Montoneros en plena fusión con las FAR”, y que había sectores que estaban convencidos de que con Perón “no se iba al camino revolucionario”.
Después hablaron el ex intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, quien aseguró que a Rucci “lo mataron los enemigos de la Patria, los que quisieron disputarle a Perón la conducción”, el ex embajador Jorge Yoma, para quien “hablar de lo sucedió hace 47 años no es quedar anclados al pasados, sino buscar nuestra identidad de peronistas, porque al asesinar a Rucci se atentó contra la democracia que se había recuperado recientemente" y el ex intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, que se ocupó de felicitar a Claudia Rucci “por haber sostenido a través de los años esta causa de reclamar justicia, no venganza, muchas veces en soledad, de este verdadero magnicidio”. También hablaron el secretario general de la Federación de Estaciones de Servicios, Juan Miguel “Cacho” García y el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos.
El cierre estuvo a cargo del ex senador Miguel Angel Pichetto. “Rucci anticipó que iba a tener problemas por haber firmado el acuerdo social con el ministro José Ber Gelbard y la CGT, sentía que había firmado su sentencia a muerte, a pesar de que se trataba de una política diseñada por Perón”. Y expresó que “el pasado tiene que ver con este presente, con esta visión de fractura que hay en la sociedad argentina, porque no hay una palabra de los organismos de derechos humanos sobre este crimen de lesa humanidad, no hay una palabra del Episcopado tampoco".
“Nuestra obligación es recuperar la idea del mundo del trabajo y contraponerla a la patria de los planes. No hay ningún país del mundo que no pueda avanzar si no respeta las reglas de una democracia con libertades y poderes del estado, si no se respeta a la propiedad privada, sin empresas no hay trabajadores. En la patria del pobrismo, igualitaria y pobre para todos, todos son pobres y la clase media tiende a desaparecer y depender de los planes. Por eso nosotros tenemos que ir a un gran frente nacional que garantice la libertad, la democracia, y creo que es el mejor homenaje que podemos brindarle a Rucci”, concluyó.
Pichetto no lo dijo, pero este grupo de oradores está involucrado en la construcción de la pata peronista de Juntos por el Cambio, la “cuarta pata”, integrada por el hoy Auditor Nacional, Claudia Rucci, De la Torre, Allegre, Cacho García y muchos peronistas que hoy participaron del zoom, que agrupó a 300 personas.
Al final, visiblemente emocionada, la hija del del sindicalista que fue asesinado por su lealtad a Perón pidió que abrieran todos los micrófonos para aplaudir a su padre “que dio su vida por un gobierno elegido por el pueblo”. Más tarde, puso un tuit dirigido a Máximo Kirchner. “El día de los homenajes a Rucci, irónico, homenajeó a Tosco, creyendo que agredía. Rucci era peronista. Tosco era marxista. Ambos fueron honestos y se respetaban. ‘Yo elijo homenajear a Tosco’, dijo. Es honesto consigo mismo. Los peronistas decidimos otra cosa”.
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