La prisión domiciliaria de Lázaro Báez, en un lugar que se mantiene en secreto, no modificó el curso del juicio oral en su contra. Esta semana terminó el alegato de la defensa de Leonardo Fariña, el arrepentido que puso contra las cuerdas al empresario, y la próxima será el turno de los cuatro hijos. Si el proceso termina en una condena, un escenario más que previsible, la Justicia deberá tomar decisiones sobre su riqueza. Hay decenas de casas, departamentos, campos y vehículos que podrían ser vendidos, pero implica un proceso largo y sinuoso, como quedó expuesto con los dos aviones, todavía en poder del Estado. También hay millones de euros y dólares depositados en cuentas bancarias. El dinero deambuló por Uruguay, Belice, Panamá, España, Estados Unidos, Suiza, Liechtenstein, pero en la actualidad quedan solo tres cuentas embargadas fuera del país: dos en Bahamas y una en Suiza, según pudo reconstruir Infobae. En total, suman más de 5,5 millones de dólares.
Los datos sobre las cuentas de Báez figuran en un legajo reservado pero fueron apareciendo a cuentagotas en los alegatos de las querellas y especialmente en el de Fariña. Una de las cuentas embargadas está en el banco Lombard Odier de Suiza y figura a nombre de la firma Tyndall Limited Inc. Actualmente tiene USD 835.787.
Esa cuenta, identificada con el número 511481, tiene como beneficiarios finales a los cuatro hijos de Báez. Pero las autoridades de la sociedad son el contador Daniel Pérez Gadin y el abogado Jorge Chueco, que dejaron la cárcel en los últimos meses y ahora siguen las audiencias desde sus domicilios.
La Justicia argentina reclamó más de una vez la repatriación de ese dinero. Primero fue el juez Sebastián Casanello, cuando la causa estaba en plena investigación, y el año pasado, en pleno juicio, el Tribunal Oral Federal 4 reiteró el pedido a través de un exhorto.
Según pudo saber Infobae de fuentes judiciales, también siguen congeladas dos cuentas en el banco CBH Bahamas Limited a nombre de la sociedad Eastern Shoreline, donde nuevamente los hijos de Báez aparecen como beneficiarios finales. La cuenta 590201 tiene un saldo de 2.981.646,12 euros, y la subcuenta 590207 totaliza 1.009.391,16 euros. Pasado a dólares, son USD 4.725.317.
Durante las últimas semanas, los abogados de Báez se negaron a dar detalles ni responder preguntas sobre esas cuentas ante las reiteradas consultas de este medio.
Ese dinero, según los alegatos del fiscal y de Fariña, recorrió un amplio camino: arrancó en Suiza, en junio de 2015 saltó a una cuenta en Bahamas, a nombre de Kinski SA (579484), donde había 9.167.457 euros (o USD 10.399.975), pero ya en noviembre de ese año se transfirió solo una parte al CBH.
En poco tiempo desapareció más de la mitad. Por ese motivo, el fiscal Abel Córdoba terminó pidiendo la detención de Martín Báez, en febrero de 2019. El mayor de los Báez convivió un año y medio en Ezeiza con su padre y ahora se convirtió en el único de los procesados por la “ruta del dinero K” que duerme en una cárcel.
En total desaparecieron unos USD 5,5 millones, monto que utilizó el TOF 4 para fijarle la fianza a Báez. Primero se dispuso un monto de $632.500.000, tomando en cuenta el valor del dólar blue de ese momento, y finalmente se estableció en $386.578.500, por el dólar oficial. Luego de dos meses de idas y vueltas, el empresario finalmente obtuvo la domiciliaria sin pagar un peso.
Su paradero es un secreto bien guardado, tras el papelón en el barrio Ayres del Pilar. Solo lo saben los jueces del TOF 4, los abogados de Báez, y algunos funcionarios del Ministerio de Justicia que deben monitorear la pulsera electrónica. Aunque los defensores repitieron hasta el cansancio que no había “plan B”, el empresario no pudo ingresar al barrio privado y tuvo que buscar otra locación. Se habló de Pinamar (donde tiene al menos cinco casas), Cariló, un barrio semi privado en la zona norte del Conurbano (posiblemente Exaltación de la Cruz), y hasta de un departamento en el barrio de Retiro. La última versión da cuenta de un campo en la zona de Mercedes.
Desde su nuevo escondite, Báez puede seguir el desarrollo del juicio, que esta semana estuvo dedicado al alegato de Fariña, a cargo de los abogados Roberto Herrera y Mariano Di Giuseppe. Durante tres audiencias, esa defensa profundizó la ruta del dinero por decenas de cuentas bancarias. A las tres cuentas embargadas en el exterior (con un saldo total de USD 5,5 millones), los abogados del arrepentido le suman los fondos embargados por la Justicia en la cuenta comitente de Helvetic en Financial Net, una sociedad de bolsa que fue multada en noviembre del año pasado. El saldo actual en ese cuenta sería de USD 482.435.
¿Qué pasará con ese dinero embargado? Si hay condenas, la Justicia tiene dos opciones: el decomiso para una eventual venta por ser parte del delito, o directamente afectarlo al pago de la multa.
Para el fiscal, que pidió una pena de 12 años de cárcel para Báez, la multa aplicable debería ser de $2.121 millones. Esa cifra surge de multiplicar por ocho las operaciones de lavado (US$ 54.872.866,69) y los US$ 5 millones del campo “El Carrizalejo”.
En el monto total de las operaciones de lavado está contemplada la compra de los bonos, las cuentas en Bahamas y Suiza, y otras dos cuentas en el exterior: una en Dubai, con USD 1.380.000 (enviado en 2015 desde la cuenta 608936 de Helvetic en el Banco Safra), y otra cuenta en la isla caribeña de San Vicente y Las Granadinas (al norte de Venezuela) con USD 489.049, un saldo de la cuenta de Marketing & Logistic en el Safra Bank. “La orden de cerrar la cuenta en el Safra Bank lleva la firma de Jorge Rossi. Ese dinero fue transferido a un banco alemán y luego a la cuenta de San Vicente y Las Granadinas de la sociedad panameña Open Port”, explicó el fiscal en su alegato.
El dinero depositado en el banco Noor Islamic de Dubai habría quedado en poder del abogado ítalo argentino Néstor Marcelo Ramos, que todavía resiste un pedido de extradición de la Justicia argentina.
Esas dos cuentas mencionadas por el fiscal actualmente no están embargadas y por lo tanto se desconoce su saldo, ratificaron fuentes de la causa ante una consulta de Infobae.
Pese a los cimbronazos mediáticos por la domiciliaria de Báez, el juicio oral por “la ruta del dinero K” mantiene su ritmo habitual para intentar llegar a una sentencia antes de fin de año. La semana próxima está previsto que se realicen los alegatos de los cuatro hijos de Báez y del piloto Walter Zanzot. Según el cronograma dispuesto por el tribunal, luego será el turno de Julio Mendoza, ex presidente Austral Construcciones, y así hasta llegar al imputado número 27.
Seguí leyendo: