Finalmente, los jefes del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, Cristian Ritondo y Maximiliano Ferraro, le pidieron a Sergio Massa, como presidente de la Cámara de Diputados, que las sesiones en las que se trate el impuesto a la riqueza y el Presupuesto 2021 sean presenciales. También en el Senado cuestionan las teleconferencias, por lo que los senadores radicales y macristas ya fueron a la Justicia para rechazar la renovación del protocolo remoto.
Cuando el 8 de septiembre acordaron los términos del nuevo protocolo de funcionamiento remoto, las discusiones se destrabaron con una cláusula según la cual cualquier bloque puede pedir que una sesión sea convocada con mayor presencialidad.
Desde el inicio de la cuarentena, el Congreso modificó su forma de trabajo. En el caso de Diputados no hubo más de 45 sentados en las bancas en el recinto, de acuerdo a la recomendación de la Dirección Médica que estableció pautas para mantener la distancia, guardias mínimas, poca circulación en los espacios públicos como Salón de Pasos Perdidos o pasillos y desinfección permanente, además de control de la temperatura entre otras disposiciones. Eso fue así desde abril, excepto cuando el primer día del mes Juntos por el Cambio convocó a sus legisladores que viajaron a Buenos Aires y se sentaron en sus bancas en reclamo de un protocolo de funcionamiento remoto que contemplara la presencialidad para los temas más conflictivos.
Tras una sesión polémica, que la principal bancada opositora cuestionó ante la Justicia, la presidencia del cuerpo y los jefes de todos los bloques consensuaron un acta por la que se renovó el funcionamiento remoto de la Cámara baja, con un cupo de 47 diputados en forma presencial y el resto conectados a la distancia. Excepcionalmente, a pedido del bloque que lo desee, se puede pedir sesión especial con presencialidad aunque quedan exceptuados quienes integran grupos de riesgo y quienes fundamenten su deseo de no asistir. Este último caso es muy amplio ya que la única condición exigida es una nota explicativa del diputado o diputada que podría alegar problemas de movilidad o simplemente expresar temor al contagio. De hecho el bloque del Frente de Todos desalienta la participación presencial de sus integrantes. El punto 3 del acta estableció que “las diputadas y diputados que integren grupos de riesgo de acuerdo a lo establecido por las normas de aislamiento social, preventivo y obligatorio podrán solicitar su participación remota, como asimismo las diputadas y los diputados que por nota fundada así lo soliciten a la Presidencia de esta Honorable Cámara”.
En ese contexto podría ocurrir que sólo quieran asistir los diputados de Juntos por el Cambio mientras que el resto puede solicitar autorización para conectarse en forma remota. Sin embargo, en la oposición preguntan: “¿Nos dejarán todo el recinto?” Y concluyen que si ellos están seguramente habrá diputados del oficialismo que querrán estar para contrarrestar sus argumentos. Algunos proponen un sistema de rotación y esperar en sus despachos para ir al recinto sólo a la hora de pronunciar un discurso.
Si menos de 100 diputados pidieran asistir, la presidencia del cuerpo podría disponer bancas en los palcos y así utilizar el recinto para la sesión. Si hubiera más diputados, Massa estaría obligado a tramitar un escenario distinto como un estadio, un club u otro espacio en el que se garantice distancia social, circulación de aire y medidas de seguridad e identidad de los legisladores.
Hasta hace unos días, Juntos por el Cambio mencionaba como temas prioritarios para tratar en sesión especial presencial el Presupuesto 2021, la movilidad jubilatoria y la reforma judicial que votó el Frente de Todos en el Senado y a último momento introdujo decenas de cambios al dictamen que había llegado de comisión.
Para defender posturas y denunciar eventuales situaciones parecidas a lo ocurrido con Reforma Judicial en el Senado, Juntos por el Cambio decidió reclamar también presencialidad para el impuesto a la riqueza. Para algunos lo que terminó de definir la solicitud fue el consenso interno de los radicales que tenían diferentes posturas respecto al impuesto pero terminaron de limar asperezas durante el fin de semana. Así fue como el interbloque acordó un dictamen de minoría en el que rechazan de plano al llamado Aporte Solidario Extraordinario. Lo presentarán el viernes, cuando el Frente de Todos firme su dictamen con la nueva redacción del proyecto de ley de Máximo Kirchner y Carlos Heller al que le introdujeron nuevos cambios: la iniciativa grava entre un 2% y un 3,5% los bienes personales declarados por más de $200 millones a los que se les sumarán las personas con bienes en el país aunque tengan residencia en el extranjero.
“Nosotros vamos a pedir presenciales para todos los temas que representan los valores que defendemos y para los que son de riesgo institucional. En esos casos queremos debatir cara a cara y que la sociedad vea en qué lado está cada uno”, respondió al respecto Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO.
Por otra parte, y en el marco de la presentación del Presupuesto 2021 que hizo el ministro de Hacienda Martín Guzmán, Massa le transmitió al jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, su plan de sesión para este jueves. Los temas serían de amplio acuerdo por lo que la forma de debate sería mixta, es decir con la posibilidad de 47 diputados en el recinto y el resto conectados en forma remota.
El principal tema que tendría media sanción (tuvo amplio apoyo en comisión) son las modificaciones al Fondo de Garantía y Sustentabilidad de Anses que implica la renegociación, con beneficios y ampliación de plazos, de las deudas que las provincias con el organismo. Sólo San Luis, Córdoba y Santa Fe no deben nada a Anses mientras que Buenos Aires debe $ 6207 millones y Capital, por ejemplo, $ 1867.