En septiembre volvió a caer el índice de confianza en el Gobierno

El promedio del ICG en los diez meses de gestión de Alberto Fernández es más alto que la media que tuvieron Mauricio Macri y Cristina Kirchner

Guardar
Transeúntes caminan bajo un tablero
Transeúntes caminan bajo un tablero que indica el precio del dólar en compra y venta respecto al peso argentino en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

El Indice de Confianza al Gobierno (ICG) que la Universidad Di Tella viene realizando desde diciembre de 2001 tuvo una caída en el mes de setiembre de 4,7% respecto de la medición del mes anterior, “la quinta consecutiva luego del pico de abri”, según el informe difundido.

De este modo, la gestión de Alberto Fernández llegó a 2,27, un índice similar al que tenía en enero, cuando fue de 2,32. En febrero fue de 2,27, marzo 2,22 y abril 3,29. En ese momento empezó una caída sostenida que se repitió también en septiembre. Así y todo, el valor actual “se coloca 15% por encima del correspondiente al último mes de la administración de Mauricio Macri” cuando estuvo en 1,97.

Índice de Confianza en el
Índice de Confianza en el Gobierno (ICG)

“La caída del ICG en septiembre profundiza la tendencia iniciada en mayo, con una disminución acumulada del 31% respecto del récord de abril, mes en el que el índice creció un notable 48,2%, para alcanzar un valor de 3,29”, detalló el informe.

En tanto, la Universidad Di Tella resaltó que “la evolución negativa sugiere la profundización de la insatisfacción en la población por la situación de cuarentena, por los problemas económicos, y/o por desacuerdos con ciertas acciones del gobierno nacional. En particular, se aprecia un descenso en los valores del ICG entre quienes respondieron la encuesta tras el anuncio de la disminución unilateral de los fondos de coparticipación de la CABA. Esa tendencia es especialmente fuerte en la CABA y en la Provincia de Buenos Aires, incluso en el Gran Buenos Aires”.

El estudio que realiza Poliarquía Consultores para la UtdT detalló que el ICG fue mayor entre los hombres, en el grupo etario de 18 a 29 años, entre los que viven en los partidos del GBA, entre quienes alcanzaron solo educación primaria, entre quienes dicen no haber sido (ellos o sus familias) víctima de delitos en los últimos 12 meses, y entre quienes consideran que la situación económica del país dentro de un año será mejor que la actual.

Otro dato interesante es que la variación fue negativa en relación al mes anterior en cuatro de los cinco subíndices. El que experimentó la mayor caída fue “evaluación general del gobierno”, seguido por “capacidad para resolver problemas del país”, “ "preocupación por el interés general” y, por último, “eficiencia en la administración del gasto público”. Sin embargo, un subíndice experimentó un aumento, fue el referido a la “honestidad de los funcionarios”, que tuvo un aumento de 2.7%.

El promedio del ICG en los diez meses de gestión de Alberto Fernández es de 2,56, más alto que el que tuvo Mauricio Macri, que fue de 2,27, y también del índice que obtuvo el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, que apenas llegó a 1,83.

El valor más alto del ICG de septiembre se registró nuevamente en el GBA (2,44 puntos, con un leve aumento de 0,4% respecto de agosto). Le sigue el interior del país (2,24 puntos, con una disminución de 5,1%), y finalmente la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (1,90 puntos, con una notable caída de 19,1% respecto del mes anterior, probablemente influida por el conflicto alrededor de la reducción de la coparticipación de la CABA).

Por último, respecto de las perspectivas económicas, el estudio reveló que “el ICG de septiembre fue sustancialmente mayor entre quienes creen que la situación económica mejorará dentro de un año (4,20 puntos, aumentando 4,5% respecto de agosto), que entre quienes creen que se mantendrá igual (2,76 puntos, con un importante aumento de 10,4%), y quienes creen que la situación económica empeorará (1,08 puntos, con una fuerte caída del 20,0%). Es probable que esta correlación (bastante más intensa en septiembre que tres meses atrás) sea causalmente bidireccional: el optimismo sobre el futuro económico refuerza la confianza en el gobierno, pero a la vez una mayor confianza en el gobierno genera mayor optimismo”.

Seguí leyendo:

Guardar