Finalmente, la batalla entre la provincia de Buenos Aires y el municipio de Tandil por el manejo de la Pandemia o el anunciado recorte de recursos para emprendimientos turísticos y culturales se resolvió con un diálogo entre los generales. El gobernador Axel Kicillof aceptó por la tarde la invitación que le había realizado públicamente el intendente Miguel Lunghi para discutir entre los dos los términos de una disputa que había involucrado duras declaraciones y había generado una escalada por la que Tandil había quedado en el centro de la escena por “rebelde” o “separatista” y la provincia como “vengativa” y “rencorosa”.
Vía Zoom, -el “cara a cara” de estos tiempos-, el gobernador y el jefe comunal se pusieron de acuerdo y resolvieron ensalzar el diálogo institucional como manera de solucionar las diferencias y establecieron pautas para avanzar en conjunto en respuestas concretas, en lugar de hacer levar las diferencias.
Desde hace dos semanas, cuando Tandil decidió dejar de lado el sistema de fases nacional y provincial y tomar en cambio un “semáforo” propio para marcar la gravedad de la situación y lo que se puede y no hacer en el partido serrano, el tema generó una polémica que no solo englobó a ambas administraciones. El tema también transformó a Tandil en la “capital de la grieta”, con referentes nacionales, provinciales y locales que tomaron partido por la defensa de un municipio a tomar sus propias determinaciones cercanas o las críticas a una intentona “independentista”.
Y el lunes había tenido otra escalada, cuando la administración de Kicillof anunció que no le giraría al municipio fondos de un programa provincial de fomento a los sectores turísticos y culturales porque había renegado de normas sanitarias, como establecía el punto 3 del acuerdo que firmaron todos los jefes comunales. Y ahí, otra vez creció la espuma entre acusaciones por “desobediente” de normas vigentes en todo el país e incumplir acuerdos; o críticas por “vengarse” de Tandil castigando a posibles beneficiarios de fondos.
En varios momentos del lunes la situación estuvo a punto de explotar con declaraciones cada vez más fuertes para defender cada posición. Incluso, desde el gabinete municipal ya se planeaban distintas estrategias políticas, con un propio semáforo con durezas en lugar de colores. Mientras tanto, las principales radios y canales de noticias buscaron sin suerte en las últimas 24 horas que el intendente contestara “con dureza” lo que los propios medios definían como “represalia”.
Sin embargo, el intendente Lunghi optó por una decisión que incluso le valió algunas críticas internas de sus “halcones”: llamar al diálogo personal al gobernador.
Para que esto ocurriera en el transcurso del martes incluso se apeló a la mediación del ministro de la Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia, Augusto Costa, el mismo que había anunciado públicamente un día antes que Tandil era el único municipio al que se excluía de los fondos.
Pero lo cierto es que Costa mantiene muy buenos lazos con dirigentes del gobierno municipal, a partir del trabajo en la articulación de distintas políticas productivas. Incluso, en su última visita a Tandil logró sacarse el gusto de jugar al tenis con un buen valor amateur local, a instancias de las autoridades que hicieron todo para “armarle” el partido.
Lo cierto es que mientras los dardos seguían volando hasta el mediodía del martes de un lado y el otro, tras una reunión con su gabinete Kicillof y Lunghi se vieron las caras pantalla mediante.
“Se logró en base al diálogo institucional, coincidencias y se establecieron pautas básicas para continuar la cooperación y el trabajo conjunto para enfrentar la pandemia desde el punto de vista sanitario, económico y social”, destacó el municipio por medio de un comunicado.
En ese diálogo, que fue extenso y en tono “respetuoso, sincero, amigable y con comprensión mutua” –según pudo reconstruir Infobae- dieron paso a una salida acordada: conformar e integrar equipos técnicos de ambos gobiernos que trabajarán de manera conjunta para “reforzar la coordinación y la complementación de las medidas del ámbito local y las provinciales, buscando la articulación constante de las políticas públicas generales y las particularidades del territorio”.
En definitiva una declaración salomónica, sostenida por el propio Lunghi, quien ratificó que “se pueden tener ideas y visiones muy diferentes, pero la democracia es justamente el diálogo y acuerdo entre los diferentes”.
“El Gobernador escuchó nuestras ideas y posturas, yo pude escuchar las suyas, y tuvimos un diálogo muy bueno y coincidencias básicas: en primer lugar, la buena voluntad de ambos para hacer lo que está a nuestro alcance para el bien de los tandilenses y de los bonaerenses. Y en segundo lugar en que vamos a avanzar en los próximos días con el encuentro y el trabajo de grupos técnicos de ambas administraciones”, puntualizó el radical.
Si bien no se escuchó públicamente la voz de Kicillof, fue el propio Lunghi quien contó que “claramente el Gobernador nos expresó que muy lejos está de pretender conflictos o disputas ni con este intendente ni fundamentalmente con el pueblo de Tandil, y que es respetuoso de las demandas y de las distintas realidades. Y por supuesto, yo expresé que nuestra intención y accionar no busca generar disputas de ningún tipo con la Provincia. Por el contrario, siempre apuntamos a trabajar en conjunto, a la cooperación necesaria e imprescindible, atendiendo siempre la realidad local y la mirada cercana a los vecinos”.
Nada se habló directamente de qué ocurrirá con la disputa fases versus semáforo, aunque posiblemente se pongan de acuerdo en complementar la visión local del municipio con la orgánica de la provincia. Al menos la voluntad de ambas administraciones parece avanzar en ese sentido.
Y lo mismo ocurrió con la polémica por los fondos del programa que prevé 300 millones de pesos a repartir entre 10.107 anotados de 134 municipios –menos Tordillo que no se presentó ni adhirió- , que ya la provincia había avisado que, si bien no iban a ser por intermedio del municipio, de alguna forma iban a llegar a los establecimientos turísticos o espacios culturales.
Incluso trascendió que desde Turismo de la provincia quisieron saber con la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Tandil si habría algún mecanismo para “saltear” al municipio para instrumentar el reparto de los fondos.
Sobre este punto, Lunghi también fue contundente: “por supuesto también avanzaremos en los próximos días en la coordinación y el diálogo para que el Municipio reciba los fondos correspondientes para asistir a los sectores del turismo y la cultura tan afectados por la pandemia”.
Luego del largo y cordial diálogo, la posta la tomaron los jefes de Gabinete, el bonaerense Carlos Bianco y el tandilense Oscar Teruggi, quienes también en una larga conversación ya más técnica que política pero igual de cordial, avanzaron en el camino del acuerdo y la instrumentación.
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