Minutos antes de que comenzara su exposición en la Cámara de Diputados para presentar el Presupuesto 2021, a Martín Guzmán el micrófono encendido le jugó una mala pasada. Sucede que el ministro de Economía estaba hablando con Sergio Massa, presidente del cuerpo, quien le avisa que no andaba el PowerPoint de la presentación.
Ante esto, Guzmán, entre risas, le dice: “Yo también puedo empezar a sarasear hasta que esté”. Rápidamente, el video y el audio se viralizaron pero desde el equipo del ministro explicaron que todo se debió a los problemas técnicos de las filminas.
De hecho, antes de empezar a responder las preguntas de los diputados, Guzmán tomó la palabra nuevamente y aclaró lo ocurrido: “Antes de responder me gustaría hacer una aclaración porque se está malinterpretando una palabra que le dije al presidente de la Cámara cuando estábamos preparando el PowerPoint. Estábamos hablando de ‘sarasear’ pero espero que se entienda que era entre nosotros en el contexto de esperar mientras se preparaba la presentación del PowerPoint. Espero que hayan apreciado la presentación y la forma responsable en que buscamos hacerla”.
Antes de esto, Sergio Massa presentó al ministro y dijo que el Presupuesto “debe dar certezas y garantías de previsibilidad”. El diputado nacional señaló que “estamos frente a una situación crítica” y que la sociedad espera “seriedad y responsabilidad” por parte de los representantes del gobierno nacional.
“Esta herramienta que va a definir los caminos, las rutas, los trenes, la inversión, tiene que ser el fiel reflejo de las cuentas públicas y también de las necesidades que Argentina tiene”, aseguró.
Tras varios días de turbulencias financieras producto de los anuncios cambiarios de la semana pasada, con caída de bonos, acciones y una nueva suba del dólar libre, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se presentó en el Congreso para intentar dar señales de previsibilidad y garantizar estabilidad macroeconómica mediante la presentación del Presupuesto 2021.
El proyecto prevé un crecimiento para el año próximo de 5,5% (que los economistas admiten como muy moderado); una inflación en diciembre del 29%, frente al 32% que cerraría en 2020; y un tipo de cambio que se ubicaría, a fin del 2021, en $102,4. Además, contempla un déficit fiscal primario de 4,5% del PBI con un fuerte impulso de los gastos de capital (obra pública).
Uno de los puntos que más dudas generan entre los economistas es el cambiario, ya que sostienen que será difícil mantener controlado el dólar oficial en un contexto en el que la brecha sigue en niveles récord. El Gobierno cree que con los nuevos controles aflojará la demanda de la divisa, pero si el dólar libre sigue en los niveles actuales, será difícil que eso suceda.
Por otro lado, la iniciativa prevé un nivel de emisión monetaria de $1,2 billones para el año próximo, una cifra equivalente al 75% del déficit primario previsto. Y la demanda de dinero, según advierten algunos analistas, ya creció bastante y “la tenencia de pesos precautoria debería disminuir frente a un cada vez mayor desconfinamiento. Y el canal fuerte de ese sobrante de pesos es el cambiario”, dijo el economista Hernán Hirsch a este medio días atrás.